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V. 20. Pater ille... Menedemo, que era como se llamaba este padre de la comedia deTerencio, intitulada Heautontimorumenos, se daba un trato cruelísimo, por castigarse de la dureza que habia usado con su hijo Clínias.

V. 24. Dum vitant stulti... Este es el tema de la sátira, probado ya con los ejemplos contrarios de Tigelio y de Fufidio, y que se va á probar de nuevo con los de Rufilo y Gorgonio, con los de Salustio y Vilio, etc. Es menester no perder de vista que el poeta solo cita estremos, y que solo citándolos, podia dar á la sentencia contenida en este verso todo el aire de evidencia que la ha convertido en un proverbio. Más adelante justificaré la inteligencia que doi aquí á la palabra stulti.

V. 25. Malthinus... No se sabe quién era este personaje, en el cual, aunque sin razon, creyeron algunos comentadores ver á Mecénas, que en efecto era afeminadísimo. Ya he dicho en otras partes que el llevar la toga suelta ó larga era señal de afeminacion.

Est qui... Al punto el contraste. Otros llevaban la toga remangada. La regla era llevar la túnica en términos que por delante llegase un poco mas abajo de la rodilla, y por detras á media pierna. «Más larga, dice Quintiliano, es cosa de mujeres; mas corta de militares. >> La toga se llevaba por delante un poco mas larga que la túnica, y por detras un poco mas alta; pero este uso no empezó hasta Augusto, pues antes la toga debia llegar á los talones.

V. 27. Rufillus... Sobre este Rufilo y este Gorgonio nada se sabe mas que lo que aquí dice el poeta. Pastillus es un diminutivo de panis, porque sin duda las esencias ó pomadas secas tenian la figura de un panecito.

V. 28. Nil medium est... Era imposible preparar mejor la transicion para llegar al objeto principal de la sátira, que es la cuestion sobre si en el amor merecen la preferencia las casadas ó las solteras, las señoras ó las mujeres comunes. Uno lleva arrastrando la toga otro remangada hasta las ingles; uno huele á esencias, otro á porquería; uno no quiere mas que matronas, otro no mas que rameras. Estas observaciones es necesario hacerlas, si se ha de percibir la coherencia de todas las partes de la pieza.

V. 29. Subsuta talos tegat instita veste... Instita se llamaba una cenefa ó faja de púrpura, cosida ó pegada á la estremidad inferior del vestido.

V. 31 y 32. Macte virtute esto... Dacier, hablando de este dicho de Caton el Censor, recuerda que si bien aquel severo magistrado manifestó disculpar la conducta de un hombre que queria mas ir á un burdel, que seducir á una mujer casada, cuando supo que el tal sugeto iba allí á menudo, le dijo: Ego te laudavi quòd interdum huc venires; non quòd hîc habitares. V. 35. Permolere... Violare, polluere, affectare, appetere, subagitare, dice el antiguo escoliador. Cruquio dice molere vetus verbum est pro adulterare, subagitare. Por lo demas las frases inflavit venas tetra libido, alienas permolere uxores, y mirator cunni albi son de aquellas que solo pueden usarse en un tiempo de tanta corrupcion como el en que escribia Horacio.

V. 36. Cupiennius... L. Cupienio Libo, mui amigo de Augusto.

Albi... Alude al color del vestido de las matronas, que era blanco; el de las cortesanas era de color.

V. 41. Hic se præcipitem... No se piense que en esta enumeracion de los castigos impuestos frecuentemente á los adúlteros hai exageracion. Las obras de los antiguos están llenas de particularidades de esta especie, y Torrencio cita sobre este lugar un pasaje de Valerio Máximo, en que se cuentan varios casos de adúlteros cogidos in fraganti, y á quienes se castigó atrozísimamente. Entre ellos son célebres Carbo Atieno y M. Poncio, castrados por sus aprehensores Bibieno y P. Cervio,

y el humillado Furio Brocho, á quien Cneo que le cogió familiæ stuprandum objecit.

V. 44. Calones... En latin antiguo se llamaba cala la leña, y de ahí el nombre de calones, dado primero á los que la partian, y despues á todo criado que se ocupaba en faenas pesadas.

V. 46. Galba negabat... Hai varias opiniones sobre quién era este Galba: la mas comun es que Horacio designó aquí á Servio Sulpicio Galba, que al paso que gran jurisconsulto, fué célebre por sus aventuras amorosas; y el cual es claro que ni como jurisconsulto ni como enamorado debia aprobar que se tratase tan bárbaramente á los reos de adulterio.

V. 47. In classe secundâ... Esto es, en la de libertas, pues hai en Marcial un epigrama en que se habla de las clases de ingenuas, libertas y esclavas.

V. 48. Sallustius... Torrencio probó que no podia Horacio hablar aquí de Salustio el historiador, pues que cogido en adulterio por Annio Milon, fué azotado y soltado despues por dinero. Teniendo sin duda presente esta reflexion, creyó Dacier que se trataba aquí del Salustio, nieto de la hermana del historiador, á quien dirigió el poeta la oda segunda del segundo libro.

V. 55. Marsœæus amator Originis... Sobre este lugar hacen mencion los intérpretes de tres célebres rameras romanas, que vivieron hasta los tiempos de Horacio, Ilamadas Origo, Licóris y Arbúscula. Marseo no es conocido.

V. 58. Verùm est cum mimis... El fondo de moralidad no puede desconocerse: este verso y los que siguen hasta el 63 contienen documentos preciosísimos.

V. 63. Togatâ... Las mujeres romanas usaban vestidos de diferentes clases segun su estado y condicion, La toga, llamada así porque se parecia á la que llevaban los hombres, era un distintivo de las mujeres públicas. Las matronas sorprendidas en adulterio perdian el derecho de llevar el vestido llamado stola, y eran condenadas á salir con una toga, que no se diferenciaba de la de las mujeres públicas mas que en el color, que era blanco, miéntras el de las rameras era negro.

V. 64. Villius in Faustâ Syllæ gener... La familia Vilia era una de las mas distinguidas de Roma. Fausta, hija del dictador Sila, fué célebre por sus liviandades. La locucion in Fausta Syllæ gener ha dado lugar á que algunos no creyesen que se trataba aquí de un galan de Fausta; pero Bentley demostró ser esta una locucion elegante, despues de haber probado que el marido de Fausta fué Milon, y que por consiguiente Vilio no podia ser sino uno de sus galanes.

V. 67. Longarenus... Algunos intérpretes creyeron que Longareno era un sobrenombre de Milon, marido de Fausta, y que en este pasaje aludia el poeta á la leccion que el dicho Milon dió á Salustio cuando le sorprendió con su mujer; pero los mas juzgan que esta escena de Longareno y Vilio nada tiene que ver con lo de Salustio y Milon, y que los dos primeros no fueron sino dos de los muchos amantes que tuvo la hija del dictador.

V. 68. Videnti... Esta es la leccion de las ediciones antiguas, la de todos los códices de Bentley, la de siete de los de Torrencio y la de casi todos los demas. Badio Ascensio leia tambien de la misma manera, pues esplica así el pasaje: Si animus diceret Villio, videnti, id est, consideranti tanta mala, etc. La construccion es pues: Si animus diceret, verbis mutonis, id est, membri virilis, huic Villio, videnti tanta mala, scilicet, se pugnis cæsum, ferro petitum, etc.

V. 73. At quantò meliora monet... Los comentadores han embrollado este pasaje con sofismas y cavilaciones de una estravagancia increible. La reflexion que hace aquí el poeta es justa y obvia. «¿No es ridículo, dice, que un hombre respondiendo á la reconvencion urgente que se le ha hecho verbis mutonis, pretenda legitimar sus arrebatos con la alcurnia de la dama que era objeto de ellos? Cuando la naturaleza es por sí tan rica, cuando hai tanto en ella que agrade, que contente, que satisfaga, ¿no es vergonzoso que los hombres se obstinen en desear cosas que ella no puede dar? ¿no es injusto atribuir á ella las culpas del capricho propio? ¿No es ridículo mezclar las cosas de que se debe huir, con aquellas á que se tiene derecho de aspirar?» Yo no concibo cómo se ha pretendido oscurecer este pasaje.

V. 81. Sit licet hoc, Cerinthe, tuum... Todavía concibo ménos cómo se han podido escribir tantas cosas fuera de propósito para interpretar una que es tan fácil. El órden natural de este período es : Nec huic (stolate) magis tenerum est femur aut crus rectius, inter niveos viridesque lapillos; licet hoc sit tuum, (idest, quamvis tibi, ò Cerinthe, gemmarum placeat splen dor) imò verò, persepæ crus aut femur togatæ melius est. Es decir, no porque estén llenas de piedras verdes y blancas, que es cosa que á tí te gusta mucho, Cerinto, tienen las matronas mas derechas las piernas ó mas suaves los muslos, y á vezes los tienen mucho peores que las cortesanas. El paréntesis de sit licet hoc, Cerinthe, tuum, que tanto ha embarazado á los comentadores, se habria esplicado facilísimamente con recordar otra locucion igual de la oda 29 del libro 3.o Non EST MEUM, se dice allí, ad miseras preces recurrere. ¿Por qué no se diria aquí TUUM EST unionum decipi fulgore? Por lo demas el tal Cerinto era, segun los antiguos intérpretes, un jóven precioso mui querido de las damas.

V. 86. Apertos... Es estrañísimo que muchos lean aquí opertos, y mas estraño aun que haya otros que pretendan justificar esta leccion. La serie del discurso, la congruencia, todo exige que se lea apertos, esto es, descubiertos, que es como el poeta dice que se presenta una cortesana, penè videre est ut nudam, á diferencia de una matrona, de quien nîl præter fo

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