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los de vuestros vecinos: sic loquimini, & sic facite. Veis á muchos de vuestos hermanos que caen en faltas sabeis que la caridad os obliga á reprenderlos; reprended los: sic, &c. Ricos, veis la miseria de los pobres: sabeis la obligacion que teneis de socorrerlos; socorred los: sic, &c. Pobres, decis que estais obligados á rogar por los que os hacen bien, y que no se debe envidiar á los ricos su riqueza, sino vivir contentos en la pobreza, hacedlo: sic, &c. En una palabra, en cualquier estado que estemos cumplamos con las obligaciones de la caridad, y esta virtud que dura siempre nos merecerá una recompensa que nunca acabará. Yo os la deseo, , &c.

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L Evangelio de este dia nos representa diez leprosos unidos por la sociedad de su miseria, que piden á Jesucristo su curacion. Se detienen lejos de él, porque no les era permitido acercarse á los lugares, ni á las persosas sanas por no inficionarlas : levantan su voz, y claman todos juntos: Jesus, nuestro Maestro, tened piedad de nosotros. Habiéndolos el Salvador percibido, les dijo: id, y mostraros á los sacerdotes, y

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biendo ido fueron curados. La deformidad que la lepra causa en el cuepo puede ser considerada como una imágen de la que el vicio de la impureza produce en las almas; deformidad tan grande, que hace de una criatura escelente en hermosura, y en la cual Dios habia tenido la complacencia de imprimir los rasgos de sus divinas perfecciones, un monstruo horrible, que no se podria ver ni sufrir. Se dice en el Evangelio, que los leprosos no se atrevieron á acercarse á Jesucristo, steterunt à longè, lo que puede significar bien, cuánto nos aparta de él el vicio de la impureza, que desfigura en nosotros la imágen de Dios. De este vicio emprendo hablaros hoy: vicio tan universalmente estendido, que desuela con tanto furor la herencia de Jesucristo: vicio, cuyas consecuencias son tan funestas, que sin misericordia de un Dios Salvador, seria incurable esta lepra. Quiero haceros ver lo primero: sus peligrosos efectos: lo segun. do: la dificultad que hay en convertirse de él. Señor, dignaos purificar mis labios: conducid mi lengua en un discurso, en que debo combatir el enemigo mas vergonzoso de vuestra pureza: dadme el espíritu de sabiduría para no decir nada que sea demasiado, y el de fuerza para vencer la resistencia del pecador, y obligarle á dejar sus desórdenes.

PUNTO PRIMERO.

Perder su honor, sus bienes y su alma, es lo mas que se puede perder; esto es, no obstante, lo que pierde un impúdico, y este es el efecto funesto de su brutal pasion.

I. Esta le deshonra: turpitudinem, & ignominiam congregat sibi,& opprobrium illius non delebitur (1). El impúdico, dice el sabio, se atrae una confusion y un oprobio que nunca se borrará. No es necesario emplear mucho tiempo en probaros lo que veis sensiblemente todos los dias ¿Cuál es la reputacion de un hombre sujeto á este vicio? Bien lo sabeis: todos le menosprecian, y nadie quiere tratar con él, ¿Qué se dice de una muchacha, ó de una muger libre? Como la miran ? Como á una infame, que ¿ no merece sino la confusion y el menosprecio, omnis mulier quæ est fornicaria, quasi stercus in via conculcabitur (2). Ved en la Escritura como Amon trata å Thamar. Cuanto mas la habia amado mas aversion la tiene, y llega al estremo de hacerla salir de su cuarto, y de mandar á sus criados que la cojan, y echen como á una infame: ejice hanc à me foras,

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(1) Prov. 6, v. 33.

(2) Eccli. 6, v. 10.

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& claude hostium post eam (1). Ved como es tratada Jezabel: creia atraer la estimacion, ó á lo menos la compasion de Jehú, rey de Israel : para este efecto habia puesto afeites en su rostro : habia cargado su cabeza de diferentes adornos, y puestose magnificos vestidos: no obstante, ¿qué dice Jehú? Arrojad á esa infame por la ventana, y queriendo despues darle sepultura, ya no se halló sino su cráneo, y algunos extremos de sus manos, y de sus pies: los perros habian lamido su sangre y devorado lo restante de su cuerpo hæccine est illa Jezabel (2)¿Es esta aquella Jezabel, decian los pasageros con sumo menosprecio? ¿Esta es aquella muger, que tuvo tantos adoradores y que causó tantos escándalos?

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Los hombres impúdicos no son mas bien tratados que las mugeres. Son ricos y poderosos? Exteriormente se tiene algun respeto á su autoridad; però interiormente y en el corazon los menosprecian, y son mirados como infames. Están en la afliccion, ó ट en la pobreza? Los señalan con el dedo y se burlan de ellos. Asi un impúdico, aun en esta vida trae sobre sí la confusion de su pecado. Deshonró su propio cuer po á los ojos de Dios, y Dios permite que sea él mis

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