De aqui podrán sacar los directores de almas aquellos golpes vivos y penetrantes, necesarios ya para mover al pecador à penitencia, y à fervor al justo; ya para inspirar confianza al pusilanime, y temor al presuntuoso; ya para moderar al christiano en la prosperidad, y para confortarle en la afliccion. Finalmente aqui encontrarán todos los fieles, en qualquiera disposicion que se hallen, remedio para curar los males de su alma, y estímulo para cumplir con las obligaciones de su estado.

APROBACIONES DE LOS SEÑORES OBISPOS

APROBACION DEL SR. ARZOBISPO DUQUE de Cambray, Príncipe del Sacro Imperio.

Es la palabra de Dios el alimento de las almas; y los Salmos se han hecho el pan de cada dia. Por eso la Iglesia nuestra Madre distribuye en el oficio divino los libros de la Escritura por su orden, y mezcla cada dia con las demás partes del Sagrado texto el de los Salmos como alimento mas familiar y quotidiano. Y con razon. Porque el Salterio es un compendio de la Escritura, como lo nota uno de los antiguos Padres: es como el maná, que tiene la variedad de gustos de todas las especies de manjares en él se encuentra todo; y cada cosa, aunque incesantemente repetida, siempre es nueva. No hay duda que esta obra, como trasladada de su original á idioma diferente, pierde mucho de su gracia y armonía; pero conserva á pesar de esto las mas vivas y magnificas pintu ras, las mas tiernas y vehementes expresiones, los rasgos mas valientes, y originales, y los adornos y atractivos de la poesía mas sublíme. Aqui se vé tan claramente la grandeza, y el poder de Dios, que todo desaparece à su presencia, y un solo instante que cesára su cuidado, bastaria para aniquilar toda la naturaleza. Pero lo que hay en ella mas dulce y deleytable es el cantar con David las eternas misericordias del Señor. Las Odas mas celebradas de los autores profanos, que solo tienen por objeto elogiar à sus corrompidos dioses, y à sus vanos heroes, caen desmayadas, y rendidas à vista de estos Canticos Sagrados. El

que

no como

amor divino los compuso en el pecho del Salmista y este mismo amor los compone nuevamente en el corazon de quien los canta. Quando un fiel, dice Casiano col. 10. 11. está purificado, y han prendido en su interior los encendidos afectos que arden en los Salmos, se pone à cantarlos de manera los saca de lo intimo de su corazon, composicion del Profeta, sino suya, y como oracion propia, que sale de un corazon enternecido, y penetrado de ellos. O bien cree, que à él mismo se dirigieron, y que en él se renuevan las verdades que contienen, despues de haberse verificado en el Profeta. Entonces es quando se desenvuelven y desentrañan claramente las divinas Escrituras, se descubren sus ocultas venas, y medulas, y la experiencia anticipa la instrucGion. Entonces llenos de los mismos afectos, con que el Salmo fue escrito, y cant ado, llegarémos à ser como Autores de él, y antes de leerleya sabremos lo que vá à decir.

El canto de los Salmos es el que consuela en este mundo á la Iglesia, que se sienta à llorar à las orillas de los rios de Babilonia, y no halla consuelo su corazon sino cantando los cánticos de Sión en esta tierra extraña. Dichosos los que hacen, que experimenten este consuelo los Christianos! Dichosos los que trabajan y se esmeran en traducir á nuestra lengua estas palabras de gracia. El Autor de esta nueva version la ha trabajado movido puramente del zelo de la gloria de Dios. Si se ha tomado la libertad de hacerla un poco parafrastica, ha sido para acomodarse à la necesidad de la mayor parte de los Lectores à quienes quiere instruir. En todo se conoce, que procura conservar la uncion del texto, expresarle con toda su hermo

sura, energía y magestad, aclarando al mismo tiempo los pasages que tienen alguna obscuridad en la Vulgata. En todo se echa de ver, que ama lo que traduce, y procura hacerlo amable. Por tanto juzgamos que será muy provechoso y util poner una obra tan edificativa en manos de los fieles. Dado en Cambray à 30. de Noviembre de 1707. = Francisco Arzobispo Duque de Cambray.

APROBACION DEL SR. OBISPO DE DIGNE.

CON no menor complacencia que atencion hemos leido la presente exposicion del sentido literal de los Salmos y puede decirse, que ni es paráfrastica, por no ser dilatada; ni puramente literal por haber disminuido el Autor su obscuridad de tal modo, que los que la lean con espiritu de piedad, y devocion descubrirán en ella un Dios Omnipotente, bueno, y fiel en sus promesas: hallarán figuras del Mesías, y la Iglesia; el reyno de Jesu-Christo, la esperanza de la resurreccion, las reglas de la justicia, la excelencia de la virtud, la destruccion de la idolatría, la conversion de las naciones; y finalmente un tesoto de oraciones, con que puede el hombre recurrir à Dios en qualquier estado que se halle. Y como segun el pensamiento de San Agustin, quanto el Espiritu Santo ha derramado en las Escrituras, se halla recopilado de un modo admirable en los Salmos ; no nos contentamos con decir, que no hay en esta version cosa alguna contraria à la fé, y buenas costumbres: sino creemos que

para dar una breve y justa idéa de ella, debemos tambien declarar, que el Autor expone el texto sagrado en terminos tan propios, y conformes al espiritu de David, que muchos de los que le lean, hallarán generalmente en los Salmos, y particularmente en cada uno, alabanzas, preceptos, y profecías, frequentemente junto todo en un mismo versiculo. Tambien hemos notado, que el Autor expresa con tanta suavidad y uncion las disposiciones afectos y del corazon de David, que ofrece al Público una lectura capaz de abrasar los corazones de los fieles, y de elevar sus espiritus al conocimiento de las verdades mas sublímes de la Religion, y la moral christiana. Solo nos resta pedir al Cielo, que los lectores se aprovechen y saquen fruto de esta obra; que continúe Dios derramando sus bendiciones sobre la aplicacion y el zelo del Autor por la salvacion de las almas; y que alcanzen éstas de la divina misericordia la gracia de leer estos Salmos como buenos christianos, y con el espiritu de Dios, que es el unico à quien pertenece introducir à los hombres en la investigacion, inteligencia, y amor de la verdad, y hacerlos en este mundo capaces de aquella bienaventuranza de que habla David, que consiste en huir de los caminos y consejos de los impíos, y en no seguir, ni enseñar máxîmas, ni doctrinas corrompidas; como tambien en arreglar nuestra voluntad, como el Profeta, segun la ley de el Señor, tomandola noche y dia por objeto de nuestras meditaciones: Beatus vir, qui non abiit &c. Francisco le Tellier, Obispo de Digne.