fingidas con impía temeridad. Siendo esto así, no puedo menos de advertir la equivocacion del que formó el índice de la citada obra, poniendo en el lugar corres pondiente estas palabras: San Rufo no fué primer Obispo de Tortosa...

Para evidenciar, pues, que el pontificado de San Rufo en Tortosa no es noticia fingida por el falso Dextro, bas ta saber que muchos AA. que precedieron en tiempo à la ficcion, dieron asenso à la tradicion de la Iglesia de Tortosa. En cuya confirmacion debo reproducir el testimonio de Bernardo Boades tomado de la obra del P. Fr. Juan Gaspar Roig, Cronista de los Reynos de Aragon, y reproducido por el M. Florez en su tom. 3. pág. 23. que dice así: E ben se creu, que en la desusdita Ciutat, è en la de Barcelona, Monseñor S.Pau Apostol lexá Bisbes, qui les regissen en los afers Ecclesiasticos, ·com va faer à Tortosa, bó lexa por Bisbe de aquella à Monseñor Ruf, segon en libres antichs ho he legit. Del Doctor Boades escribe así el

M. Florez: Este Escritor floreció algunos siglos ántes que Beuter, como consta por el estilo de su obra escrita en catalan con un modo que de nôta notable antigüedad, segun me aseguran personas inteligentes de aquel idioma. De aquí se colige que el M. Florez no tuvo noticia del tiempo en que vivió el citado Boades, de lo qual y otras cosas de su obra intitulada Hechos de armas de Cataluña puedo yo dar exâcta noticia por tener presente el ms. del referido Roig, intitulado Reales elogios de Cataluña, &c. En esta obra despues de decir que el Doctor en Cánones Bernardo Boades fué natural de la Parroquia de Salichia del Obispado de Gerona, y que murió siendo Rector de Blanes, pone el letrero ò inscripcion sepul cral que se halla en la Iglesia de esta Villa, repartida en dos piedras berroqueñas muy lisas, entre las quales, dice, está sepultado el cuerpo de aquel venerable varon que pocos años ha se halló entero. La inscripcion es en esta forma:

Aci jace to venerable Mossen Bernat Boades quondam Rector de Blanes Batxiller in de crets, qui passa de aquesta vida à jx de Mars anijM.CCCC. xljv.

Concluyó el Doctor Boades su obra con estas palabras: E axi finan nostron libre allaor de Deu, è de la sua benayunturada Mare è del glorios Sant Monsseñor S. Martí à XI de Noviembre del any MCCCCXX. en la Vila de Blanes del Bisbe de Gerona è del Vescomptat de Cabrera. El juicio que de este Escritor hizo el referido Roig despues de copiar algunos pasages de su obra es el siguiente: Has ta aquí el Doctor Bernardo Boades, cuyos capítulos 9, 10 y 13 he divulgado sin quitar ni una sola palabra, ni añadir mas que los incisos y puntos, y hacer los apartes, como segun el estilo antiguo vaya todo seguido y mal apuntado. Darán mucha luz, y aclararán grandemente nuestras historias, que creo es uno de los que mejor y con mayores y mas claras noticias las han escrito. Darémos à su tiempo el libro entero, y creo que será

lo qual mossen Bernat Boades ha instituit un benefit en la altar de mỡ→ señer S. Miguel en la dita iglesia de Blanes-cujus anima requiescat in pace. Amě.

en gran beneficio, no solo de mi Nacion y de la Corona, sino tambien de toda España, ásímismo como él lo escribió con algunas notillas marginales mias dándonos Dios vida y salud. Amen. Habiéndose, pues, escrito la obra de Boades en el año de 1420, que es decir cerca de dos siglos antes que se fingiesen y publicasen los falsos cronicones de Dextro &c.; y tes tificando el citado Autor ha ber leido en libros antiguos là tradicion de que San Pablo Apostol dexó en Tortosa por Obispo à San Rufo, es preciso confesar que los críticos extrangeros que creyeron haber sido la dicha tradicion inven tada por el falso Dextro, des conocieron nuestra historia, y negaron por eso su asenso à esta noticia como à otras relativas à España. Esto mismo se confirma con la autoridad de los Breviarios antiguos de que usó la Iglesia de Tortosa, en todos los quales

se

se leyó muchos siglos ántes de los cronicones la predicacion de San Pablo en esta Ciudad, y el pontificado de San Rufo en su Sede.

Habiendo manifestado que la venida de San Pablo à España debe recibirse como enseñada por los Padres mas antiguos y célebres de la Iglesia, y que la tradicion de la venida de San Rufo con el Apostol, y de su predicacion y Obispado en Tortosa no ha sido inventada por los artífices de los falsos y exêcrables cronicones, se debe prevenir que la verdad de lo segundo no depende de la sinceridad de otras noticias con que anda mezclada en los citados cronicones y sus comentadores. Admitida, pues, la tradicion de la Iglesia de Tortosa, desechamos como falsas y temerarias las invenciones de que el padre de S. Rufo, Simon Cyreneo, vino dos veces à España acompañando en la primera al Apostol Santiago, y en la segunda à San Pablo, y que el mismo fué elegido y consagrado Obispo por el Apostol San Pedro, y que murió en Jerusalen, en cuya Sede quisieron colocarle en lugar de

Simeon ò Simon sucesor de Santiago el menor. Debe asimismo reprobarse como falsa la noticia que al año 112 refiere el Cronicon de Dextro, diciendo que S. Alexandro fué hermano de S. Rufo, primer Obispo de Tortosa en la Provincia Tarraconense, y que padeció martirio con los Santos Cándido, Zosimo, y otros en Cartagena, la qual noticia abrazó el P. Bivar con tal empeño, que con sola la autoridad de Dextro quiso corregir á Beda, Adon, Usuardo, y el Martirologio Romano, en que se lee que los Santos Rufo y Zosimo murieron en la Ciudad de Philippis de Macedonia, lo que de ningun modo podia componerse con lo que el P. Bivar infiere de que andando en compañía Zosimo y Rufo, y constando que Rufo falleció en Tortosa, no era estraño que Zosimo padeciese martirio en Cartagena con Alexandro hermano de S. Rufo.

Dos son los Santos celebrados con el nombre de Rufo desde el primer siglo de la Iglesia. Del uno hace memo→ ria el Martirologio Romano en el dia 18 de Diciembre junto con San Zosimo, y de

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ambos dice que fueron de los discípulos que fundaron la primitiva Iglesia entre los judios y griegos, y que de ellos hace memoria San Policarpo en su epístola à los Filipenses, en que se proponen con San Ignacio como singulares modelos de obediencia y pa-i ciencia. Del otro hace el mismo Martirologio mencion en el dia 21 de Noviembre diciendo que este es de quien escribe el Apostol à los Romanos. Del mismo habla la Synopsis de Dorotheo, Eseritor indigno de toda fe, y como tal refutado de todos los críticos. Este dice que S. Rufo fué Obispo de Thebas, noticia que tambien puso el Cronicon de Dextro en el año de 100, donde dice: Rufus Thebis reversus ad Hispanias Dertosa Pontifex se det. Lo que puede creerse es que habiendo padecido mar tirio el primer Rufo en Macedonia despues de haberse empleado en fundar algunas Iglesias en la Judea y en la Grecia, es distinto del que se tiene tradicion haber venido à España, y presidido en la Iglesia de Tortosa. En el segundo Rufo hay una verisimilitud muy notable

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para creer que fué traido à España por San Pablo, y elegido por él mismo para el gobierno de los fieles de dicha Ciudad. Quando el Santo Apostol escribió à los Romanos se hallaba en Roma, por lo que dice en el cap. 16. v. 13. Salutate Rufum electum in Domino, & matrem ejus & meam. En el capítulo precedente ofreció el Apostol à los Romanos visitarlos quando emprendiese su viage à España, à donde deseaba ser conducido por ellos. Es, pues, muy verisimil, que yendo el Apostol à Roma, y amando tan finamente à Rufo, le tomase por su compañero para su viage à España, y para que le ayudasc en su ministerio apostólico. No seria absurdo interpretar en este sentido el elogio con que le honra San Pablo llamándole electum in Domino; pues aunque estas palabras pueden significar la excelencia de la santidad de Rufo, son tambien muy oportunas para declarar la eleccion que el Apostol, creyen do ser muy del agrado de Dios, hizo de su persona para el gobierno de la Iglesia. b Siendo este Rufo tan cé

le

lebre entre los primeros christianos , no es de extrañar que muchos crean que es el mismo por cuyo nombre quiso el Evangelista S. Marcos señalar à su padre diciendo: Simonem Cyraneum patrem Alexandri, et Rufi. De su padre Simon escriben algunos, que siendo caballero noble y rico, natural de la famosa Ciudad de Cyrene en Africa, y llegando por sus infortunios à padecer gran miseria y pobreza, huyó avergonzado de la dicha Ciudad con sus dos hijos Alexandro y Rufo , y se acogió à Jerusalen, donde parece que servia à alguno de los principales Señores que tenian posesiones en esta Ciudad. Del Evangelio solo consta, que viniendo Simon de una alquería à Jerusalen en el dia de la pasion de N. Sr. Jesucristo, los Judíos le obligaron à que ayudase à Jesus, llevando algun tiempo la Cruz ò parte de ella, à causa de la gran fatiga que el Señor sentia con el peso. Entré los Padres de la Iglesia hay algunos que afirman haber sido gentil, y que en su persona, quando llevó la Cruz de Christo, se representó la

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Siendo dos, como dixe antes, los Santos que con el nombre de Rufo se mencionan en los Martirologios, disputan los Críticos, si algu no de ellos fué el hijo del Cyreneo, y en el caso de serlo, quien de los dos lo fué. Juan Bautista Soller en sus notas al Martirologio de Usuardo remite esta disputa à otro lugar. Tilemont en su tom. I. nota 32. pag. 471. dice, que no hay prueba particular de que sea hijo del Cyreneo el S. Rufo, de quien se hace memoria en el Martirologio Romano en el dia 18 de Diciembre, y à quien S. Policarpo propone por