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antiguamente mas arriba, se podrá continuar del mismo modo, quedando segura y sin riesgo. 2. Supuesto que no se pueda ó no se quiera, si la de tres naves seguida despues, será conveniente y bastante, y tal que merezca continuarse; y en tal caso qué elevacion debe dársele. 3." Qué forma ó continuacion de las dichas obras será la mas competente y proporcionada á la cabeza de la dicha iglesia, que está ya concluida. Exijieron juramento de los maestros de dar sus pareceres segun su conciencia, y vistos, el obispo y cabildo nombrarian, dos que formasen el diseño. Los maestros consultados fueron Pascasio de Xulbe, maestro de la fábrica de la iglesia de Tortosa, Juan de Xulbe, su hijo, director de dicha fábrica por su padre; Pedro de Valfogona, maestro de la fábrica de la iglesia de Tarragona; Guillermo de la Mota, asociado á este último en la obra de Tarragona; Bartolomé Gual, maestro de la iglesia de Barcelona; Antonio Canet, escultor y maestro de la iglesia de Urgel; Guillermo Abiell, maestro de las iglesias de Santa María del Pino, y de otras

de Barcelona; Arnaldo de Valleras, maestro de la iglesia de Manresa; Antonio Antigoni, maestro mayor de la iglesia de Castellon de Ampurias; Guillermo Sagrera de la de S. Juan de Perpiñan; Juan de Guinguamps, habitante de Narbona; y el último Guillermo Boffiy, maestro de la iglesia misma de Gerona. Hecha la informacion, en la que se tardó mas de un año (pues fueron preguntados los artifices en distintos meses), en el de marzo de 1417 se juntó el cabildo á son de campana despues de celebrar misa de la Santísima Virgen, al que asistieron el obispo Dalmacio, Dalmacio de Rasset, arcediano de la Selva; Arnaldo de Gurb, Juan de Pontós, canónigos; Guillermo de Buryarols, sacristan segundo; Juan Bosch, tesorero; Juan Gabriel Pavia, Pedro de Bosch, Guillermo Marineri, Pedro de Sala, bachilleres en decretos y presbíteros capitulares, y del referido capítulo.

4 Congregados del modo dicho, y examinados los pareceres de los artífices, por unánime consentimiento decidieron que la obra antigua de la iglesia de Gerona debia conti

nuarse bajo el plan de una nave, y fundaron su decision en las razones siguientes que dejaron estampadas para apoyar su decision. 1. Porque consta claramente de los pareceres de los arquitectos, que si se continua de tres naves la obra, es indispensable derribar lo que se ha hecho sobre el coro hasta los capiteles por la fealdad que resultaria de lo contrario, y hacerlo de nuevo conforme a las medidas de lo empezado ya. 2.° Que consta por los votos de los mismos, excepto uno, que esta obra grande comenzada de una nave es firme, permanente y segura, si se continua como ha sido emprendida, y que nada hay que temer de los terremotos, truenos y vientos. 3.° Que muchos de los dichos son de parecer que la obra de una nave será mas grandiosa, mas notable y proporcionada á la cabeza ya principiada que la de tres. 4.° Que tendrá mucha mayor claridad, lo que es muy apreciable. Y 5. que se evita rán gastos, porque se necesita mas y mas tiempo para hacer tres que una. Fundados en estas poderosas razones, se continuó la obra bajo el plan de una nave, que probablemen

te ejecutaria el arquitecto de la misma iglesia Guillermo Boffiy, cuyo parecer fue: que la obra de una nave empezada mas arriba se podía hacer y continuar muy bien; y continuada, será firme y segura sin duda alguna; y que los zócalos y los otros que se hagan como ellos, son y serán buenos y firmes para sostener la dicha obra de una nave. Añade, que es verdad que los dichos zócalos, aunque no fuesen tan robustos, serian suficientes para sostener la dicha obra de una nave, pues tienen un tercio mas de anchura de lo que necesitan, por lo que son fuertes y sin peligro alguno. Respondió á la segunda pregunta, que no debe continuarse la obra en tres naves en comparacion de la una, porque seria deforme y costosa: y á la tercera dijo, que la de una era mas proporcionada y conforme á la cabeza de la iglesia, y que continuada bajo una, tendria tales ventajas y luces, que seria cosa muy hermosa y notable. Véase el apéndice núm. 1.o

5 Con mucha lentitud debió continuarse la obra proyectada, pues como dijimos en el tomo 44, pág. 120, en el año

principio á ella en el año de 1607. Tres son las entradas á este magnífico templo ademas de otra que tiene de comunicacion con el palacio episcopal. Las dos son las principales, y la tercera da salida al cláustro que está á la parte del norte. La que forma la fachada y mira al poniente es grandiosa, y se sube á ella por la escalera dicha que concluyó el señor Pontich, que seria suficiente á inmortalizar su nombre, aun cuando no bastasen y sobrasen para esto sus virtudes. La fachada principal de la iglesia se compone de tres cuerpos de arquitectu ra de órden corintio, pero estropeado con rasgos de mal gusto, y el último cuerpo está cortado en el medio por una vidriera circular, á cuyos lados hay dos estátuas, una de la Caridad y otra de la Esperanza, y á la parte de abajo se halla la de la Fé. Concluyóse esta obra en el año de 1733; pero se hallan todavía vacíos siete nichos que estan pi diendo de justicia siete estátuas. La puerta de los Apóstoles que cae á la parte del mediodia, se llama asi por doce estátuas de los Apóstoles que estan colocadas en ella y

de 1579 el obispo D. Fr. Benito Tóco promovió la continuacion de dicha obra, que iba ya al arco tercero, y en 18 de noviembre de dicho año ofreció ayudar con quinientas libras anuales, imitándole los particulares segun su posibilidad. Entonces se activó la ejecucion, y el mismo señor obispo puso la primera piedra del campanario, y tuvo el desconsuelo de no ver la obra tan adelantada como quisiera, pues en el año de 1583 fue trasladado á la silla de Lérida. Afortunadamente entró á ocuparla en 1598 D. Francisco Arévalo de Zuazo, no menos celoso del esplendor de su iglesia que el señor Tóco, pues que habiendo entrado en Gerona el dia 21 de agosto, en el 5 de setiembre ya propuso que se siguiese la obra del campanario, y que se añadiese otro nuevo arco á la nave, para lo que ofreció primeramente ciento cincuenta libras, y luego otras ciento, de suerte que con lo ofrecido tambien por el cabildo se reunian hasta quinientas libras para concluir la obra. Formó tambien el pensamiento de la magnífica escalera para subir á la puerta principal, y se dió

forma un semicirculo entrante. Dichas estátuas son del tamaño natural, no de piedra y si de barro cocido, labradas en 1458. Costaron seiscientos florines. En el convenio hecho con el artista se dice, que habia de hacerlas de aquella ó semejante tierra de que se hicieron la estátua de Santa Eulalia y la cruz del portal nuevo de Barcelona, y que se cociése el barro y se barnizase del mismo modo. Al frente de esta puerta y á la parte correspondiente al norte está una capilla de nuestra Señora, á cuyos pies por el lado de la epístola se halla puerta para salir al cláustro que indica una gran de antiguedad. Corresponde á esta puerta la que da entrada á la tesorería y sala capitular, que es magnífica, y está adornada con algunas pinturas de buena escuela y del mejor gusto.

6 Pero lo que lleva principalmente la atencion en esta iglesia es el altar mayor que describe menudamente el P. M. Roig y Yalpi en su historia de S. Narciso y de Gerona. Forma la mesa de al tar una piedra de alabastro de doce palmos y medio de longitud sobre seis y medio de la

titud, y estan embutidos en ella varios florones. Está separada del retablo como una vara, de manera que puede pasarse desembarazadamente entre ella y el retablo para desahogo de los que sirven al altar. Las tres caras correspondientes á los lados y reves de la mesa estan cubiertas con una chapa de plata con adornos y santos de relieve. El que propiamente se llama frontal, es una chapa de oro, en cuyo centro, que forma un, nicho pequeño, hay una imágen de la Virgen con su Hijo en los brazos, de oro al parecer. El resto del frontal está repartido en cuadros con figuras de relieve, y representan varios misterios y santos. En los listones que separan los cuadros estan engastadas muchas piedras de escelente vista y varios colores, que segun dice el citado autor, pasan de quinientas. En una de ellas está grabado el nombre de Ermesendis, muger que fue del conde de Barcelona Ramon Borrel, é hija del conde de Carcasona Rogerio. Debajo del nicho en que está colocada la Virgen, muy inmediato á la tarima, se ve sobre un esmalte verde la figura de una mu

ger, y alrededor esta inscripcion: Iussit fieri Guisla Comitissa. Fue esta muger del conde Berenguer Borrel, hijo de Ermesendis, y es de presumir que las dos condesas mandaron hacer este frontal para regalarle á la iglesia de Gerona en el dia de la consagracion, verificada en el año de 1038, siendo obispo Rodgario ó Roger, hermano de Ermesendis. Del mismo estilo y gusto que las del frontal son los adornos y figuras que hemos dicho que adornan los otros lados. En el de la epístola se ve en la parte superior la figura que se da al Padre Eterno, y en diez y seis cuadritos estan las de los doce Apóstoles y las simbólicas de los cuatro Evangelistas. En los de la parte del evangelio los misterios de la Virgen María. Adornan la parte de atrás la efigie del Padre Eterno y las de los diez y seis Profetas.

7 El retablo está por el mismo estilo que la mesa de altar ó frontal, es decir, que es un tablon chapeado de hoja de plata dorada, de trece palmos de ancho y diez de alto. En la parte superior estan colocadas tres imágenes

Tomo XLV.

de plata, tambien dorada. La del medio, mayor que las otras, representa á María Santísima con su Hijo en los brazos; la de la derecha á S. Narciso, y la de la izquierda á S. Felix. En el centro se halla la imágen de Jesucristo crucificado, y al pie las de la Madre y de S. Juan. Todo el plano se halla dividido en tres órdenes, y cada órden en cuadros que representan los misterios de la religion; el primero y superior los de la Virgen, y el segundo los de Jesucristo. El tercero é inferior contiene seis efigies de santos y dos de obispos á los estremos, y son Guilaberto y Berenguer de Cruylles, con veinte escudos de armas de esta ilustre familia. Sobre cuatro pedestales de jaspe se levantan otras tantas columnitas forradas en chapas de plata para sostener un dosel abovedado, cuyos ángulos inclinados descansan sobre ellas. Se lee en el dosel el nombre del que le costeó, que fue el arcediano Arnaldo Soler, como consta por la inscripcion que se halla junto á la capilla de nuestra Señora, que llaman de Belluga, en el sepulcro de Arnaldo, donde se dice: Hic

B

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