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13 De tribu Dan, Ammiel filium Gemalli.

14 De tribu Aser, Sthur filium Michaël.

15 De tribu Nephthali, Nahabi filium Vapsi.

16 De tribu Gad, Guel filium Machi.

17 Hæc sunt nomina virorum, quos misit Moyses ad considerandam Terram: vocavitque Osee filium Nun, Jo

sue

18 Misit ergo eos Moyses ad considerandam Terram Chanaan, et dixit ad eos: Ascendite per meridianam plagam. Cumque veneritis ad montes,

19 Considerate Terram, qualis sit: et populum qui habitator est ejus, utrùm fortis sit an infirmus: si pauci numero, an plures:

20 Ipsa terra, bona an mala: urbes quales, murate an absque muris:

21 Humus, pinguis an sterilis, nemorosa an absque arboribus. Confortamini, et afferte nobis de fructibus Terra. Erat autem tempus quando jam præcoque uve vesci possunt.

I Que se interpreta salud de Dios, ó salvador dado por Dios: como imágen, que debia ser del Salvador de los hombres, no solo en el nombre, sino tambien en los hechos. Los Lxx. trasladan el nombre Hebreo por Jesus. Y aunque el nombre de Josué se halla en el Exôd. XVII. alli se le da for anticipacion, como

a Actor. VII. 45. Hebr. Iv. 8.

13 De la tribu de Dan, á Ammiél hijo de Gemalli. 14 De la tribu de Asér, á Sthúr hijo de Michaél.

15 De la tribu de Néphthali, á Nahabi hijo de Vapsi. 16 De la tribu de Gad, á Guél hijo de Machi.

17 Estos son los nombres de los hombres, que envió Moysés á reconocer la Tierra: y á Oseas hijo de Nun, le dió el nombre de Josué '.

18 Enviólos pues Moysés á reconocer la Tierra de Chanaán, y les dixo: Subid por la parte del Mediodia, y quando llegueis

á los montes,

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22 Cùmque ascendissent, exploraverunt Terram à deserto Sin, usque Rohob intrantibus Emath.

23 Ascenderuntque ad meridiem; et venerunt in Hebron, ubi erant Achiman et Sisaï et Tholmaï filii Enac. Nam Hebron septem annis ante Tanim urbem Ægypti condita est.

24 Pergentesque b usque ad

Torrentem botri, absciderunt palmitem cum uva sua, quem portaverunt in vecte duo viri. De malis quoque granatis et de ficis loci illius tulerunt: 25 Qui appellatus est Ne

I Esto es, desde un extremo á otro, porque Rohób, Dan, Emáth y el AntiHibano son los límites de la Tierra santa por la parte septentrional; y por la del Mediodia Bersabee, el desierto de Sín, el Nilo y Cades. Emáth era una ciudad fuerte, que dió el nombre á toda la region de donde fueron nombrados los Ematheos, ó Hamathéos, como se ha notado ya en el Genes. x. 18. Fué edificada por Hamáth ó Emáth hijo de Chanaán. Despues fué llamada Epiphania, segun unos; y segun otros Antioquía y CALMET dice, que fue Emesa, ciudad de Syria cerca del monte Libano.

2 Descendientes de Enác, que fué un Gigante, padre de otro llamado Arbe, que edificó esta ciudad, la que por esta razon fué llamada Cariath-Arbe. Los Gigantes de Chanaán, por descender de Enác, se llamaban Enacím: nombre, que en la Escritura se usa freqüentemente como apelativo, y comprehende á todo gigante.

Esta era la capital del Egypto inferior, donde solian residir sus Reyes, y donde Moyses hizo señalar el poder de Dios con tan estupendos prodigios. Moyses dice, que no era extraño, que hu

a. Josue xv. 14. Tom. I.

22 Y habiendo subido, registráron la Tierra desde el de-. sierto de Sín ', hasta Rohób por donde se entra en Emáth.

23 Y subiéron ácia el Mediodia; y llegáron á Hebrón, donde estaban Achimán Y Sisai y Tholmai hijos de Enác. Porque Hebrón habia sido fundada siete años antes que Tanais 3 ciudad de Egypto.

24 Y siguiendo hasta el Torrente del racimo, cortáron un sarmiento con su racimo, que lleváron en un varal dos hombres. Lleváron tambien granadas é higos de aquel lugar:

25 Que fué llamado Nehe-.

biese gigantes en Hebrón, puesto que era una ciudad tan antigua, que su fundacion casi tocaba con los tiempos del Diluvio. Lo que dice tambien para reprimir el orgullo de los Egypcios, que se jactaban vanamente de la antigüedad de su nacion y de sus ciudades. Estaba situada sobre una sierra al Mediodia de la tierra de Chanaán, y despues se adjudicó á la tribu de Judá. Fue tambien destinada para que morasen en ella los Sa cerdotes, y declarada ciudad de asilo. Jos. xxI. 13. Muchos sucesos muy notables, que veremos en la serie de esta his toria, hicieron muy celebre á esta ciudad, que habia algun tiempo sido morada de Abraham.

4. ALAPIDE, citando á S AMBROSIO, dice que estos dos portadores del racimo fueron Josue y Caleb. Los viajeros modernos aseguran, que se hallau todavía en aquel pais vides, cuyos racimos pesan doce y mas libras. Y es fácil entenderio asi, quando en varias provincias de España se hallan de igual tamaño. S GERONYMO Epist. ad Fabiol y otros Padres consideran en este racimo pendiente de un varal á nuestro Redentor Jesu-Christo pendiente de la cruz.

b Deuter. I. 24.

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lescól', esto es, el Torrente del racimo: por causa del racimo, que lleváron de allí los hijos de Israél.

2

26 Y los exploradores de la Tierra, volviendo al cabo de quarenta dias, despues de haber dado vuelta á toda la region,

27 Viniéron á Moysés y Aarón y á toda la congregacion de los hijos de Israél al desierto de Pharán, que está en Cades 3. Y hablando con ellos y con toda la multitud les mostráron los frutos de la Tierra:

28 Y les diéron cuenta, diciendo: Llegamos á la Tierra, á donde nos enviaste, que en verdad mana leche y miel, como se puede conocer por estos frutos 4:

29 Pero tiene unos habitadores muy valerosos, y ciudades grandes y muradas. Hemos visto allí la raza de Enác.

30 Amaléc habita al Mediodia, el Hethéo y el Jebuséo y el Amorrhéo sobre las sierras: y el Chananéo mora junto al mar y á las corrientes del Jordan.

31 Entretanto Caleb para atajar el murmullo del pueblo, que comenzaba á levantarse con

NYMO in Locis Hebraicis no distinguen á Cades de Cadesbarne, y quieren que sea una misma ciudad, que unas veces se dice estar en el desierto de Sin, y otras de Pharán por la proximidad de ámbos lugares.

4 Comienzan haciendo relacion de lo que era verdad, para poder persuadir despues mas fácilmente lo que era falso.

Ascendamus , et possideamus tra Moysés, dixo: Subamos y Terram, quoniam poterimus ob- poseamos la tierra, que seguramente podremos apoderarnos de ella.

tinere eam.

32 Alii verò, qui fuerant cum eo, dicebant: Nequaquam ad hunc populum valemus ascendere, quia fortior nobis

est.

33 Detraxeruntque Terra, quam inspexerant, apud filios Israël, dicentes: Terra, quam lustravimus, devorat habitatores suos populus, quem quem aspeximus, procera statura

est.

34 Ibi vidimus monstra quædam filiorum Enac de genere giganteo: quibus comparati, quasi locusta videba

mur.

I MS. 3. y 7. E sacáron fama mala de la tierra á los hijos de Israel. Que riendo dar á entender con esto, que el clima era muy maligno y nocivo.

2 Véase la Disertacion sobre los Gigantes en la Biblia de CARRIERES, tom.I.

3 Véase el v. 23. Como contaban con solas sus fuerzas, olvidados de la proteccion del cielo, de las promesas, que Dios les habia hecho, y de los prodigios que habia obrado en su favor; por esto desmayáron é hicieron desmayar á los

32 Mas los otros, que habian ido con él, dixéron: De ninguna manera tenemos fuerza para subir á este pueblo, porque es mas fuerte que nosotros.

33 Y desacreditáron delante de los hijos de Israél la Tierra', que habian recorrido, diciendo: La Tierra, que hemos recorrido se traga á sus habitadores: el pueblo, que hemos visto, es de una estatura agigantada.

34 Allí vimos ciertos monstruos hijos de Enác de raza de gigantes 2: á los que comparados nosotros 3, parecíamos como langostas.

otros, persuadiéndoles, que era un arrojo temerario el pretender entrar en aqueIla tierra. Pero Josué y Caleb, aunque conocian tambien todos los peligros y dificultades de la empresa; esto no obstante ponian en Dios su confianza, despreciando y contando por nada los peligros: y así nada temian, sabiendo, que teniendo á Dios favorable para sus empresas, seria él el que combatiria y venceria por ellos.

CAPÍTULO XIV.

Josué y Caleb intentan apaciguar la murmuracion; pero en vano. Enojado el Señor les amenaza de muerte; pero Mysés le aplaca, interponiendo sus ruegos. Esto no obstante los condena á todos á morir en el desierto á excepcion de Josué y de Caleb.

Igitur vociferans omnis

turba flevit nocte illa,

Por lo que toda la multitud gritando lloró aquella noche,.

. 2 Et murmurati sunt contra Moysen et Aaron cuncti filii Israël, dicentes:

3 Utinam mortui essemus in Egypto: et in hac vasta solitudine utinam pereamus, et non inducat nos Dominus in Terram istam, ne cadamus gladio, et uxores ac liberi nostri ducantur captivi. ¿Nonne melius est reverti in Ægyptum?

4 Dixeruntque alter ad alterum: Constituamus nobis ducem, et revertamur in Ægyptum.

5 Quo audito Moyses et Aaron ceciderunt proni in terram coram omni multitudine filiorum Israël.

a

6 At verò Josue filius Nun, et Caleb filius Jephone, qui et ipsi lustraverant Terram, sciderunt vestimenta sua,

7 Et ad omnem multitudinem filiorum Israël locuti sunt: Terra, quam circuivimus, valdè bona est.

8 Si propitius fuerit Dominus, inducet nos in eam, et tradet humum lacte et melle

manantem.

I Los principales, ó una grande parte del pueblo: en este mismo sentido se toma eu otros muchos lugares de la Escritura. Cupit. XVI. 41.

2 Este discurso de los Israelitas prueba bien hasta donde puede llegar la locura y ceguedad del espíritu del hombre, quando ha llegado à sacudir una vez el yugo de Dios y su obediencia.

3 O para inclinar al pueblo con su humildad, á que desistiese de una em

a Eccli. XLVI.9.1. Machabæér. 11. 55.56.

2 Y murmuráron contra Moysés y Aarón todos los hijos de Israél', diciendo:

3 Oxalá hubiéramos muerto en Egypto: y oxalá perezcamos en este vasto desierto, y que el Señor no nos introduzca en esa Tierra, para que no perezcamos á espada, y nuestras mugeres é hijos sean llevados cautivos. ¿Por ventura no es mejor volvernos á Egypto?

- 4 Y se dixéron el uno al otro: Establezcamos 2 para nosotros un caudillo, y volvámonos á Egypto.

5 Quando esto oyéron Moysés y Aarón, se postráron en tierra 3 delante de toda la multitud de los hijos de Israél.

6 Pero Josué hijo de Nun, y Caleb hijo de Jephone, que por sí mismos habian recorrido la Tierra, rasgáron sus vestiduras *,

7 Y dixéron á toda la multitud de los hijos de Israél: La tierra, á que hemos dado vuelta, es muy buena .

8 Si el Señor nos fuere propicio, nos introducirá en ella, y nos dará un terreno que mana leche y miel.

presa tan temeraria; ó mas bien como dice ALAPIDE, para rogar á Dios que no castigase á los murmuradores, como los castigo en los Sepulcros de la concupiscencia.

4 Manifestando con esto su dolor y su indignacion por las murmuraciones, con que irritaban al Señor.

5 Es la mejor del mundo. El Hebréo

Buena la tierra : טובה הארץ מאר מאר

cho mucho.

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