ESCENA III. EDIPO, HYPARCO. (EDIPO vuelve lentamente de su estupor, mira con asombro en rededor de sí, y fijando la vista en el parage donde estaba la REINA, clama con el acento del dolor:) EDIPO. ¡Tambien Yocasta!... HYPARCO. No, mísero Edipo; A impulso del dolor y la sorpresa EDIPO. ¡Quién, la esposa de Layo!... HYPARCO. ex No lo temas: Jamas Yocasta aborrecerte puede; Y antes mas bien compartirá tus penas. EDIPO. Nadie... nadie... ¿Y mis hijas? ¿y mis hijas? ¿Me las roban tambien ?... Dejad siquiera, Dejad que las estreche entre mis brazos Una vez, solo una!... es la postrera. HYPARCO. ¿Qué dices, caro Edipo? Soy su padre, su padre... y ya en la tierra No me queda otro bien ! HYPARCO. Cálmate, Edipo... EDIPO. Hijas mias!... Ninguna me contesta... ¿Quién os detiene, quién?... ¡ Hasta el consuelo De abrazar á mis hijas se me veda !... (Dirigese EDIPO al palacio; y al pasar por en frente del Panteon, vuelve acaso la vista hácia él, suspéndese con asombro, y despues de cavilar unos instantes, dice con el mayor abatimiento:) Huye, infeliz, del tálamo y del trono » .. ... Ya lo sé, justo rey... en paz te queda. FIN DEL ACTO TERCERO. ACTO CUARTO. ESCENA I. EDIPO, DOS NIÑAS, HIJAS SUYAS. (EDIPO aparecerá vestido noblemente, pero con sencillez y sin diadema : estará apoyado contra una de las columnas del pórtico del palacio, mientras sus hijas colocan guirnaldas y flores en un ara, que se hallará situada en el mismo pórtico.) EDIPO. Asi, hijas mias : coronad de flores Y acogiendo piadoso su plegaria, sus hijas, y queda suspenso unos instantes.) A hacerle llevaderas las desgracias Que vuestro infausto padre le ha causado!... Mas prueba de vosotras, ni os encargo Y el cielo en su bondad me darà fuerzas Para sufrir mi triste desamparo!... Edipo... ESCENA II. EDIPO, YOCASTA, SUS HIJAS. YOCASTA (al salir). EDIPO. Id, hijas mias; que no os vea Vuestra madre llorar... (EDIPO se separa de sus hijas, que vuelven á dirigirse al ara, y él se acerca á YOCASTA.) ¿Hablaste al pueblo? YOCASTA. Apenas fue preciso: su zozobra |