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Indice de los Capitulos.

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PARTE

PRIMERA.

CAPÍTULO I.

De la diferencia que hay entre la iglesia y el obispo, entre la sede y el que la ocupa.

CAPÍTULO II.

Continuacion del mismo asunto...

CAPÍTULO III.

Idea de la corte de Roma, del colegio de cardenales,

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Reflexiones para conocer y valuar la autoridad de las congregaciones romanas.

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PAG.

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Del origen, naturaleza y extension de los derechos esenciales de la santa sede.

CAPÍTULO I.

109

Del primado.........

CAPÍTULO II.

Del caracter y naturaleza del primado de la santa sede.

135

CAPÍTULO III.

De los derechos esenciales correspondientes al primado, y de su extension.....

CAPÍTULO IV.

De la parte que tiene el papa en las decisiones doctrinales por razon de su primado, y de algunas máximas generales para arreglar la sumision debida á los decretos de Roma...

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VERDADERA IDEA

DE LA

SANTA SEDE.

PARTE PRIMERA.

CAPÍTULO I.

De la diferencia que hay entre la iglesia y el obispo, entre la sede la ocupa.

y

§. I.

el que

PARA proceder con toda la precision y exactitud posibles, presentaré la serie de mis proposiciones de tal manera ordenadas, que la una sirva de ilustracion á la otra; con lo cual resultará al cabo por último analisis una demostracion completa de la doctrina que me propongo sostener en esta obra. Primeramente advierto por regla general, que cuando se nombra una iglesia, como la de Roma, de Leon, de Milan, ó cualquiera otra, se entiende siempre el clero que la compone: es decir, los canónigos de la catedral, todos los párrocos, los demas eclesiásticos seculares y regulares, y todo el pueblo cristiano de la diócesis. Tal es la idea compleja que ofrece la voz iglesia,

la cual significa una asamblea, congregacion ó sociedad de fieles bajo la conducta de sus pastores. El pueblo reunido al sacerdocio, sacerdoti plebs adunata, es lo que se llama iglesia á juicio de san Cipriano: en este sentido natural y primitivo usaron siempre de aquella expresion los apóstoles en sus epístolas, los concilios en sus cánones, y toda la antigüedad en su doctrina; y en el mismo la emplean hoy los canonistas y teólogos modernos. No hablaré yo del pueblo en este tratado, pues aunque parte integrante de la iglesia, no hace al caso de mi asunto principal, dirigido exclusivamente á discurrir de aquella que gobierna, bautiza y enseña; bajo cuyo concepto digo que por iglesia, hablando de una ú otra en particular, se entiende su clero; ó mas explícitamente, todos los individuos que constituyen el sínodo diocesano con su prelado á la cabeza. Siguese de aqui que cada iglesia se compone de todos los que por dere-cho concurren al sínodo diocesano, como son las dignidades, ó diputados del cabildo y de otros cuerpos eclesiásticos; los pastores, ya sean párrocos de la ciudad ó de los campos; y en fin los doctores, y mas especialmente aquellos que regentan las escuelas eclesiásticas. Esta inteligencia es conforme á la doctrina de san Pablo: el Apostol dice que Jesu-Cristo dió á su iglesia apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y doctores para trabajar en la perfeccion de los santos, es decir, de los fieles con que en todos estos miembros reside principalmente la antorcha de la doctrina, y en mas eminente grado deben ofrecer, la los pastores y doctores, quienes por razon de su estado hacen profesion de enseñarla. De donde resulta que en el sentido de que trato, cuando se nombra una iglesia, se entiende evidentemente todo el clero que la compone.

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Otra verdad no menos evidente se sigue de lo dicho; á saber, que el obispo, sea de Roma, sea de cualquiera otra iglesia, no forma por sí solo aquella de que es obispo: la palabra misma basta para ha cer comprensible esta verdad. ¿Qué significa iglesia? Asamblea ó sociedad: luego no puede consistir en un hombre solo. El obispo es verdaderamente su cabeza y parte principal, pero no la totalidad: como cabeza es el presidente de la iglesia; pero por cuanto los pastores de segundo orden son sus cooperadores en el gobierno y ministerio, se deduce que él por sí solo no puede constituirla ni representarla. A la muerte del obispo no perece la iglesia: se la dice vacante, pero no destruida: está en un estado violento, como que carece de su cabeza y parte principal; pero subsiste sin embargo. Puede el obispo caer en la heregia, sin que la iglesia sea herege, cuando no la consiente. Nestorio patriarca de Constantinopla predicó contra la unidad de la persona de Jesu-Cristo, y contra la divina maternidad de la virgen María; y al instante su iglesia se opone vigorosamente á los errores del obispo, detesta su doctrina y condena su persona. Luego el obispo y la iglesia de Constantinopla no eran una misma cosa: imposible fuera confundir ambos objetos, siendo real y muy conocidamente distintos.

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§. III.

Así que, aunque el obispo sea verdaderamente cabeza del cuerpo de su iglesia, nunca podrá constituir por sí solo el cuerpo entero; á la manera que la cabeza del cuerpo humano no constituye todo el

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