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das ellas, que es á Jesu-Christo y á su Iglesia, debe estudiar y meditar con la mayor atencion los Libros del nuevo Testamento; y con particular cuidado las Epístolas de San Pablo, que es en donde se halla repetidas veces la aplicacion de todas estas sombras y figuras.

7

EL EXODO.

CAPÍTULO I.

Número de los Israelitas, que descendiéron á Egypto. Un nuevo Rey viendo como se habian multiplicado, intenta oprimirlos acabarlos con penosas tareas y fatigas: da órden a las comadres, que maten á los niños al nacer; y finalmente que los arrojen al Nilo.

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- I El Hebréo now abnì, y estos los nombres. Así llaman los Hebréos á este Libro por las palabras con que da principio. La conjunciony, parece que une la historia del Exôdo con el fin del Génesis, y que es su continuacion. Antiguamente el Pentateucho era un solo LI bro; pero despues se dividió en cinco secciones, y por esta razon fué llamado Pentateucho. Moyses da principio á su narracion, refiriendo las personas, que entráron en Egypto, con el fin de manifestar la causa, que tuvieron los Egypcios para aborrecer y perseguir á los Hebreos, que fué la prodigiosa multiplicacion de estos en pocos años.

2 Con sus hijos, con los que pertenecian á cada familia. Las familias se Ilaman Casas por Metonymia; porque los hijos son las piedras vivas, con que se alzan las casas de los padres.

a Genes. XLVI. 8.

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3 En esta serie observa Moysés el órden, que tuvieron las mugeres de Jacob: los seis primeros son hijos de Lía su primera muger; el séptimo, que es Benjamin, es hijo de Rachel, que fué la se→ gunda: de la tercera, que fue Bala, Dan y Nephthali: y de Zelpha, que fué la quarta, Gad y Aser.

4 Entrando en este número no solo Joseph, sino tambien sus hijos, como dexamos notado. Genes. XLVI. 8. Algu→ nos por leerse aquí, que fueron setenta las personas que habian entrado en Egypto y habian salido de Jacob, pretenden que en la enumeracion que se hace en el referido capítulo falta el nombre de alguno; pero no es necesario apelar á esto, quando allí mismo se insinúa, que Jacob debe tambien contarse en este número: Véase lo que allí notamos al v. 26. del mismo Cap.

femore Jacob, septuaginta: Joseph autem in Ægypto erat. 6 Quo mortuo, et universis fratribus ejus, omnique cognatione illa,

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7 Filii Israël creverunt, et quasi germinantes multiplicati sunt ac roborati nimis, impleverunt terram.

8 Surrexit intereà rex no vus super Ægyptum, qui ignorabat Joseph:

9 Et ait ad populum suum: Ecce populus filiorum Israël multus, et fortior nobis est.

10 Venite , sapienter opprimamus eum, ne fortè mul

I Y de toda esta primera generacion, como dice el Hebréo.

2

MS. 3. y FERRAR. Y serpiéron. O como los granos y semillas que se multiplican excesivamente. El texto Hebréo: y se produxéron á semejanza de los peces, cuya multiplicacion es prodigiosa. Los Hebréos, como aquí se refiere, entráron en Egypto en número de setenta personas. Desde su entrada hasta que sa liéron, pasáron doscientos quince años, y entonces subian ya al número de seis cientos tres mil quinientos y cinqüenta hombres capaces de llevar las armas. Esta multiplicacion tan crecida, aunque pudo suceder naturalmente, pero debe atribuirse principalmente á una particular providencia del Señor, que de tan pequeños principios quiso formar un pueblo tan numeroso, que pudiera despues poblar la tierra, que les habia prometido. En esta multiplicacion se vió cumpida la verdad de las palabras de Dios á Abraham.

3 Unos pretenden que se llamase Amenophis: otros Armésemiamo ó Ramesses, y otros Salatis. Véase Usser. tertia alas. pag. 17. Pero no se puede afirmar cosa cierta sobre este punto. Por Rey nuevo se debe entender, ó que era extrangero, y de diversa familia, que

a Psalm. Civ. 24. Actor. VII. 17.

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los que habian honrado tanto á Joseph: ó más bien que era de diverso genio y costumbres, y que estableciendo nuevas leyes y gobierno, abrogó y anuló todo lo que sábiamente habia ordenado Joseph.

4 Que nada sabia de las cosas de Joseph, ó que no seguia ni aprobaba las sabias providencias del gobierno de Joseph.

5 MS. 3. Dat acá. FERRAR. Dat asabentémonos á él. Vamos como con maña y con una fina política lo hemos de estrechar y apremiar, hasta acabar con él, para que no se vaya engruesando y creciendo, como vemos. Este es el lenguage de la política humana, quando solo el interes es su móbil, y no se gobierna por la religion. Cree, que todo le es permitido, y aun necesario, quando lo pue de encubrir baxo del especioso pretexto del bien del Estado. Es verdad, que un pueblo extrangero, que se habia aumentado extraordinariamente, podia dar algun recelo á los Egypcios, y que no serian reprehensibles, si hubieran tomado algunas prudentes precauciones para evitar los males que temian; pero entrar en el designio de acabarlos á todos por sola la sospecha ó temor de que podian ser perjudiciales al Estado, es una po

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tiplicetur et si ingruerit multiplique: y si arremetiere la contra nos bellum addatur guerra contra nosotros, se junte inimicis nostris, expugnatis- con nuestros enemigos, y desque nobis egrediatur de ter- pues de habernos vencido, se salga de la tierra.

ra.

II Præposuit itaque eis magistros operum, ut affligerent eos oneribus ædificaveruntque urbes tabernaculorum' Pharaoni, Phithom et Rames

ses.

12 Quantòque opprimebant eos, tantò magis multiplicabantur, et crescebant:

I

II Por tanto les puso sobrestantes de obras, para que los affigiesen con cargas : y edificáron á Pharaón las ciudades de las tiendas 2, Phithóm y Ramessés.

12 Y quanto mas los oprimian, tanto mas se multiplicaban, y crecian 3:

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13 Oderantque filios Israël 13 Y aborrecian los EgypEgyptii, et affligebant illu- cios á los hijos de Israél, y los afligian insultándolos :

dentes eis:

14 Atque ad amaritudinem perducebant vitam eorum operibus duris luti, et la teris, omnique famulatu, quo in terræ operibus premeban

tur.

lítica diabólica, contraria á la humanidad, á la naturaleza y á la religion. ¿Que seria de todos los inocentes y fieles vasallos, si debieran ser tratados como delinqüentes, solamente porque lo pueden ser?

■ Insoportables. FERRAR. De pechas. Comenzó esta persecucion probablemente como unos diez años antes que naciese Moyses, y asi duró noventa; porque Moyses sacó de Egypto á los Hebreos, quando tenia ochenta. Cap. vII. 7. Las obras y fatigas á que los aplicáron, eran á hacer y cocer ladrillos para edificar las ciudades ó fortalezas de Phithom y de Ramesses: á hacer diques para contener las aguas del Nilo, y canales para conducirlas y regar los campos: á sacar fuera de las ciudades la basura é inmundicias: á la construccion, y fábrica de las famosas pyrámides, como siente JOSEPHO Lib. 11. Antiquit. Cap. 5. y finalmente al cultivo de los campos, y á las labores de la tierra.

2 El texto Hebréo mapop de los the

14 Y hacíanles pasar una vida amarga con duras tareas de barro y de ladrillo, y con toda suerte de servidumbre, con que eran oprimidos en las labores del campo.

soros, ó porque eran como el público granero de Egypto; ó porque se guardaban en ellas los thesoros del Rey. Se cree, que Phithóm es la ciudad de Pelusio ó Damiata, sobre el canal que los Reyes Neco y Dario habian hecho para dar comunicacion al mar Roxo con el Nilo, y por aquí con el Mediterráneo. Una y otra estaban sobre la frontera de Egypto; y la última fué donde hicieron su primer acampamento los Hebreos. Cap. XII. 37.

3 En número; porque no hay sabiduria ni prudencia ni consejo contra el Señor. Prov. xxI. 30. De este modo se burla Dios de los obstáculos, que ponen los hombres al cumplimiento de sus obras. Israel se aumenta por los mismos medios, que se inventáron para destruirle. Y lo mismo sucedia en los principios de la Iglesia con la sangre de los Christianos, que se derramaba con el fin de acabar con ellos; mas ella era como una semilla, de donde nacian y brotaban en número mas crecido. TERTUL. Apologet,

15 Dixit autem Rex Egypti obstetricibus Hebræorum: quarum una vocabatur Sephora, altera Phua,

16 Præcipiens eis: Quando obstetricabitis Hebræas, et partis tempus advenerit si masculus fuerit, interficie eum: si femina reservate.

17 Timuerunt autem obstetrices Deum, et non fecerunt juxtà præceptum regis Egypti, sed conservabant

mares.

18 Quibus ad se accersitis, rex ait: Quidnam est hoc quod facere voluistis, ut pue

ros servaretis?

19 Quæ responderunt : Non sunt Hebræa, sicut Egyptiæ mulieres: ipse enim obstetricandi habent scientiam, et priusquam veniamus ad eas, pariunt.

20 Benè ergo fecit Deus ob

I A las principales entre todas. Los nombres de estas son Hebreos. Por esta razon, y por el temor que manifestáron tener á Dios, y por la aversion que tenian entre si las dos naciones, se cree probablemente que eran Hebréas, y con este mismo parecer se conforma S. AGUSTIN Libro contra Mendac. Cap. 15. Otros Interpretes con JOSEPHO Opinan que fuéron Egypcias.

2 MS. 7. E viéredes en las ruedas. 3 MS. 7. ¿Por qué vos avedes malvado?

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4 Son mas robustas que las Egypcias, y paren sin tener necesidad de que ninguno las asista. Pudieron en esto decir verdad; porque hay motivo de presumir que las mugeres Hebréas instruidas del peligro, que amenazaba á sus hijos, que rian mas bien pasarse sin la asistencia de las parteras, que entregarlos á la muerte. Por esto no las llamaban, sino quando se hallaban en estado de que no

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19 Las quales respondiéron: Las mugeres Hebréas no son como las de Egypto; porque ellas saben el arte de partear, y ántes que lleguemos á ellas, paren.

20 Dios pues hizo bien 5 á

pudiesen hacer daño á lo que habia ya nacido. Y asi pudiéron justificar con verdad y sinceridad la desobediencia, de que se les acusaba.

5 Esto es, Dios las recompensó, por no haber querido condescender con la crueldad del Rey, quitando la vida á los inocentes; pero esta recompensa no autoriza su mentira, pues comunmente se cree que mintieron. La mentira, por útil que pueda ser, es siempre pecado. Fué remunerada la buena voluntad, no el engaño: la bondad del corazon, no la iniquidad de la mentira. S. AUGUSTIN. Lib. contra Mendac. Cap. 15. S. GREGORIUS Moral. Lib. XVIII. Cap. 3. ¿ Pero qué debian haber hecho estas mugeres, ó que podian responder al Rey? SAN AGUSTIN responde, que confesando libremente la verdad, y muriendo en caso necesario por su confesion, se hubieran grangeado la eterna felicidad, en vez de la temporal con que las recompensó el Señor

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