Obrazy na stronie
PDF
ePub

que vivir, á fin de que sepa lo que me falta: notandum fac mihi, Domine, finem meum, & numerum dierum meorum, quis est, ut sciam quid desit mihi (1). Penetrados de este pensamiento nos aplicaremos á tener una vida arreglada, que es el gran medio de llegar a una buena muerte, como nos lo enseña san Gerónimo. A este grande hombre, á quien una larga experiencia habia hecho sábio en una infinidad de materias, pidieron sus discípulos, cuando estaba cerca de morir, que les dejase como por testamento aquella verdad moral de que estaba mas persuadido. ¿Qué pensais vosotros que les respondió este santo doctor? Yo voy á morir, les dijo, mi alma ya está en mis labios; pero os declaro que de todas las verdades de moral, aquella de que estoy mas convencido es, que apenas de cien mil personas que hubieren vivido mal, se hallará una sola que muera bien: y á fin de que no creais que lo que os digo es efecto de mi enfermedad: hoc teneo, esto es lo que creo: hoc multiplici experientia didici: esto apren

di

por una experiencia de mas de sesenta años: apenas de cien mil personas que hubieren vivido mal, se hallará una sola que muera bien. Pues no hay cosa que mas eficazmente nos mueva á vivir bien, que la memoria de la muerte. Si, como debeis, la teneis

continuamente presente, tendreis cuidado, hermanos mios, de conservaros en estado de gracia; y como esta vida está llena de peligros, y es fácil dar caidas; como la flaqueza de la naturaleza, la violencia de las pasiones, y otras mil causas os pueden hacer cometer alguna falta; os levantareis inmediatamente, y no os estancareis en el estado del pecado, segun aquel consejo del sabio: non demoreris in errore impiorum; ante mortem confitere (1): os confesareis con frecuencia, y exactitud; y porque la muerte puede sorprenderos, os asegurareis sobre el estado de vuestra conciencia; hareis aquellas limosnas, aquellos ayunos, y aquellas otras buenas obras que babeis dejado de hacer; restituireis esa hacienda, que temeis no haber adquirido legitimamente; en una palabra os pondreis en estado de morir de la muerte de los santos, quienes, como dice san Juan, van a Dios acompañados de sus buenas obras: opera enim illorum seguntur illos (2). Tales son los efectos que produce el pensamiento de la muerte.

Conclusion. Memor esto quoniam mors non tardat (3). Tomad la resolucion de destinar todos los dias algun rato a este pensamiento: Yo debo morir muy

(1) Ecli. 27, v. 16. (2) Apoc. 14, v. 13. (3) Ecli. 14, v. 12.

presto: todos los dias se llevan cuerpos muertos á en terrar; yo no soy de una complexion diferente de la de los otros: vendrá mi vez: memor esto. Haceos fa. miliar este pensamiento: quoniam mors non tardat. Es aguardar para muy tarde el pensar en la muerte, reservarlo para cuando sea necesario morir: es preciso pensar en ella con tiempo, y no interrumpie este ejercicio. Leemos en la Escritura (1), que despues que los israelitas adoraron el becerró de oro, Moyses cogió este idolo, lo rompió, lo hizo fundir para destruir su figura, lo deshizo, lo redujo á polvo, y tomando este polvo lo echó en agua, que hizo beber á los hijos de Israel: contrivit usque ad pulverem, quem sparsit in aquam: & dedit ex eo potum filiis Israel. Es necesario, hermanos mios, que para vuestra santificacion hagais alguna cosa semejan. te á esta. Si habeis hecho idolo de vuestro cuerpo, tomad este idolo, rompedlo, deshacedlo, ó por mejor decir, consideradlo como ya deshecho, roto y consu mido en parte por el calor natural que devora todos los dias alguna cosa de nosotros mismos: no basta esto; a fin de haceros la muerte mas presente, bebed el agua de este idolo desecho: como no hay cosa mas intima que el alimento que tomamos, y el agua que bebemos, servios del pensamiento de la muerte

como de un alimento y una bebida: dedit ex eo potum, &c. Siempre que os levantareis, consideraos como si nunca debie rais de acostaros, y cuando os acosTM tareis, consideraos como si nunca debierais de levantaros: mirad vuestos vestidos como el sudario con que estareis envueltos en el tùmulo: considerad todos los pasos que dais como otros tantos grados que os acercan á la muerte: dies mei breviabuntur, & solum mihi superest sepulcrum (1). Mis bienes se aumentan; pero mis dias se acortan; mi fortuna crece á proporcion de mi trabajo; pero mi vida se disminuye: yo corro á pasos largos á la eternidad, y no me resta ya sino un túmulo: et solum, &c. Ocupaos, hermanos mios, en estos pensamientos: con ellos una infinidad de pecadores llegaron á hacerse santos. ¿Por qué quereis que lo que ha convertido, y santificado á tantos otros no obre en vosotros los mismos efectos con el socorro de la gracia? Vivid, pues, cristianos, teniendo siempre presente la memoria de la muerte, y esperad que si sois fieles á esta práctica, tendreis el consuelo de morir con la muerte de los santos is gredieris in abundantia sepulchrum (2). Asi sea.

(1) Job, v. 17
(2) Job, 5. v 26.

PLATICA

PARA

LA DOMINICA DIEZ Y SEIS.

DESPUES

OSTÉS

De la santificacion del domingo y de las fiestas.

Si licet Sabbato curare? ¿Es licito curar los enfer mos en dia de sábado? En S. Lucas, cap. 14, v. 12.

EL Evangelio de este dia nos enseña que habien

"

do entrado Jesucristo un dia de sábado en la casa de uno de los principales fariseos á tomar alimento, le presentaron un hombre hidrópico. Sabiendo Jesus que los convidados le observaban y buscaban ocasio nes de acusarle y de desacreditar su conducta, les hizo esta pregunta ¿Es permitido curar á los enfermos en el dia de sábado? Los doctores de la Ley, y los fariseos que estaban presentes, no queriendo ni aprobar una accion que habian vituperado en otras

2

2

« PoprzedniaDalej »