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ciones, le presentarian sus dones, publicarian por todas partes la gloria, la magnificencia, la magestad y la grandeza del Mesías nacido.

Despues que se hubiese publicado en Judea el nacimiento del Mesías, y los varones esclarecidos é iluminados anunciasen públicamente la gloria de la casa de Israel, se oiria en Ramá la voz de Ra* Ierem. 31. 15. quel *, se extenderian á todas partes las lamentaciones de las madres afligidas sobre la muerte de

sus tiernos hijos: desde la ciudad de Betlehen, sepulcro de la amada esposa de Jacob (que perdió su * Gen.35.16.17. vida al tiempo que la dió á su hijo *), se escucharian los llantos sobre la cruel muerte de las inocentes víctimas del furor de la incredulidad; las desconsoladas madres perturbarian el ayre con sollo

la estrella, adorado por los Magos,
y reconocido por Dios: en este lu-
gar humilde adoráron los Reyes
al niño Jesus, sin hallar en su ex-
terior, ni ver en su Madre, ni
notar en su situacion cosa alguna
que pudiese indicar riquezas del
mundo, glòria del siglo, ni gran-
deza de la tierra. No se escanda-
lizáron de ninguna cosa que se
presentó delante de sus ojos, y con
una prodigiosa humildad le ofre-
ciéron sus oblaciones, le presentá-
ron sus dones de oro, incienso y
mirra, las producciones mas apre-
ciables de su pais, por las quales
le confesáron por su glorioso Rey
y Salvador, su Mesías Dios y hom-

bre. No puede haber suceso más singular; y este, al mismo tiempo que fue anunciado por David cerca de mil años antes del nacimiento del Mesías (a), se ve por la relacion de S. Mateo (b) en su perfecto cumplimiento. Nadie puede dudar de esto, pues no solo no se hallaba jamas oposicion contra su légitimidad y verdad, sino que se ve contestada por autores profanos, como Plinio (c) y Châlcidio (d); aunque algunos críticos modernos, por dudar en todo, sospechan la legitimidad de estas relaciones de los profanos, mas no tienen otro fundamento para hacerlo que su propia voluntad.

(a) Ps. 71.0.8. (b) Cap. 2. (c) Lib. 2. c. 25. Hist. nat. (d) Com. in Tim. pag. 19.

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* Cap. 9. v. 25.

zos, y regarian los fértiles campos de Efratá cont sus lágrimas en vista de los cruentos sacrificios ofrecidos en el nacimiento del grande y glorioso sacrificio sin mancha, como en otro tiempo derramáron en Egipto la sangre de los niños hebreos, y ahogáron los inocentes de la posteridad de Jacob quando nació su Legislador, y el Redentor de aquella esclavitud 17: y el Mesías desde la misma hora Exod. 1. 16. de su nacimiento hasta el tiempo en que se cumpliese en él la profecía de Daniel * esto es hasta que fuese muerto sin culpa, tendria que padecer la mordedura de la serpiente; pues desde que saliese como un pimpollo de la tierra seca seria despre- * Is. 53.9. 1. 2. ciado de los hombres, perseguido de los mortales, y afligido de los pecadores. Apénas viese la luz del mundo le buscarian para darle muerte y para borrar su memoria del universo; lo mismo que practicáron los crueles Egipcios con Moyses, procurando con sus injustos preceptos y mandatos inhumanos destruir el mensagero, matando los niños recien

17 El Profeta Jeremías (a) habla en este capítulo del cautiverio

de las diez tribus de Israel, representando todo el reyno de estas baxo el nombre de Efrain (por ser su primer Rey Jeroboan, de la tribu de Joseph y de la familia de Efrain), y Raquel, como progenitora de este, llorando sobre la destruccion de sus hijos. El Evange lista San Mateo (b) explicó esta

alegoría profética de los inocen-
tes que por orden del impio Hero-
des fuéron degollados en Betlehen
quando nació el Salvador del mun-
do; y Raquel, cuyo sepulcro esta-
ba cerca de esta ciudad, repre-
senta las afligidas madres llenas
de dolor llorar la muerte de sus
propios hijos, tierno fruto de su
vientre; de manera que están con-
formes el Profeta y el Evangelista.

(a) Cap. 31. (b) Cap. 11. D. 18.

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nacidos 18. Quando los extrangeros viniesen de léjos á buscar al Rey de los Hebreos para adoPsalm.71.10. rarle y ofrecerle dones estos le buscarian para darle muerte, y privar al mundo de la gloriosa redencion y salvacion; pero como en Egipto se cumplieron los designios del supremo Autor de todo ser, el qual salvó á Moyses su siervo fiel miéntras muriéron innumerables inocentes, así miéntras se derramase la sangre de un número crecidísimo de tiernos niños, libertaria el Padre eterno á su Hijo único Salvador del mundo. Y como el Legislador hebreo tuvo que huir del pais de su nacimiento para salvar su vida de las manos crueles y bárbaras de sus enemigos, así el Maestro de la justicia tendria que escapar para salvar su vida, para cumplir en el espíritu lo que cumplió Moyses y el pueblo de Israel en la letra, pues el Señor llamaria á su Hijo, á quien ama desde Egip* Ose. c. 9. v.1. to * 19: y como despues que murió el Rey de

18 Como la mayor parte de los personages del viejo Testamento prefiguráron al Salvador, como él mismo declaró del Profeta Jonás, no puede haber duda alguna en que Moyses, legislador de la Ley antigua, redentor del pueblo Hebreo de la esclavitud de Egipto, y mediador entre Dios y los Israelitas, fué verdadera figura de Jesu christo; y así como los enemigos del pueblo elegido buscáron la destruccion y la muerte de Moyses

por medio de una ley general sobre todos los recien nacidos varones hebreos en Egipto, así los enemigos de la salvacion del mundo y del pueblo fiel buscáron la muerte del Salvador por medio de un precepto universal que comprehendió á todos los niños de Betlehen.

19 Los incrédulos oponen este pasage del Exôdo (a) contra Moyses, y dicen que este habia hecho la mayor injusticia y crueldad con matar á un Egipcio, á quien ocul

. (a) Exod. cap. 2. v. 12.

Egipto que deseó la muerte de Moyses, le llamó
Dios para volver á su patria* 20, así muriendo el *Exod. 2.32.-

tó en la arena, pues dos de su propia nacion le echáron dicha barbaridad en cara quando se metia para separarlos en una pendencia que tuviéron entre sí, diciendole (a): Quis te constituit principem et iudicem super nos? num occidere me tu vis, sicut beri occidisti Aegyptium? pero estos críticos insensatos jamas leen la sagrada Escritura con otro fin que con el de oponerse á ella: endurecen sus corazones con la incredulidad, y obcecan sus ojos para no ver el esplendor que resalta de la Biblia. La sagrada Escritura, que contiene la historia mas fiel de la antigüedad, refiere los hechos con la mayor fidelidad; y Moyses no pudo ni debió omitir un hecho suyo, aunque contrario á su propio honor y estimacion: su pluma, dirigida por el Espíritu de la verdad, expresó los sucesos, y jamas ocultó ninguna cosa por ningun motivo. Así lo practicáron generalmente todos los autores sagrados, pues David pintó con los colores mas vivos la enormidad de su pecado; los Profetas registráron con la mayor puntualidad los hechos de sus Príncipes y Monarcas; y los Evangelistas no dexáron de referir la negacion del Príncipe de Ios Apóstoles: y por tanto los mismos pasages de los libros sagrados que los incrédulos producen con→

tra la Religion revelada, prueban con la mayor claridad su verdad y legitimidad. Pero volviendo á nuestro texto diré lo que respondió S. Agustin á Faustino (b): Non videtur hoc potuisse Moyses, qui nullam adbuc legitimam potestatem gerebat, nec acceptam divinitus, nec bumana societate ordinatam; mas el Santo Doctor consideró despues que respondió así al incrédulo Manichêo lo que dice la sagrada Escritura en los Actos de los Apóstoles (c), en que el Espíritu Santo nos enseña, que fue por especial órden y providencia divina lo que habia hecho Moyses con el Egipto, pues dice: Existimabat autem intelligere fratres, quoniam Deus per manum ipsius daret salutem illis..... Por eso concluyó (d): Ut per boc testimonium videatur Moyses iam divinitus ad monitus, quod scriptura eo loco tacet, boc audere potuisse.

20 Despues que Moyses se refugió en la tierra de Madian le dixo Dios (e): Vade, et revertere in Aegyptum: mortui sunt enim omnes qui quaerebant animam tuam: y casi en los propios términos habló el ángel del Señor con Joseph en Egipto despues que se refugió á él con el niño Redentor (f): Surge, et accipe puerum, et matrem eius, et vade in terram Israël: defuncti sunt enim, qui quaerebant animam pueri,

(a) Exod.2. 14. (b) Lib.22.c.7. (c) Cap.7.v.24.25. (d) August. in Exod. q. 2. (e) Exod. 4. 19. (f) Matth. 2. 20.

4. 19.

cruel Rey que buscaria la muerte del Mesías, le llamaria el Señor desde Egipto.

Quando se aproxîmase el tiempo en que el Mesías habia de publicar la universal redencion, ten*IS.40. v.1.3. dria que anunciar su venida * una voz que clamase en el desierto para preparar los corazones de los pecadores, purificar las iniquidades con la penitencia, y baxar las alturas de la soberbia y las montañas * del pecado del pueblo elegido ". El ángel del Señor dispondria el ánimo del pueblo * para que recibiese con obediencia y humildad su doctrina, y volveria los corazones de los hijos á las promesas que recibieron sus padres * 22. Y despues

* Ibidem v. 3.

* Malach. 3. 1.

* Ibidem 4. 6,

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21 Isaias dice: Vox clamantis in deserto: Parate viam Domini, rectas facite in solitudine semitas Dei nostri. Omnis vallis exaltabitur, et omnis mons et collis bumiliabitur, et erunt prava in directa, et aspera in vias planas. Et revelabitur gloria Domini.... Y Malachias: Ecce ego mitto angelum meum et praeparabit viam ante faciem meam. Et statim veniet ad templum suum Dominator, quem vos quaeritis, et angelus testamenti, quem vos vultis. Ecce veniet, dicit Dominus. Esta profecía se cumplió perfectamente en S. Juan Bautista, de quien expresamente dice el Salvador Jesuchristo (a): Hic est enim, de quo scriptum est: ecce ego mitto angelum meum ante faciem tuam, qui praeparabit viam tuam ante

te....; y en otro lugar (b) dice el Evangelista del mismo Bautista: Hic est enim, qui dictus est per Isaiam Prophetam dicentem: Vox clamantis in deserto: Parate viam Domini: rectas facite semitas eius. 22 En vano oponen los Judíos contra la Religion de Jesuchristo (c) lo que objetáron contra ella sus padres, diciendo: Elias fue anunciado para venir ántes de la venida del Salvador; y como no vino personalmente, concluyéron que el Mesías tampoco vino. Pero el mismo Salvador les respondió que Elías vendria (d): Elias quidem venturus est, et restituet omnia; pues no puede haber duda alguna en que los Profetas del viejo Testamento habláron de dos diferentes venidas del Mesías, llamando

(a) Matth. II. 10.-Marc. 1. 2.-Luc. 7. 27. (b) Matt. 3. 3. (c) Ibidem 17. 10. (d) Ibid. v. II.

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