Obrazy na stronie
PDF
ePub

Ni otro ninguno lo ha manoseado;

Y si yo algo recito,

No es á un cualquiera, ni en cualquiera parte,

Sino á amigos, y aun eso, coartado.

En la plaza importuno

Este sus obras lee, otro en el baño,

Porque mejor allí la voz resuena,

Sin reparar ninguno

Si el sitio es propio ó la ocasion es buena.
Dices que en murmurar yo me recreo,
Y que versos apaño

Solo por contentar este deseo.

Mas ¿de dónde lo sabes? ¿lo has oido

De alguno con quien haya yo vivido?
Quien de un amigo ausente vil murmura;

El que no le defiende

Si algun otro le ofende;

El que á su costa hacer reir procura,

Y así ganar de agudo fama intenta;
El que lo que no vió finge ó inventa;

Quien violó el respeto
Del ajeno secreto,

Á ese la nota de malvado alcanze,

De ese se debe huir á todo trance.

Tal vez en una cena

De convidados ves una docena,

Y entre ellos uno suele haber ladino,

Que está siempre á los otros mordiscando,

Al dueño de la casa esceptuando ;

Y aun á este, cuando el vino

Los secretos del pecho al labio asoma,

Præter eum qui præbet aquam: post, hunc quo[que potus,

Condita cum verax aperit præcordia Liber.

Hic tibi comis et urbanus liberque videtur, 90

Infesto nigris: ego si risi, quòd ineptus

Pastillos Rufillus olet, Gorgonius hircum,
Lividus et mordax videor tibi? Mentio si qua

De Capitolini furtis insecta Petillî

Te coram fuerit, defendas, ut tuus est mos. 95
Me Capitolinus convictore usus amicoque
A puero est, causâque meâ permulta rogatus
Fecit, et incolumis lætor quòd vivit in urbe :
Sed tamen admiror, quo pacto judicium illud
Fugerit. Hic nigræ succus loliginis; hæc est 100
Ærugo mera: quod vitium procul abfore chartis,
Atque animo priùs, ut si quid promittere de me
Possum aliud, verè promitto. Liberiùs si

Dixero quid, si fortè jocosius; hoc mihi juris

Cum venia dabis. Insuevit pater optimus hoc [me, 105

Ut fugerem exemplis vitiorum quæque notando.

Tambien pellizca en medio de la broma.
Tú, la murmuracion aborreciendo,
A aquel llamas urbano, franco, fino,
Y á mí porque riendo
Dije que iban oliendo
Rufilo á almizcle, Górgono á chotuno,
Me llamas envidioso é importuno.
Si estafas de Petilio alguno cuenta,
Por defenderle tu amistad revienta.
Ah! ¡ Petilio es mi amigo,
Educóse conmigo,

Nunca en mi obsequio perdonó fatiga,
Y celebro que nadie le persiga :
Mas que no basto á comprender confieso
Cómo pudo salir de aquel proceso. >>>
Esto sí que es en suma
Á manos llenas derramar venenos ;
Esto lo que jamas se vió en mi płuma,
Y en mi corazon limpio mucho menos,
Y lo que, si á jurar yo me aventuro,
Que nunca se verá prometo y juro.
Si pues libre ó festivo hablo de un hecho,
Debes dejarme usar de este derecho.

Así con los ejemplos que notaba,
Mi padre á huir los vicios me exhortaba.

Si inclinarme queria
Á vivir sobriamente,

Con su caudal contento:

« ¿No miras pereciendo, me decia, De Albio al hijo y al pobre y triste Baro? ¡Precioso documento

Cum me hortaretur, parcè, frugaliter, atque Viverem uti contentus eo quod mî ipse parasset:

Nonne vides, Albî ut malè vivat filius, utque

Barus inops? Magnum documentum, ne patriam [rem 110

Perdere quis velit. A turpi meretricis amore
Cum deterreret: Scetani dissimilis sis.

115

Ne sequerer mechas, concessâ cum venere uti
Possem; deprensi non bella est fama Trebonî,
Aiebat. Sapiens, vitatu quidque petitu
Sit melius, causas reddat tibi: mî satis est, si
Traditum ab antiquis morem servare, tuamque,
Dum custodis eges, vitam famamque tueri

Incolumem possum. Simul ac duraverit ætas Membra animumque tuum, nabis sine cortice. Sic [me 120

Formabat puerum dictis: et sive jubebat
Ut facerem quid; habes auctorem, quo facias hoc;
Unum ex judicibus selectis objiciebat :

Sive vetabat, an hoc inhonestum et inutile factu
Necne sit, addubites, flagret rumore malo cum 125

Para que no se estienda

El que lo observe, á disipar su hacienda! »

Si preservarme del amor insano

Pretendia tal vez de vil ramera,

Me citaba el ejemplo de Escetano.

Porque tras las matronas no corriera,
Decia: De Trebonio

Mira el honor perdido,

Porque fué en adulterio sorprendido.

Esplíquete algun sabio

Por qué es buena una accion, ó por qué es mala ;

Que en cuanto á mí, es bastante, si mi labio

Las antiguas costumbres te señala,

Y si puedo constante,

Miéntras tu infancia un conductor reclama,
Por tu vida mirar y por tu fama ;

Pues que cuando la edad mas adelante
Robustezca tus miembros y tu mente,
Tú podrás gobernarte fácilmente. »
Mi niñez sus lecciones

Dirigian así, y en ocasiones
En que algo me mandaba,
Con un ejemplo ilustre me animaba:
Si me lo prohibia, «¿cómo aquesto
Puedes dudar que te será funesto,
Decíame, si haberlo ejecutado

Á este, á esotro ó á aquel ha deshonrado? »

Cual de un enfermo comedor la muerte
Á otro, gloton tambien, de espanto llena,

Que temiendo igual suerte,
Su apetito refrena;

« PoprzedniaDalej »