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pensamientos, sus cuidados y afectos se dirigen ácia el lugar que encierra á su muger y sus hijos, y que le proporciona un vestido contra el rigor de las estaciones, y medios seguros de satisfacer sus necesidades, y de hacer su existencia menos pe

nosa.

¿Qué importa que su cabaña esté construida con ramage y cañas, como en algunas partes del Asia, ó con toldos hechos de pieles de animales, como lo son en el dia las habitaciones de los tártaros y de los árabes errantes? Él quiere conservarla, y desde entonces ya tenemos establecido el sistema de PROPIEDAD.

Pero la familia del hombre ve que se aumentan sus necesidades á la par de sus recursos. Este, mas dichoso en la agricultura, coge mas frutos: aquel, mejor instruido en el arte de criar los ganados, tiene un rebaño mas numeroso. Las necesidades reunen á los hombres, y el que tiene mas frutos cede una parte al que no tiene ninguno, y éste le da en cambio carneros ú ovejas. El COMERCIO nace, y con él el gusto de la sociedad, consecuencia natural de las relaciones mas frecuentes.

La emulacion despierta la INDUSTRIA: las artes conocidas se perfeccionan y se ex

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tienden; y el ingenio del hombre inventa

otras nuevas.

Es una observacion muy importante la de que las ciencias, tanto físicas como morales, han dimanado del mismo principio, y que tienen un carácter especial que indica en cierto modo el lugar de su orígen. Así el comercio, que no es mas que un sistema de cambios, dando á Diomedes (25) una armadura por nueve bueyes, recibiendo en la Abisinia sal, en la India conchas, en Virginia tabaco, y en Terranova bacalao, para obtener una sustancia útil ó de puro recreo," partia del mismo principio que el tráfico que hacian los espartanos con su pesada moneda de hierro y los antiguos romanos con la suya de cobre (26).

Los pastores de las hermosas llanuras de Babilonia establecian quizá su sistema astrónómico, en ocasion que la ciencia de los agüeros, resultado de la observacion del vuelo de las aves, conducia en Etruria al estudio de la astrología judiciaria, de la historia natural y de la medicina.

Conviene advertir que los errores mas crasos han conducido muchas veces á verdades útiles. Así la ciencia falsa de los arúspices obligaba á los sacerdotes á estudiar con atencion las partes delicadas de las entrañas

-de las víctimas, y daba orígen á la anatomía -comparada. Del mismo modo la religion de los egipcios y la de los griegos contribuyeron á perfeccionar las artes, obligando la una á los pintores y escultores á representar con propiedad los animales, y la otra haciendo producir al cincel de Fidias el Júpiter Olímpico. Ambas religiones fueron útiles, ya porque exaltaron el genio de los arquitectos encargados de construir los templos, ya generalizando los conocimientos de los mineralogistas que debian contribuir á su duracion, y aumentar su magnificencia por medio de los granitos, de los pórfiros y de las piedras preciosas.

El principio de las ciencias es tan antiguo como el origen del hombre, pues que todas estan fundadas sobre las tres potencias del alma.

El hombre ha querido abrazar lo pasado y lo presente, y este es el origen de la Historia. Ha deseado manifestar su reconocimiento al Autor del universo (27), expresar sus sensaciones, cantar su felicidad ó distraer su miseria, y ha venido en su auxilio la Poesía, hija de la imaginacion; y ha encontrado en su entendimiento los principios de la Filosofía recibiendo de la experiencia el método de juzgar de las cosas sanamente.

C:

Es muy posible (dirá alguno de los escritores que todo quieren esplicarlo) que la observacion haya sido la primera guia del hombre, y los animales sus primeros maestros. ¿Quién sabe ( añadirá ) si el castor le habrá enseñado á edificar una cabaña, á construir un dique, y si el primer arquitecto habrá sido el que observó por primera vez á este animal ingenioso? ¿Quién sabe si, viéndole recoger en el mes de setiembre las cortezas y ramas tiernas de los árboles, ha concebido el sistema de las provisiones; si la pacífica so ciedad de los castores, divididos en varias habitaciones, pero reunidos á la primera señal de peligro para la defensa común, le habrá suministrado la idea de la asociacion y de su objeto; y si el reconocimiento de este importante servicio ha sido el que dictó á la religion de los magos la prohibicion de matar estos animales industriosos?

La inspeccion de los objetos que nos rodéan nos conduce muchas veces á importantes descubrimientos. ¿Por qué no se ha de creer que los zorros del Norte, presentando en sus guerras un ejército en columnas cerradas, con su centro, flancos y descubiertas, hayan conducido á la ciencia de la táctica? El nautilo, cuya concha en forma de esquife está dividida interiormente en cuaren

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ta celdillas ó compartimientos, es una imagen de los buques antiguos. Levantando sus dos aletas ó tentáculos sobre el agua, extiende como una vela la membrana sutíl y ligera que se encuentra entre ellas; y metiendo en el mar otros dos apéndices le sirven de remos, y otro mas corto de timon. Si se ve perseguido, recoje sus velas, carga de agua su concha y se va á fondo. ¿Y qué inconveniente habria en creer que este animal fuese el que inspiró á Dédalo la idea de poner vélas á la chalupa que le salvó de la persecucion de los barcos remeros de Minos (28)? ¿ No seria creible que las abejas sujetas al gobierno de una reina, hayan sugerido la graciosa idea que nos formamos de un estado dirigido por una muger? ¿Quién sabe si los tyrios no les son deudores de la feliz ocurrencia de haber puesto á su cabeza á la viuda de Siqueo; y si los pataneses, eligiendo por gefe una princesa, han tomado por 'modelo la interesante monarquía de aquellos insectos?

Pero dejemos estas hipótesis, y volvamos al hombre. No le basta haber inventado las artes mecánicas, ni saber robar á la tierra sus frutos, al mar sus peces, y á los bosques sus animales; sino que trata tambien de averiguar la causa de su existencia. Al ver

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