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12. Ciceron era tan gran filósofo como orador. Él era á la vez el Platon y el Demóstenes de los latinos. Había hecho un estudio tan profundo de la filosofía de los griegos como de su literatura. Habia aprendido la una y la otra, no solo en sus libros, sino en sus escuelas, porque en Grecia fué donde hizo sus estudios. Él admiraba los filósofos griegos, especialmente á Platon, hasta el fanatismo; y los apreciaba hasta rayar en locura. Él fué el primero de los latinos, como se gloría él mismo, que trasplantó á la lengua del Lacio las doctrinas de los filósofos de Atenas. Sus libros filosóficos son el repertorio mas completo y mas exacto de todos los sistemas de la filosofía griega. Por consiguiente, el juicio que este grande hombre del paganismo hace de la filosofía griega, no puede ser sospechoso á na→ die. No se le puede acusar, con respecto á los griegos, de malevolencia ni de mala fe, de ignorancia ni de incompetencia.

Pues bien: ¿quereis saber lo que, segun Ciceron, enseñó al mundo la filosofía de los griegos con respecto á la primera y mas importante verdad, esto es, con respecto á la existencia y la naturaleza de Dios? Abrid los tres enormes libros que compuso sobre este asunto.

Ciceron no espera en sus diálogos á que la fuerza de los principios, el interés y el calor de la discusion le obliguen, para pronunciar su sentencia de condenacion contra la razon que confiada únicamente en sus fuerzas, quiere decidir sobre lo verdadero y lo falso, convenciéndola al mismo tiempo de impotencia para encontrar por sí misma la verdad. En el principio de esta grave é importante discusion declara del modo mas solemne que la cuestion que va á

tratar es por sí sola una demostracion sin réplica de que el principio fundamental de la razon filosófica es la ignoraneia; que el error, la incertidumbre y la duda son su consecuencia natural y necesaria.

Ved aquí, pues, lo que dice: «Entre la multitud de cuestiones que la filosofía ha suscitado sin baberlas podido resolver jamás, una de las mas dificiles y de las mas oscuras es la que trata de la naturaleza de los dioses. Sobre este importante asunto los hombres mas sábios han emitido opiniones tan diversas y tan contradictorias, que por este solo hecho estamos autorizados para pensar que el principio de toda filosofía es la necedad, y que los académicos son muy sábios en rehusar su asentimiento á las doctrinas filosóficas como á cosas inciertas Ꭹ oscuras (4).

Así, pues, la introduccion á una disputa que un filósofo suscita en una asamblea de sábios, con intencion de llegar por medio del raciocinio á la primera de todas las verdades, no es otra cosa que un acta de acusacion en regla, y la promulgacion del mas terrible anatema contra la filosofía.

En seguida Ciceron, en persona de Veleyo, uno de los interlocutores de sus diálogos, hace esta importante observacion «Si la mayoría de los filósofos, dice, está de acuerdo en la opinion muy verosímil de que existen dioses, es porque solo se ha consultado la naturaleza y la

(1) «Cum multæ res in Plilosophia nequaquam satis explicatæ sint; tum perdifficilis et perobscura quæstio est de natura deorum; in qua tam variæ sunt doctissimorum hominum, tamque discrepantes sententiæ, ut magno argumento esse debeat, causam, id est, principium Philosophiæ, esse inscientiam; prudenterque academicos à rebus incertis assensionem cohibuisse.» (De Nat. Deor., lib. 1.)

creencia universal, que nos dice á todos que hay un Dios, Mas cuando se ha querido raciocinar sobre la naturaleza de este Dios, la razon de esos mismos filósofos se ha manifestado tan débil y sus opiniones tan extravagantes y tan opuestas, que no es posible entenderlos ni seguirlos en su discusion. Habiéndolo ellos combatido y negado todo, no se les debe agradecer que exista todavía en el mundo algun vestigio de religion y de piedad, pues que hicieron cuanto estaba de su parte para destruirlas, enseñando que los dioses no tienen cuidado alguno de las cosas humanas (1)..

«Pues bien: ¿quereis conocer, continúa el interlocutor, sus opiniones? Yo os las voy á referir; mas vosotros veréis en ellas, mas bien que pensamientos admirables y portentosos de filósofos que raciocinan, extravagancias de enfermos que deliran (2)

› La estupidez de los platónicos es prodigiosa. Dios debe ser, segun ellos, de figura redonda, porque segun Platon, la figura redonda es la mas perfecta y la mas bella, y Dios debe tener la figura mas bella y mas perfecta. Mas supuesto que cada uno debe seguir su razon, y no referirse mas que á ella en el juicio de las cosas, ¿qué podrá responderme Platon si yo afirmo que Dios es y debe ser de fi

(1) « Plerique qui, quod maxime verisimile est, et quo omnes, duce naTURA VEHIMUR, deos esse dixerunt, tanta sunt in varietate et dissensione constituti, ut eorum molestum sit enumerare scntentias. Sunt qui omnino nullam habere censent humanarum rerum procurationem deos: quorum si vera sententia est, quæ potest esse pietas, quæ sanctitas, quæ religio? » (De Nat. Deor., lib. 1.)

(2) « Audite portenta et miracula, non disserentium philosophorum, sed somniantium.» (Ibid., lib. 1.)

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gura cónica, cilíndrica, piramidal ó cuadrada, supuesto que segun mi razon, no es lá figura redonda la mas bella y mas perfecta de todas, sino la cuadrada, la piramidal, la cónica ó la cilíndrica (1)?

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Segun Talés, Dios es una inteligencia que habiéndolo formado todo con agua, el primero de todos los elementos, formó el mundo por consiguiente del agua; y á pesar de sostener que Dios debe ser incorporal, le unió el agua, para que pudiese obrar con el auxilio de un cuerpo, como si una inteligencia no pudiera existir sin cuerpo (2).

» Anaximandro piensa que los dioses nacen y mueren en ciertas épocas, como los hombres. Nada hay mas absurdo; porque no puede admitirse un Dios que no sea eterno (3).

»Anaximenes establece que el aire es Dios; que á pesar de haber sido Dios engendrado, no por eso deja de ser inmenso é infinito. Otro absurdo; porque todo lo que nace debe morir; y todo lo que tiene principio debe tener fin (4).

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› Anaxágoras fué el primero de todos los filósofos en pensar que el órden de los séres y su modo de existir ha

(1) « Admirabar tarditatem eorum (Platonicorum) qui deum rotundum esse velint, quia ea forma ullam negat esse pulchriorem Plato. At mihi vel cylindri, vel quadrati, vel coni, vel pyramidis videtur esse formosior.» (De Nat. Deor., lib. 1.)

(2) Thales aquam dixit esse initium rerum; Deum autem eam mentem quæ ex aqua cuncta fingeret. Si dii esse posunt sine sensu, sed mente, cur aquam adjunxit, si ipsa mens constare potest vacans corpore?» (Ibid.)

(3) «< Anaximandri opinio est, nativos esse deos, longis intervallis orientes occidentesque. Sed nos Deum, nisi sempiternum intelligere qui possumus?» (Ibid.)

(4) «Anaximenes aerem Deum statuit, eumque gigni esseque immensum et infinitum, quasi non omne quod ortum sit mortalitas consequatur.» (Ibid.)

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sido obra de la fuerza y de la razon de un espíritu infinito, que carece de cuerpo. Pero yo protesto que no puedo comprender, ni por consiguiente admitir, que una inteligencia simple é incorpórea sea capaz de sentimiento y de accion sobre los cuerpos (1).

» Segun Crostoniates, el sol, la luna, las estrellas У las almas de todos los hombres son dioses. Pero ¿puede tolerarse una extravagancia como esta, que atribuye á cosas mortales la divinidad y la inmortalidad (2)?

Pitágoras cree que Dios es una grande alma infusa en toda la naturaleza corpórea; y que de esa alma nacen las nuestras, como partes desprendidas de un todo; de modo que ese pobre dios está obligado á verse desgarrar y convertir en jirones á cada instante. Además Pitágoras deberia explicar cómo el hombre es ignorante; acaso puede ignorar cosa alguna el ser que es una parte de Dios que todo lo sabe, y que es Dios en sí mismo (3)?

> Jenófanes afirma que Dios es todo lo infinito, unido á una inteligencia. Esta opinion es por una parte tan absurda como la de los otros, pues que admite una inteligencia que siente, aunque no tiene sentidos; y por otra parte es mas

(1) «Anaxagoras primus omnium rerum descriptionem et modum mentis infinitæ vi et ratione confici voluit. Cingi corpore externo ei non placet. Aperta et simplex mens, nulla re adjuncta, quæ sentire possit, fugere intelligentiæ nostræ vim et notionem videtur.» (De Nat. Deor., lib. 1.)

(2) « Crotoniates qui soli et lunæ, reliquisque sideribus animoque divinitatem dedit, non sensit sese mortalibus rebus immortalitatem dare.>> (Ibid.)

(3) «Pythagoras, qui censuit animum esse per naturam rerum omnem intentum et commeantem, ex quo animi nostri caperentur, non vidit, distractione humanorum animorum, discerpi et dilacerari Deum. Cur autem quidquam ignoraret animus hominis, si Deus esset?» (Ibid.)

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