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DE LAS COSAS MAS PRINCIPALES QUE SE CONTIENEN EN ESTA SEGUNDA PARTE.

Abstinencia.

el tiempo que gasta en negocios de pa-

En qué consiste la virtud de la tem- rientes, es mucho, p. 335, 336.

planza, pág. 96.

De qué manera se ha de tomar el sus-
tento del cuerpo, p. 42.

Á dónde lleva á uno la gula, p. 40, 41.
La abstinencia grande del abad Palemon.
Y un medio muy bueno para ella, p. 394.
La abstinencia que tenia una Santa
cuando comulgaba, p. 420.

Como nos enseñó Cristo nuestro Reden-
tor el desvío de parientes con palabras y
ejemplos, p. 336 y sig.

Los parientes son nuestros enemigos, y
les habemos de tener un odio santo, como
á nosotros mismos, p. 336, 337.

Como se suele disfrazar esta tentacion
con título, no solo de piedad, sino de obli-

Por nombre de ayuno se entiende todo gacion, y el remedio para esto, p. 338 y sig.
género de penitencia, p. 1.

Ancion á parientes.

Lo que puede uno hacer con los extra-
ños muchas veces, no conviene hacer con
los parientes, p. 338, 339.

Cuando fuese menester ayudar uno en

Con qué amor se deben tomar los pa- algo á sus parientes, es mejor y mas se-
rientes, p. 321, 322.

Cuánto le importa al religioso huir el
trato y conversacion de parientes, y ex-
cusar sus visitas, y las idas á su tierra, |
p. 322 y sig., 332. Aunque sea con título de
predicar, p. 329 y sig. Y el ser visitado de
ellos, p. 327, 328. Y la comunicacion por
cartas, p. 328, 329.

Cuando los parientes ó seglares piden
semejantes cosas, en manos del particu-
lar está el deshacerlo, p. 324, 325, 326.

Hase de guardar mucho el religioso de
ocuparse en negocios de parientes, p. 331
y sig.

No es causa de esto decir que ya ha pa-
sado por la obediencia, p. 225, 332, 333.

Algunos ejemplos con que se confirma
lo dicho, p. 333 y sig.

La afición á parientes suele hacer á al-
gunos que hurten de la Religion para so-
correrlos. Y cuánto suele cegar esta afi-
cion, p. 335.

guro hacerlo por medio de otro, p. 339.

Léjos están del espíritu de religiosos los
que quieren ó procuran que sus padres y
parientes sean mas de lo que fueran si
ellos no fueran religiosos, p. 339.

Agradecimiento.

Cuán bueno y provechoso sea, p. 374 y sig.
En qué consiste, p. 260.

Tres maneras de agradecimiento, y cuál
es el mejor, p. 384, 385, 425.

Cada uno ha de agradecer los beneficios
como si á él solo se le hicieran, p. 314, 384.
Cuánto estima el Señor que seamos
agradecidos á sus beneficios, p. 251, 252, 384.
El pedirnos este agradecimiento es por
nuestro mayor bien, p. 393.

La gratitud nos hace dignos de nuevos
beneficios: la ingratitud indignos, p. 385.

Alegría.

Conviénenos mucho andar siempre con

Aunque uno no hurte á la Religion sino alegría en el servicio de Dios, porque así

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PARTE II.

lo quiere él, p. 338, 339. Redunda en mucha
honra y gloria suya, p. 340. En provecho y
edificacion de los prójimos, y abono de la
virtud, p. 340.

La alegría da fuerzas para obrar, hace la
obra de mayor mérito y valor, da esperan-
zas de perseverancia, p. 341, 342.

Medios para andar alegre y vivir bien,
p. 343 y sig. Estar indiferente para todo, y
poner su contento en hacer la voluntad
de Dios, p. 335, 336. Tener mortificadas las
pasiones, p. 34, 35.

No han de bastar las culpas ordinarias
para quitarnos esta alegría, p. 342, 343.
La verdadera alegría está en el corazon,
p. 95, 96, 261.

Los Ángeles interceden por nosotros,
p. 448, 449.

Beneficios. Verbo Agradecimiento.

Carne.

Cuál quedó despues del pecado, p. 7, 8.
Es el mayor enemigo que tenemos, p. 10,
12, 13 y sig.

De ella nacen las tentaciones, p. 265, 266.
La propia voluntad es causa y raíz de to-
dos los pecados y del infierno, p. 109.

Entregar á uno á este enemigo es uno
de los mayores castigos de Dios, y de las
mayores señales de su ira, p. 11 y sig.
Mortificando la carne se vencen los de-

Cuál ha de ser la alegría exterior de los monios, p. 18.
siervos de Dios, p. 340, 345.

Verbo Tristeza.

Amar á Dios.

En esto consiste la perfeccion, p. 16,84.
Lo que nos moverá á amar á Dios, p. 382,

428.

Habemos de mostrar á Dios el amor con
obras que sean costosas, p. 382, 384.

En ofrecernos y resignarnos del todo en
las manos de Dios se muestra mucho el
verdadero amor, p. 384.

El amor hace las cosas fáciles, p. 62 y sig.
El amor es fuerte como la muerte, p. 65
y 66.

Amor de Dios con los hombres.

Comunion.

Cuán inestimable beneficio fue la insti-
tucion de este divino Sacramento, p. 335
y sig.

Como nos declaró en esto el Señor el
grande amor que tenia á los hombres,
p. 248, 396 y sig.

Cuánto resplandece aquí la humildad
de Cristo nuestro Redentor, p. 426.

Las cosas maravillosas que la fe nos en-
seña que habemos de creer en este divino
Sacramento, p. 399 y sig.

Este es el mas excelente de los Sacra-
mentos, y el que mayores gracias y efec-
tos obra en las almas, p. 398, 399.

Por qué se llama Eucaristía y Comu-
nion, p. 406.

Pide grande preparacion, y cuánto nos

Cuán grande fue, p. 289, 355, 372, 377, 387, importa á nosotros ir bien preparados,
399.

Por qué se llama exceso de amor, p. 380
y sig.

p. 406.

La limpieza y puridad que pide, no solo
de pecados mortales, sino tambien de ve-
Como nos mostró el amor con obras, y niales é imperfecciones, p. 409 y sig.
muy costosas, p. 388.

Ángel.

Cuál fue el pecado de los ángeles, p. 228,
229.

Ejemplo raro de un sacerdote que se
atrevió á celebrar en pecado mortal, p. 405,
406.

En qué consiste la devocion actual con
que dicen los Santos hemos de llegar á
comulgar; y algunas consideraciones pa-

Cada uno trae consigo un Ángel de
guarda, y tambien un demonio, que lo in-ra despertar en nosotros esos afectos,
cita á mal, p. 299 y sig.

p. 411 y sig.

Es buena preparacion considerar algun paso de la Pasion, p. 414.

Es efecto propio de este Sacramento transformar al hombre en Cristo, hacién

Otras consideraciones y puntos para dole semejante á él. Y este fruto principrepararnos, p. 414, 415.

palmente hemos de sacar de la sagrada

Una preparacion muy fácil y de mucho comunion, p. 425 y sig. provecho y consuelo, p. 416.

Una señal muy principal de ser el alma

Es menester tomar algun tiempo para transformada en Dios, p. 426. prepararse, p. 416, 417.

Que está en nuestra mano comulgar

Otra preparacion principal, que es el bien, sacar mucho fruto de la comunion, concierto de la vida, p. 447.

Como habemos de hacer el hacimiento de gracias despues de la comunion, y en qué se ha de emplear aquel tiempo, p. 417 y sig.

Otras consideraciones provechosas para despues de la comunion, p. 419, 420. Cuál ha de ser la composicion del lugar en estas consideraciones, p. 420.

Como nos habemos de ocupar despues de la comunion en ofrecernos enteramente en las manos de Dios. Y este ha de ser uno de los principales frutos que habemos de sacar de la comunion, p. 420, 421. Hémonos de ejercitar en aquel tiempo en los actos de algunas virtudes, especialmente en aquellas de que cada uno tiene mas necesidad, p. 421 y sig.

Como habemos de ir descendiendo á otras cosas mas particulares, procurando en cada comunion mortificarnos en algo, y ofrecer eso en hacimiento de gracias, p. 433, 434, 435.

Cuán mal hacen los que dejan perder este tiempo; y una cosa particular que nos ayudará á emplearle bien, p. 411, 412, 415. Lo que hacia una Santa cuando comulgaba, p. 415.

Todos los efectos que obra el mantenimiento corporal en los cuerpos, obra espiritualmente este divino Sacramento en las almas, 414, 421.

y por dónde se ha de medir esto, p. 431. La obligacion que nos pone el haber comulgado, para andar concertados, p. 427, 430, 431.

La consideracion de que se ayudaba una Santa para esto, p. 427.

Qué es la causa de no sentir algunos tanto fruto con la frecuencia de este Sacramento, p. 423 y sig.

Algunas veces recibe uno gran fruto, aunque él no lo siente, p. 432 y sig.

Es fruto y muy principal de este divino Sacramento preservar á uno que no caiga en pecados, p. 422.

Mejor es llegarse á este divino Sacramento con amor, que abstenerse por temor, p. 455.

En el trato con Dios no ha lugar: La mucha conversacion es causa de menosprecio, p. 432, 433.

Ejemplo notable para animar á comulgar bien, p. 435, 4 436.

Qué es comulgar espiritualmente, p. 449 y 450.

Para comulgar espiritualmente es menester estar en gracia de Dios, p. 449, 450. El que comulga espiritualmente puede recibir mayor gracia que el que comulga sacramentalmente, aunque esté en gracia de Dios, p. 450.

Algunos bienes y provechos que hay en la comunion espiritual, que no hay en la

No solo recrea el espíritu, sino da tam- sacramental, p. 450. bien fuerzas corporales, p. 421, 422.

Frecuentar la comunion es gran remedio contra todas las tentaciones, y particularmente para conservar la castidad, p. 422 y sig.

El ánimo y fortaleza que hemos de sacar de la sagrada comunion, p. 422.

Un modo bueno de comulgar espiritualmente, p. 450.

Conocimiento propio.

Es la piedra fundamental de todo el edificio espiritual, p. 277, 278.

Es principio y fundamento necesario
para alcanzar la humildad, y tenernos en
lo que somos, p. 142, 143, 151.

ciencia que cuantas han inventado los
hombres, p. 152, 158.

Como se ejercitaban los Santos en este
El conocimiento propio, y el desconfiar ejercicio para venir en mayor conoci-
uno de sí, y confiar en Dios, es muy prin-miento y amor de Dios, p. 128, 129, 153, 154.
cipal medio para que Dios obre por él gran-
des cosas, y le haga mercedes, p. 135, 154
y sig., 213, 259, 264, 402.

Para todas las cosas es remedio univer-
sal el propio conocimiento, p. 152, 153.

La razon por que Dios hace tantas mer-
cedes y favores á los humildes que des-
confian de sí, y los niega á los otros, p. 134,
149, 150, 154, 255, 300.

Cuánto estima Dios que no estribemos
en nuestras fuerzas, ni nos atribuyamos
nada, sino todo á él, p. 136 y sig.

Por qué nos niega el Señor muchas ve-
ces sus dones, ó los dilata, y permite que
duren en nosotros las malas inclinacio-
nes, p. 301.

Por confiar de sí, han venido muchos
siervos de Dios á dar miserables caidas,
p. 149, 150.

El conocimiento propio no causa des-
mayo, sino antes ánimo, p. 139, 154 y sig.
La humildad no es contraria á la magna-
nimidad, antes es fundamento y causa de
ella, p. 216 y sig.

No es humildad algunos desmayos que
nos suelen venir unas veces acerca de
nuestro aprovechamiento, otras acerca de
los ministerios con los prójimos, p. 155, 156.
Como hemos de ir cavando y ahondando
en nuestro propio conocimiento, comen-
zando del ser corporal, p. 142 y sig.

Un medio muy principal para conocerse
el hombre á sí mismo, y alcanzar la hu-
mildad, que es la consideracion de sus
pecados y miserias, p. 145 y sig.

El no saber uno si está en gracia 6 en
pecado es gran medio para andar humi-
llado, p. 146.

Que por mas que ahondemos en nuestro
propio conocimiento, hay mas que ahon-
dar, p. 153.

Otros bienes y provechos grandes que
hay en este ejercicio, p. 151 y sig., 156 y sig.
Por qué ama Dios tanto la humildad,
p. 142.

Por qué los Santos se tienen en tan poco
y son tan humildes, y mas cuanto mas
santos, p. 138 y sig., 153.

Como nos habemos de ejercitar en el
propio conocimiento para no desmayar ni
desconfiar, p. 148 y sig.

Cuánto conviene que no se nos pase dia
en que no gastemos algun tiempo en esto,
p. 158.

Este ejercicio no es de solos principian-
tes, ni es triste y melancólico, ni causa
turbacion y desasosiego, sino antes gran
paz, quietud y alegría, p. 161, 162.
Verbo Humildad.

Compañía de Jesús.

Por qué se le dió este nombre, p. 140.
La perfeccion grande que pide su Insti-
tuto, p. 23 y sig., 27 y sig., 210.

La causa de ser suave el gobierno y mo-
do de proceder de ella, p. 24, 26, 27.

Debemos ser agradecidos á Dios, que
habiendo en ella cosas de suyo muy difi-
cultosas, nos las haya hecho fáciles y
suaves, p. 17.

Por qué han faltado algunos de ella,
p. 28, 29.

Cosas pequeñas.

Cuánto importa no las menospreciar,
p. 51.

Dos maneras de culpas pequeñas, y
cuánto importa no las hacer de propósito,
p. 451.

Hacer caso de cosas pequeñas es señal
que trata uno de perfecion, p. 105.
Cuánto mal hacen los que á los que son

Cuán dificultoso es conocerse el hom- muy exactos en cosas pequeñas les dan
bre á sí mismo, p. 158.
en rostro con ello. Y que no ha de dejar

Que es esta mas alta y mas provechosa uno esto por el qué dirán, p. 51, 95.

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