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gua, que era comun en aquel tiempo en la Palestina, mezclada de Syríaco y Caldaico, á instancias se cree de los Judíos convertidos , y como seis años despues de la muerte del Señor 2 con el fin sin duda de comunicar á los de su nacion la luz de la verdad. No se sabe, quien fué, el que le trasladó á la lengua Griega, y de esta á la Latina; pero consta ciertamente, que una y otra traslacion son muy antiguas y estando canonizadas con la decision y uso de la Iglesia Cathólica, esto solo debe bastar, para que no se ponga duda en la authenticidad, y autoridad que

tienen.

Jesu-Christo, como hemos dicho, escogió á San Mathéo, para que nos dexase escrito un público testimonio de la vida, predicacion, muerte, y resurreccion del Salvador; esto es, del cumplimiento de las promesas hechas al género humano, de su libertad y rescate á precio de la sangre del Divino Redentor. Y siendo tan autorizado, y con tales circunstancias, el que dió este Santo Apóstol, no parece que era necesario el de otros, para apoyo de una verdad tan reconocida y asentada. Esta objecion, que se hace San Juan Chrysostomo 3, la desata él mismo diciendo: que habiendo sido todos quatro Evangelistas unos órganos, de que se valió el Espíritu Santo, para comunicar á los hombres la verdad. def Evangelio, el testimonio de uno solo de ellos hubiera sido inas que suficiente, para establecerla y asegurarla; pero que el Señor quiso, que esta verdad quedase confirmada con la declaracion de muchos testigos, no tanto por la verdad en sí misma, quanto para mayor confusion de los que tuviesen osadía de combatirla. Quando quatro hombres escriben sobre un mismo argumento en tiempo y lugares diferentes, sin comunicarse ni tratar los unos con los otros, y que parece que todos hablan por una misma bose puede esto mirar como una prueba convincente de la verdad de lo que escriben. Y aunque parezca, que en algunos luga

са,

I Chrysost. Præf. in Matth. Origen. ap. Euseb. Hist. Eccles. lib. VI. 2 Epiph. Heres. LI. 4. 3 Chrysost. ubi sup.

cap. xxv.

res varían entre sí, esto mismo sirve de mayor prueba, para confirmar, que es verdad lo que dicen. Porque si no se hallase alguna diferencia en sus expresiones, ó en los tiempos y lugares en que hubiesen escrito; no habria razon con que poder persuadir á los enemigos de la verdad Evangélica, que habian dexado de unirse, y de comunicar unos con otros, para escribir como de concierto unas mismas cosas.

Pero lo admirable es, que estas diferencias que se notan en estos quatro sagrados Escritores, no tanto se hallan en las mismas cosas, quanto en la manera de referirlas; siendo por otra parte tan constante la uniformidad que guardan en las cosas substanciales, que miran á la verdad de la Religion, á la salud de las alīnas, y al arreglo de las costumbres, que solo se oye como una voz comunicada por quatro diferentes órganos ó instrumentos. Y en efecto, si hubieran escrito cosas contrarias los unos á los otros, ¿cómo su predicacion y doctrina hubieran podido ser tan universalmente recibidas en la tierra? ¿Cómo hubieran podido avasallar, y sujetar al dulce y suave yugo del Evangelio á unas naciones tan bárbaras y tan feroces, combatiendo sus errores con máximas tan contrarias, y repugnantes á la naturaleza, á la corrupcion, á los hábitos viciosos en que se habian criado, y á las tradiciones, que constantemente habian recibido los unos de los otros? ¿Cómo hubieran podido persuadirlas, á que derribasen sus ídolos, que despreciasen los bienes perecederos de la tierra, que aspirasen á los eternos del cielo, que reconociesen la esclavitud y ceguedad en que se hallaban, y que abrazasen la verdadera libertad

y claridad que les ofrecian? Cosas todas tan nuevas, tan nunca oidas, y tan sobre las fuerzas naturales no hubieran podido producir un efecto tan admirable, como la conversion de todo el mundo, si su verdad desde los principios no hubiera sido mirada, como incontestable, y como apoyada sobre testimonios de la mayor excepcion, y en todo conformes. Y esta es la prueba mas sólida, que San Juan Chrysostomo, y otros Padres reconocen de la perfecta uniformidad de los quatro Evangelistas, en lo que nos

dexaron escrito de Jesu-Christo, de su doctrina, y de su Evangelio.

, que era voz comun en su tiem

Despues de la Ascension del Señor, algunos Escritores antiguos dicen, que San Mathéo fué á predicar á la Ethiopia, y otros que á la Persia. Eusebio afirma I po, que Panthenes, Philosopho Stoico, habiendo abrazado la Religion Christiana, pasó á las Indias á fines del segundo siglo á predicar la Fé de Jesu-Christo, y que allí halló el Evangelio de San Mathéo escrito en Hebréo, á donde se cree haberlo llevado San Bartholomé, uno de los doce Apóstoles, que predicó en aquellas regiones. Tambien se refiere, que habiéndose descubierto el cuerpo de San Bernabé á fines del quinto siglo, se halló sobre su pecho el mismo Evangelio escrito en Griego; lo que prueba, que aun en el tiempo de los Apóstoles habia ya una version authéntica del Evangelio de San Mathéo en lengua Griega.

I Hist. Lib. Cap. x.

EL SANTO EVANGELIO

DE JESU-CHRISTO

SEGUN SAN MATHÉO.

CAPILULO I

Genealogía de Jesu-Christo segun la carne. El Angel revela á Joseph el modo con que habia concebido la Virgen.

I

Nacimiento del Señor,

Liber generationis Jesu

Christi filii David a, filii Abraham.

2 Abraham b genuit Isaac. Isaac c autem genuit Jacob. Jacob d autem genuit Judam, et fratres ejus.

3 Judas e autem genuit Pha res, et Zaram de Thamar. Phaautem genuit Esron. Esron autem genuit Aram.

res

4 Aram autem genuit Aminadab. Aminadab & autem genuit Naasson. Naasson autem genuit Salmon.

5 Salmon autem genuit Booz de Rahab. Booz autem genuit Obed ex Ruth. Obed autem genuït

Ι Esto es, descendiente de David y de Abraham segun la carne, como se vé por el árbol genealógico, que aquí se pone,

2 De Thamár su nuera, y por tanto de un incesto; porque como Christo vi

e

C

Libro de la generacion de

Jesu-Christo hijo de David, hijo de Abraham.

2 Abraham engendró á Isaac. Y Isaac engendró á Jacob. Y Jacob engendró á Judas y á sus hermanos.

3 Y Judas engendró de Thamár 2 á Pharés, y á Zara. Y Pharés engendró á Esrón. Y Esrón engendró á Arám.

4 Y Arám engendró á Aminadáb. Y Aminadáb engendró á Naassón. Y Naassón engendró á Salmón.

5 Y Salmón engendró de Raháb á Boóz. Y Booz engendró de Ruth á Obéd. Y Obéd engen

no á redimir pecadores, no rehusó nacer de pecadores. Por esta misma razon quiso, que se nombrasen tambien Bersabé adúltera, y Rabáb y Ruth, que fuéron extrangeras, y de humilde condicion.

a Luc. III. 31. b Gen. XXI. 3. Gen. xxv. 25. d Gen. XXIX. 35. Gen. XXXVIII.29.1. Paralip. 11.4. f 1. Paralip. 11. 5.Ruth. 1v.18. g Num.VII.12.

Jesse. Jesse a autem genuit David dró á Jessé. Y Jessé engendró á

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7 Salomon autem genuit Roboam. Roboam autem genuit Abiam. Abias e autem genuit Asa. 8 Asa autem genuit Josaphat. Josaphat autem genuit Joram. Joram autem genuit Oziam.

9 Ozias f autem genuit Joatham. Joatham & autem genuit Achaz. Achaz autem genuit Ezechiam.

10 Ezechias h autem genuit Manassen. Manasses i autem genuit Amon. Amon autem genuit Josiam.

11 Josias k ́autem genuit Je

I Muger.

2 Jorám no fué padre inmediato de Ozias, sino tercer abuelo; porque Jorám engendró á Ochôzías; Ochozias á Joázs Joáz á Amasías; y Amasías à Ozias. 1. Paralip. 111. 12. El Propheta Elías habia anunciado á Achâb Rey de Israél el exterminio de toda su descendencia. Y el Evangelista al parecer quiso executar esta sentencia por una especie de muerte civil, á lo menos hasta la quarta generación, en la genealogía de Jesu-Christo; porque Jorám estuvo casado con Athalia hija de Achab, de la qual tuvo á Ochozias padre de Joás, que to fué de Amasías, y éste de Ozias, que tambien se llamó Azarías. 11. Paralip. 111.

3 A Fechônias: se debe entender no inmediatamente, sino por medio de Joachim padre de Jechónías. 1. Paralip. III. 15. 16. Este Joachim no mereció tener lugar en la sepultura de los Reyes de Judá. JEREM. XXII. 8. Y por esta razon S. Mathéo creyó, que tampoco debia po

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nerse en la genealogía de Jesu-Christo. r sus hermanos: quiere decir, y á su hermano Sedecías: 1. Paralip. 111. 16. ó si tuvo otros, no los nombra la Escritura Hebréa. En el tiempo, ó ácia el tiempo de la transmigracion; porque Josías ya habia muerto, quando sucedió esta; la qual comenzó en el reynado de Joachim su hijo se continuó en el de Jechônías. iv. Reg. xxiv. 15. y 11. Paralip. XXXVI.1.2.En algunos manuscritos se lee: Ιωσίας δε εγέννησε τὸν ἰακείμ ἱακεία δε ἐγέννησε τον Ιεχονίαν, Fosias engendré á Facim: Facim engendró á Fechônías, &c. con la qual adicion se completau las veinte y ocho generaciones, que cuenta S. Mathéo desde David hasta Jesu-Christo; pues sin ella quedan defectuosas á no ser, que contemos en esta genealogía á María Santísima, honra, que por haber concebido á Jesu-Christo sin consorcio de varon, le hacen muchos, no obstante que las mugeres no tenian lugar en las genealogías.

a Ruth. IV. 18. b II. Reg. XII. 24. C III. Reg. XI. 43. d III. Reg. XIV. 31. e III. Reg. xv. 8. f 11. Paralip. xxvI. 23. g II. Paralip. xxvII. 9, 11. Paralip. xxvIII. 27. h 11. Paralip. XXXII. 33. i 11. Paralip. XXXIII. 20. k11. Paralip. XXXVI. 1. 2.

25.

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