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basta para hacer concebir una idea exacta de su importancia y de su estension, ni los historiadores han podido individualizar uno en pos de otro los hechos memorables, ni aquellas acciones que marcan las costumbres, y presentan á los hombres bajo sus variadas formas por la impresion de las épocas y de un pais en particular. Gran parte de estos hechos y de la historia de los hombres que los han producido ó como primeros agentes ó como bruscos instrumentos de su accion se halla diseminada en papeles anónimos, en folletos mezquinos, ó en periódicos apasionados; y esta falta de unidad es un inconveniente demasiado grave para descubrir la verdad, precisamente en aquella clase de escritos cuya redaccion está sujeta cuando menos á la influencia de los tiempos y de las ideas dominantes. Reunir, pues, todos estos hechos y, analizados bajo un punto de vista imparcial y justificado, presentarlos despues con las formas y la severidad histórica nos ha parecido un trabajo, si bien difícil y escabroso, útil al menos y digno de esta época de discusion y de teorías.

Este fue nuestro primer pensamiento al recordar los ruidosos y graves sucesos que en pocos años han agitado el antiguo reino de Valencia, y cuya multiplicacion prodigiosa ha dado lugar á los grandes cambios políticos que ha sufrido la Nacion desde el principio del siglo actual; pero concebida esta idea luminosa, aunque árdua en su aplicacion, creimos aumentar el interés de nuestro plan, recorriendo nuestros anales venerables y nuestros siglos heróicos para recopilar en una sola la historia general de Valencia, desde su fundacion hasta llegar á la época precisa que mas habia llamado nuestra atencion. Esto halagaba nuestro espíritu de vincialismo, pero nos arredraba la inmensidad de los materiales, y la dificultad de poder continuar una obra de tiempo, de meditacion y de estudio en unas circunstancias en que la paz estaba muy lejos de ofrecernos el espacio necesario y la tranquilidad suficiente para dedicarnos ahincadamente á una ocupacion séria, seguida y altamente filosófica. Por otra parte va desapareciendo la memoria de nuestros hechos antiguos; y la ignorancia de los propios y la especulacion de los estraños ha devorado muchos preciosos monumentos literarios, cuya posesion honraba á la ciudad

pro

del Cid. La destruccion de los conventos ha envuelto en sus ruinas una gran porcion de manuscritos y de obras preciosas, cuya falta no se reparará jamás, y cuya pérdida es preciso lamentar. Los egemplares de nuestros cronistas é historiadores han desaparecido en la revuelta de los tiempos, y en la preocupacion de las innovaciones políticas: y el recuerdo, pues, de tantas glorias casi olvidadas y el sentimiento que nos inspira la pérdida de esos restos de nuestra respetable literatura antigua, ha contribuido poderosamente á dar impulso á nuestro pensamiento histórico, y animarnos á recoger esos despojos sagrados, que si bien existen raros en manos de unos pocos hombres ilustrados y conocedores de su mérito, se hallan muy próximos tambien á desaparecer en la horrorosa tempestad con que luchamos. Nosotros, pues, que profesamos una veneracion profunda á nuestros antiguos historiadores y literatos de Valencia, satisfacemos por nuestra parte una necesidad literaria, recogiendo aquellas obras venerables y formando con la crítica que reclama la mas severa despreocupacion una historia completa de nuestra ciudad y reino, sin permitirme no obstante esas difusas é intrincadas cuestiones históricas, ni esos largos comentarios donde puede brillar la mas vasta erudicion, pero que harian, sin embargo, demasiado voluminosa una obra que hemos procurado reducir á las mas precisas proporciones. Recorreremos, pues, ligeramente y con referencia á nuestro pais la dominacion de los romanos desde la destruccion memorable de Sagunto por los cartagineses, atravesaremos con rapidéz los nebulosos siglos de la invasion de los godos, en que tan poco figura nuestra capital, trazaremos con los mas precisos contornos el cuadro de la dominacion de los árabes, y seguiremos la sombra gigantesca de D. Jaime I de Aragon, cuyo brazo formidable abrió las puertas de la Valencia árabe á sus caballeros y ricos-hombres, y cuya vasta capacidad creó, digámoslo así, un nuevo reino, que desde entonces ha ocupado brillantes páginas en la historia na

cional.

Continuando la sucesion de hechos memorables, de acciones heróicas y el recuerdo de aquellos caballeros de prez, cuyas hazañas honraron la memoria de los paladines del rey conquistador,

describiré los turbulentos años de las guerras sangrientas de la Union, hasta la época no menos sangrienta de las comunidades, espulsion de los moriscos y elevacion de la casa de Borbon al trono de San Fernando, hasta penetrar por fin en los tumultuosos acontecimientos de nuestro siglo, que merecen una particular atencion, porque de ellos nos falta todavía una historia completa y justificada. A esta relacion añadiremos noticias locales que juzgamos de interés; y procuraremos en fin recopilar cuantas noticias importantes contengan nuestras memorias antiguas para dar á esta narracion toda la variedad y atractivo que no esté en contradiccion con la sana crítica y el juicio mas imparcial.

Creemos haber esplanado nuestro pensamiento de la manera mas precisa, y solo hemos de responder á una duda que respecto de esa imparcialidad que ofrecemos conservar en nuestro pobre escrito podrá ocurrir á algunos de los lectores, al ver nuestro nombre oscuro ligado á ciertas creencias, á determinados principios y á marcados y recientes hechos políticos. Nuestra única contestacion es suplicar á nuestros lectores tengan presente que referiremos los hechos, sin comentarios y solo con aquellas cortas y precisas reflexiones que creamos de oportunidad, ó para ό hacer mas inteligible un pasage histórico ó que naturalmente pueden ocurrir á los mas desimpresionados y justos: y que cuando recorran los recientes acontecimientos, en los que hemos tenido una pequeñísima parte juzguen en conciencia y en la soledad de su estudio de nuestra veracidad y buena fe. Esto basta, en nuestro concepto, para tranquilizar á los que preocupados ó distantes del centro de los sucesos han creido nuestro nombre ligado al carro sangriento de la revolucion, con una venda en los ojos y hollando al par de sus ruedas devastadoras, sin conciencia política y con el hacha de la destruccion en la mano, las instituciones, las leyes, las costumbres y la moralidad de esta nacion respetable. Cualquiera que sea, sin embargo, el concepto que algunos hayan podido formar de nuestros principios, estamos persuadidos de que cambiará á medida que se lea esta historia, y se convencerán tambien de que cualquiera que sea hoy nuestra creencia política reservada para el lugar respetable de nuestra conciencia, al

escribir la historia seremos únicamente historiadores. Y si á pesar de la verdad con que los desengaños suelen producirse, se diera una interpretacion maliciosa á algunos de nuestros pensamientos, protestamos de la manera mas solemne contra esas suposiciones injustas y quedaremos satisfechos, si, concluida la obra, podemos facilitar un camino mas seguro para que otro mas digno, corrigiendo nuestros errores, aprovechándose de nuestras fatigas y alcanzando otros tiempos, logre trazar con mayor estension, con mas copia de datos y nuevos descubrimientos literarios, la Historia completa y cronológica de Valencia. Con esto creemos hacer un obsequio á nuestros paisanos, á la memoria de nuestra ilustrada antigüedad y á las exigencias justas, y al deseo de saber de nuestros sucesores. Y si al través de las numerosas publicaciones que fatigan hoy las prensas españolas merecemos llamar sobre esta produccion la atencion y los votos de nuestros paisanos, bajaremos al sepulcro con la dulce esperanza de que alguna flor, aunque solitaria, se confundirá modestamente entre la tierra que lo cubra, y que alguna lágrima bañará las páginas en que ostentamos con entusiasmo la admiracion que nos inspiran las glorias de la ciudad del Cid.

TOм. I.

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