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ahora negamos la infalibilidad del Papa, negamos la infalibilidad de la Iglesia misma. Así dijo, aunque en algunos puntos haya habido alguna divergencia; sin embargo, me consta que no habian aun pasado dos horas desde que el Padre Santo habia pronunciado las grandes y triunfantes palabras, cuando todos se presentaron á declarar su fe plena en la doctrina de la infalibilidad del Papa.»

A las declaraciones de los Arzobispos de Baltimore y Nueva-Yorck, añadamos las del de Cincinnati, que tiene el mérito especial de que es uno de los Prelados que con mayor ardor se opusieron á la definicion, y de los que firmaron invariablemente con los disidentes.

En un discurso pronunciado en Cincinnati el 21 de agosto, despues de haber leido un pasaje de un periódico de Baltimore, declaró que su contenido le insultaba, porque en él se le atribuia la doctrina de que el dogma no podia publicarse sino despues de haber sido firmado por los Obispos, y añadió que la publicacion de la doctrina de la infalibilidad no necesitaba de ningun modo la firma oficial de los actos del Concilio antes de la proclamacion del dogma, puesto que habia sido pronunciado en virtud de los votos de 975 Cardenales, Patriarcas, Obispos, Abades, etc.; que por eso el público no tenia de ningun modo que esperar la firma.

En seguida el Arzobispo leyó el testo del dogma de la infalibilidad, traduciéndolo á medida que lo leia. Mas antes hizo la siguiente protesta: «Pido á todos los editores de periódicos y á todos los corresponsales aquí presentes, que con las alas de la prensa envien al Norte, al Sud, al Oriente y al Occidente que yo, Juan B. Purcell, Arzobispo de Cincinnati, soy uno de los fieles católicos que han jurado sumision y homenage al Papa.>

Los actos que preceden fueron publicados por el Catholic Western.

Tal es la doctrina y tales los sentimientos del Episcopado de los Estados-Unidos, porque los referidos Arzobispos, por ser los de las principales y mas importantes Sedes, como por sus grandes méritos personales y su influencia, pueden con razon considerarse el eco y el órgano de sus demas Hermanos. Hasta la fecha, el solo Prelado anti-infalibilista de los Estados-Unidos cuya sumision no consta, es Mons. Kenrich, de San Luis, cuya posicion es análoga á la de Mons. Héfélé, de Rottenburgo; posicion dudosa, y, por lo menos, no franca y poco envidiable. ¡Estraña coincidencia! Este es el solo en toda Europa, y aquel en ambas Américas, de quien la Iglesia espera aun la pública y solemne adhesion al dogma de la infalibilidad (1).

CATÁLOGO DE LOS PP. DEL CONCILIO ECUMÉNICO DEL VATICANO QUE HAN FALLECIDO DESDE EL DIA 8 DE DICIEMBRE DE 1869 AL DIA 8 DE AGOSTO DE 1870.

Emmo. Sr. Cardenal Francisco Pentini, del Órden de diáconos.

Emmo. Sr. Cardenal Cárlos de Reisach, Obispo de Sabina.

Emmo. Sr. Cardenal Eustaquio Gonella, Obispo de Viterbo.

Mons. Mariano Escalada, Arzobispo de BuenosAires.

(1) Véase el Boletin eclesiástico de Gibraltar, núm. 89.

Mons. Antonio Manastyrski, Obispo de Przemyls (Gallitzia).

Mons. Bernardino Frascolla, Obispo de Foggia.
Mons. Eduardo Vazquez, Obispo de Panamá.
Mons. Francisco Suarez Peredo, Obispo de Veracruz.
Mons. Bernardo Mascaron Laurence, Obispo de
Tarbes.

Mons. Mariano Puigllat y Amigó, Obispo de Lérida.
Mons. Basilio Gil y Bueno, Obispo de Huesca.
Mons. Rafael Biale, Obispo D'Alberga.

Mons. Juan Devoucoux, Obispo de Evreux.
Mons. Francisco Cardozo Ayres, Obispo de Olinda ó
Fernambuco (Brasil).

Mons. Tomás Grand, Obispo de Southwark (Inglaterra).

Mons. Jorge de Stahl, Obispo de Wurtzburgo.

Mons. Pantaleon Montserrat y Navarro, Obispo de Barcelona.

Mons. Cornelio Mac-Cabe, Obispo de Ardagh.
Mons. Félix Cantimorri, Obispo de Parma.
Mons. José Severa, Obispo de Terni.

Rdo. P. Gerónimo Zeidler, Abad superior general de los premostratenses.

Rdo. P. Domingo de San José, Prepósito general del Orden de carmelitas descalzos.

Mons. Derry, Obispo de Clonfert (Irlanda).

Tres Cardenales.

Un Arzobispo.

Veintitres Obispos.

Resúmen.

Dos Generales de Ordenes religiosas.

De estos veintinueve Padres, diez y seis murieron en Roma, y siete fuera de ella.

No se comprende en esta lista al Emmo. Sr. Cardenal Bonald, Arzobispo de Lyon, ni algun otro Obispo que falleció sin ir á Roma á tomar parte en el Concilio, escepto el Emmo. Sr. Cardenal Reisach, el cual, si bien murió antes de ir á Roma, es, sin embargo, considerado como miembro principal del Concilio, por haber sido nombrado el primero de los presidentes.

El fallecimiento de estos Padres fue participado al Concilio en las Congregaciones inmediatas, haciendo una conmemoracion de sus merecimientos, y recomendándoles á los sufragios de los Padres.

Ademas de las exequias solemnes que por cada uno se han celebrado, quiso Su Santidad que se celebrara una misa solemne de Requiem por todos los Padres que han fallecido durante el Concilio. Para este fin se distribuyó á los Padres residentes en Roma el siguiente

«Monitum para las exequias de los Padres difuntos.

»En el dia 9 de agosto, y por órden de Su Santidad, á las diez de la mañana se celebrarán en la iglesia de San Agustin exequias por los Obispos que han fallecido durante la celebracion del Concilio ecuménico del Vaticano.

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» Los Rdos. Patriarcas, Primados, Arzobispos y Obispos concurrirán á dicha iglesia, y despues de adorar al Santísimo Sacramento, vestirán la capa, y ocupando el lugar que les está designado, asistirán á la celebracion de la misa solemne.-LUIS FERRARI, Protonotario apostólico, Prefecto de ceremonias.

El Giornale di Roma hizo la siguiente descripcion de esta fúnebre solemnidad:

«La santidad de nuestro señor el Papa, en sufragio de las almas de los Obispos que durante el Concilio han fallecido hasta hoy, dispuso que en la mañana de este dia, vigilia del Santo levita mártir Lorenzo, se celebraran en la iglesia de San Agustin misas y oficios sagrados expiatorios para invocar la misericordia del Señor en favor de los Padres difuntos.

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>>La iglesia estuvo suntuosamente decorada. En el altar mayor se habia colocado un gran lienzo, en cuyo centro brillaba en tisú de oro el signo de la Redencion. En la gran nave se levantaba un túmulo, iluminado con gran número de cirios, y á su alrededor estaban colocados los bancos, cubiertos con paños negros, para los personajes eclesiásticos que en nombre de Su Santidad habian sido invitados para concurrir á la fúnebre ceremonia, esto es, los Patriarcas, Primados, Arzobispos y Obispos presentes en Roma, y ademas dos Prelados secretarios de la sagrada Congregacion de Propaganda.

» Celebró la misa pontifical el Illmo. y Rmo. señor Marinelli, Obispo de Porfirio, Sacrista pontificio, el que hizo tambien las absoluciones. Asistieron al altar los capellanes y clérigos de la Capilla pontificia; los capellanes cantores pontificios, encargados de los cánticos sagrados, prestando la Guardia suiza pontificia el servicio de honor. Gran número de fieles tomó parte en esta fúnebre ceremonia. >>

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