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"A ninguno se le permitirá introducir, escribir ó componer ninguna otra fe, ademas de la que fue definida por los santos Padres reunidos en la ciudad de Nicea con el Espíritu Santo "."

Dícese que el primero que introdujo el Credo Constantinopolitano en la Liturgia fue Pedro Fullo, Patriarca de Antioquía, por los años de 471; y que ordenó se repitiese en todas las reuniones de la Iglesia'. Dícese ademas, que Timoteo Obispo de Constantinopla fue el primero que introdujo la misma costumbre en su Iglesia, por los años de 5118. Del Oriente pasó la costumbre á las Iglesias Occidentales, y fue adoptada primero en España por el Concilio de Toledo, hácia el año 589, cuando esta Iglesia se recobró nuevamente de una inundacion del Arrianismo. La Iglesia Romana aparece haber sido la última en recibirla, segun dicen algunos, no antes del año 1014; aunque otros le han asignado, con probabilidad, una fecha anterior".

• Beveridge, Synodicon, Tom. i. pag. 103; Routh, Opuscula, Tom. ii. pag. 392.

7 Πέτρον φησὶ τὸν κναφέα ἐπινοῆσαι καὶ ἐν πάσῃ συνάξει Tò cúμßodov déyeo@ai.-Theodor. Hist. Eccles. Lib. ii. pag. 556. Paris, 1673; Bingham, Lib. x. cap. iv. § 7; Palmer, Origines Liturgica, Tom. ii. cap. iv. § 6.

8 Theodor. Lector. pag. 563; Bingham y Palmer, ubi supra. 9 Bingham y Palmer, ubi supra.

SECCION IV.

El Credo de S. Atanasio.

I. El origen de este Credo, como del de los Apóstoles, es obscuro.

En tiempos anteriores creyeron muchos eruditos que había sido compuesto por Atanasio, cuando estaba en Roma, y presentado por él al Papa Julio, como una confesion de su fe. Tal fue la opinion de Baronio, á quien siguieron en esto el Cardenal Bona, Petavio, Belarmino, Rivet y otros muchos, tanto de la comunion romana como de la reformada'. El primero que examinó críticamente la cuestion del autor de este Credo, fue Gerardo Vossio, en su obra De Tribus Symbolis, año 1642; el cual arrojó fuertes dudas sobre la opinion recibida, presentando razones bastantes para creer que fue obra, no de Atanasio, sino de algun escritor latino, probablemente mucho posterior á él. En efecto, no lo remonta mas allá del año 600. Siguióle en esto el Arzobispo Ussher, quien en su tratado De Symbolis (año 1647), dió nuevas pruebas de las que estuvo ignorante Vossio, convino con él en negarlo á Atanasio, pero no tuvo escrúpulos de asignarle una fecha anterior al año 447.

Bingham, Lib. x. cap. iv. § 18.

En 1675 Pascasio Quesnel, sabio teólogo frances, publicó las obras del Papa Leon, con algunas disertaciones suyas. En la décima cuarta de estas, discute la cuestion del autor de este Credo, y lo asigna á Vigilio Tapsense, Obispo africano, que vivió á fines del siglo quinto, en tiempo de la persecucion arriana verificada por los Vándalos. Sus argumentos han prevalecido tanto, que han arrastrado á la mayoría de los sabios escritores; entre los cuales pueden mencionarse Cave, Dupin, Pagi, Natal Alejandro, Bingham.

Los principales argumentos en contra de Atanasio como autor y en favor de Vigilio, los resume así el escritor en último lugar mencionado, Bingham. "Primero, porque este Credo falta en casi todos los manuscritos de las obras de Atanasio. En segundo lugar, porque su estilo y contextura no demuestran ser su autor griego, sino latino. En tercer lugar, porque ni Cirilo de Alejandría, ni el Concilio de Efeso, ni el Papa Leon, ni el Concilio de Calcedonia, lo mencionaron siquiera en cuanto dijeron contra las herejías nestoriana y eutiquiana. En cuarto lugar, porque es sabido que este Vigilio publicó otros varios escritos suyos bajo el pseudónimo de Atanasio, con los cuales anda unido comunmente este Credo "."

En 1693 José Antelmi, sabio teólogo de Paris,

2 Bingham, ubi supra; Waterland, Hist. of Athanasian Creed, cap. i.

en su Dissertatio de Symbolo Athanasiano, combatió con grande éxito la opinion de Quesnel, y lo asignó á Vicente de Lerins, que floreció en la Galia, año 434.

Sus argumentos parece que han producido un efecto considerable en el mundo de las letras. El famoso Tillemont (1697) alaba los trabajos de Antelmi, aunque se inclina todavía á la opinion de Quesnel. Montfaucon (1698) se convenció de que el Credo no es obra de Atanasio ni de Vigilio, si bien tampoco creyó que sea debido á Vicente ; sino que opina hay razones fuertes para concluir que fue obra de algun escritor ó escritores Galicanos del tiempo de Vicente. De igual modo Muratori, famoso escritor italiano (1698) recomienda la opinion de Antelmi, como la mas próxima á la verdad3.

Finalmente, nuestro ilustrado Dr. Waterland, en su preciosa History of the Athanasian Creed, habiendo dado un resúmen de las opiniones de sus predecesores, aduce muchos y poderosos argumentos para probar que el escritor fue Hilario, creado Obispo de Arles en 429, y que probablemente publicó este Credo cuando entró por primera vez en su diócesis.

Los argumentos por los cuales se ha llegado casi con certeza al tiempo y lugar en que se escribió

3 Waterland, ubi supra.
o 2

este Credo, pueden comprenderse en dos grupos: 1. Pruebas externas; 2. Pruebas internas. 1. Las pruebas externas son como siguen : (1) Tenemos testimonios antiguos tan remotos como el Concilio de Autun, año 670, donde se prescribió que este Credo se recitase Año 670. por el Clero. Despues de esto, Regino, Abad de Prom en Alemania, año 760.

El Concilio de Francfort, año 794. Teodulfo, Obispo de Orleans, año 809. Hincmar, Arzobispo de Reims, año 852, &c.

(2) Hay un antiguo comentario, que se remonta al año 570, de Venancio Fortunato italiano, que fue Obispo de Poitiers. Vienen despues comentarios de Hincmar, Obispo de Reims, año 852; de Bruno, Obispo de Warzburgh, en Alemania, año 1033; del famoso Abelardo, año 1120 ; &c.

Año 570.

(3) Hay manuscritos que datan del siglo séptimo; y el Arzobispo Ussher halló uno en la Biblioteca Cotoniense que se remontaba Año 600. al año 600; si bien este ha desaparecido posteriormente. Semejante fecha es muy antigua, si se considera cuán pocos MSS. hay anteriores, aun de los escritores mas antiguos.

Año 850.

(4). Hay versiones: francesa del año 850; alemana de 870; anglo-sajona de 930; griega de 1200; &c.

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