de París, en 1736, aceptaba de buen grado el breviario de Monseñor de Vintimille. Durante treinta años y más, nuestros antepasados recitaron allí un breviario editado por vía diplomática y que no logró hacer desaparecer Benedicto XIV. En París editaron entonces un breviario, al modo como hoy construyen un palacio de Exposición, es decir, seductor, ligero, superficial. Debemos empero confesar que Benedicto XIV no miró al principio con mal ceño este breviario, ora porque mediante el oficio dominical y ferial aseguraba la recitación del salterio cada semana, ora porque prescribía la recitación de los salmos de feria en las fiestas que no fueran de los mártires y de la Santisima Virgen. Sin embargo, para preferir así el oficio dominical y ferial, era menester alterar el calendario santoral, suprimir algunas fiestas, y rebajar el rito de otras. ¿Y qué autoridad tenian los liturgistas de Paris para arrogarse esta facultad? Benedicto XIV confió el estudio de la reforma del breviario á varios consultores quienes intentaron hacer una distribución del salterio, análoga á la del breviario de Paris, limitar el número de las fiestas y reducir las de algunos Saitos á rito inferior. Después de largas discusiones, los consultores prescindieron de toda modificación referente á la distribución del salterio, porque juzgaron que la usada en Roma debia conservarse. Para reformar el calendario, suprimir ó variar el rito de las fiestas, presentaron al Papa un proyecto, al cual alguien pensó en aplicar aquella inscripción romana, dedicada á los Bárbaros: Moverunt Sanctis bella nefanda prius! Benedicto XIV, que deseaba solamente una onesta correzione del breviario, al ver que se le proponía la supresión de las fiestas de los Santos, desde San Gregogorio VIII, declaró inaceptable el plan de los consultores y quiso llevar al cabo personalmente la reforma. Desgra ciadamente murió sin haber empezado siquiera á trabajar en el asunto. De modo que después de la tentativa de Benedicto XIV, se hizo aún más dificultosa la conciliación del oficio del tiempo con el de los Santos. Quisiéramos demostrar ahora cómo la supresión de las liturgias galicanas y la extinción del "modernismo litúrgico" del siglo XVIII, prepararon la reforma que el Pontífice reinante ha decretado, pero nos falta tiempo para ello. Bástenos declarar que debemos á Pio x la reforma más notable y benéfica que se ha hecho en el breviario romano, después de San Pio v, y la solución del problema apenas planteado por Benedicto XIV. La reforma prescrital por Pío x restaura el oficio del tiempo sin menoscabar en nada el de los Santos. Es, pues, una reforma valiente, elegante, y, Dios mediante definitiva." FE DE ERRATA En el anterior artículo "La nueva reforma del breviario," página 87, línea 28 se lee: "ó el que como tal pueden reputarse" léase puede, etc. .... El del presente mes se verificará el día 7. Constitutio Apostolica de nova psalterii in bre- Retiro mensual. . Fe de erratas. Páginas Vino de consagrar DE VENTA EN LA TESORERIA GENERAL DE DIEZMOS 65 86 96 96 EN LA SACRISTIA DE LA CATEDRAL HAY DE VENTA ALGUNAS IMAGENES LIBROS EN BLANCO para registros parroquiales de bautismos, entierros, informaIciones y matrimonios. Hay de venta en la Tesoreria General de Diezmos. No publica remitidos, y sólo se canjea con los periódicos de carácter analogo. Administración: Palacio Arzobispal. |