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des sucesos que piden tiempo, y no poco, para poderse verificar. Reparad en sus palabras, y en su modo de hablar: las primicias Cristo.... despues los que son de Cristo.... Despues será el fin*.

175. Suponen comunmente los doctores, á lo menos en la práctica, que aquí se termina, ó hace sentido el testo del Apóstol, y lo que resta de él sucederá despues del fin: parte ha sucedido ya, y se está verificando desde que el Señor subió á los cielos: considerad lo que resta del testo : Luego será el fin; cuando hubiere entregado el reino á Dios y al Padre, cuando hubiere destruido todo principado, y potestad, y virtud, Porque es necesario que él reine hasta que ponga á todos sus enemigos debajo de sus pies. Y la enemiga muerte será destruida la postrerat. Este testo pues, así cortado y dividido en estas dos partes, lo que quiere decir, segun esplican, es esto solo: el primer resucitado es Cristo: despues, cuando él venga del cielo, los que son suyos§: luego al instante siguiente sucede el fin con el diluvio universal de fuego: al otro instante resucita el resto de los muertos, aunque S. Pablo no los toma en boca: últimamente sucede la evacuacion de todo principado, potestad y virtud. ¿Qué quiere decir esto? Quie're decir, que se destruye enteramente todo el imperio de Satanás, y de sus ángeles; los cuales, añaden con mucha satisfaccion, conservan siempre el nombre de aquel coro á que pertenecian antes de su pecado, y de su caida. Optimamente. ¿Y no hubo ángeles infieles de los otros coros, sino solamente de estos tres? ¿Y no hay aquí en la tier

* Primitiæ Christus: deinde ii, qui sunt Christi,... Deinde finis. -1 ad Cor. xv, 23 et 24.

↑ Deinde finis: cùm tradiderit regnum Deo et Patri, cùm evacuaverit omnem principatum, et potestatem, et virtutem. Oportet autem illum regnare donec ponat omnes inimicos sub pedibus ejus. Novissima autem inimica destruetur mors.-1 ad Cor. xv, 24, 25, et 26.

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ra otros principados, potestades y virtudes sino los ángeles malos? ¿No está aora, y ha estado, y estará siempre en mano de muchos hombres el principado, respecto de los otros, la potestad emanada de Dios, y la virtud, esto es, la milicia ó la fuerza, para hacerse obedecer? ¿Por qué, pues, se recurre á los ángeles malos ó á los demonios, y á unas ideas cuando menos inciertas, dudosas y oscurísimas, como son los coros á que pertenecian?

176. Siguese en el testo del Apóstol la entrega del reino, que hará Cristo á Dios su Padre*. ¿Cuando será esta ? Será, dicen, cuando despues de concluido el juicio universal, se vuelva el Señor al cielo con todos los suyos. Conque según esto, la entrega del reino (aun en suposicion que sea justa la idea de ir al cielo Cristo con todos sus santos, lo cual examinarémos á su tiempo) deberá ser el último suceso en todo el misterio de Dios: y no obstante S. Pablo pone todavia tres grandes sucesos despues de este, y en último lugar pone la destruccion de la muerte, que no es otra cosa, que la resurreccion universal: y la enemiga muerte será destruidat. Y aquel gran suceso que pone el Apóstol en medio del testo, esto es: porque es necesario que él reine, hasta que ponga á todos sus enemigos debajo de sus pies, ¿donde se coloca con alguna propiedad y decencia? Este gran suceso es necesario ponerlo aparte, ó volver muy atrás para poderle dar algun lugar: pues esto no podrá suceder en aquel tiempo, despues de la resurreccion de los santos, que son de Cristo, aunque el Apóstol lo ponga para entónces, (y esto so pena de error, y de peligro) sino que empezó á verificarse desde que el Señor subió á los cielos, y hasta aora se está verificando.

177. Yo observo aquí, y me parece que cualquiera observará lo mismo, una especie de desórden, de oscuridad, de confusion, y de un trastorno de ideas tan estrañas, que

Vide fol. præc.

* Cum tradiderit regnum Deo et Patri. — Id. ib. + Novissima autem inimica destruetur mors.— Oportet autem illum regnare, donec ponat omnes inimicos sub pedibus ejus. 1 ad Cor. xv, 25.

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me es preciso leer y releer el testo muchas veces, temiendo entrar en la misma confusion de ideas; y aun esta diligencia creo que no baste. No me direis, amigo, lo primero: ¿qué razon hay para poner el fin luego inmediatamente, despues en el instante siguiente á la resurreccion de los santos? ¿Acaso porque sin mediar otra palabra se dice Luego será el fin? Lo mismo se dice de la resurreccion de los santos respecto de la de Cristo, y ya sabeis cuantos siglos han pasado, y quizá pasarán entre una y otra resurreccion, las primicias de Cristo: despues los que son de Cristo. No me direis lo segundo, ¿qué razon hay para no querer unir las palabras Despues será el fin, con las que siguen inmediatamente, cuando en el testo sagrado se leen unidas, ni se les puede dar sentido alguno, ni aun gramatical, si no se unen? Luego será el fin; cuando hubiere entregado el reino á Dios y al Padre, cuando hubiere destruido todo principado, y potestad, y virtud*. Resucitados los que son de Cristo, dice S. Pablo, sucederá el fin. Mas cuando? Cuando el Señor entregare, ó hubiere entregado, cuando evacuare, ó hubiere evacuado, cuando..... Conque es claro, que el fin no sucederá sino cuando sucedan todas estas cosas, que se leen espresas en el testo sagrado.

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178. Del mismo modo parece claro, que siendo Jesucristo cabeza del linage humano, y habiéndose encargado de su remedio, no puede hacer á sú Padre la oblacion ó la entrega del reino de que está constituido heredero, sino despues de haberlo evacuado de toda dominacion estrangera: despues de haber destruido enteramente principado, y potestad, y virtud. (Por lo cual se va directamente contra la bestia, contra los reyes de la tierra, y contra sus egércitos.) Despues de haber sujetado todo el orbe, no

* Deinde finis : cùm tradiderit regnum Deo et Patri, cùm evacuaverit omnem principatum, et potestatem, et virtutem.-1 ad Cor. xv, 24. ↑ Et vidi bestiam, et reges terræ, et exercitus eorum congregatos pafa ciendum prælium cum illo, qui sedebat in equo, et cum exercitu ejus. Apoc. xix, 19.

solamente á la fe estéril y sin vida, sino á las obras propias de la fe, que es la piedad y la caridad: en suma, despues de haber convertido en reino propio de Dios, y digno de este nombre, todos los diversos reinos de los hombres: para esto, prosigue el Apóstol, es necesario que el mismo hijo reine efectivamente hasta sujetar todos los enemigos, y ponerlos todos debajo de sus pies*: cuando todas las cosas estuvieren ya sujetas á este verdadero y legítimo rey, entonces podrá ofrecer el reino á su Padre de un modo digno de Diost.

179. Porque no se piense aora, como se quiere dar á entender, que todo esto se ha hecho, y se puede plenamente concluir por la predicacion del evangelio que empezaron los Apóstoles, se deben notar y reparar bien dos cosas principales. Primera: que aquí no se habla de la conversion á la fe de los principados y potestades de la tierra, antes por el contrario se habla claramente de la evacuacion de todo principado y de toda potestad‡: y es cierto y sabido de todos los cristianos, que la predicacion del evangelio está tan lejos de tirar, ni aun indirectamente á esta evacuacion, que antes es uno de sus puntos capitales el sujetarnos mas á todo principado y potestad, y el asegurar mas á los mismos principados y potestades con nuestra obediencia y fidelidad. A esto no solo nos exorta, sino que nos obliga indispensablemente (por estas palabras): pagad al Cesar lo que es del Cesar: y á Dios lo que es de Dios§. Toda alma esté sometida á las potestades superiores. Porque no hay potestad sino de Dios: y las que son, de Dios

* Oportet autem illum regnare, donec ponat omnes inimicos sub pedibus ejus. 1 ad Cor. xv, 25.

↑ Cùm autem subjecta fuerint sibi omnia: tunc et ipse Filius subjectus erit ei, qui subjecit sibi omnia, ut sit Deus omnia in omnibus. 1 ad Cor. xv, 28.

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Cùm evacuaverit omnem principatum, et potestatem, et virtutem.-1 ad Cor. xv, 24.

§ Reddite ergo quæ sunt Cæsaris, Cæsari: et quæ sunt Dei, Deo. - Mat. xxii, 21.

son ordenadas*.

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Someteos, pues, á toda humana criatuy esto por Dios: ya sea al rey, como soberano que es: ya á los gobernadores... temed a Dios: dad honra al rey &c. +

180. La segunda cosa que se debe reparar, es, que en esta evacuacion de todo principado, potestad y virtud, con todo lo demás que se ve en el testo, junto y unido, debe suceder no antes, sino despues de la resurreccion de los santos, que son de Cristo: por consiguiente despues de la venida del mismo Cristo que esperamos en gloria y magestad. Leed el testo cien veces, y volved á leerlo otras mil, y no hallareis otra cosa, si no quereis de propósito negaros á vos mismo. Hecho pues todo esto, con el órden que lo pone S. Pablo, concluye él mismo todo el misterio diciendo: y la enemiga muerte será destruida la postrera ‡: y ved aquí el fin de todo con la resurreccion universal, en la que debe quedar vencida y destruida enteramente la muerte, de modo, que entónces, y solo entónces, se cumplirá la palabra que está escrita: ¿ donde esta, ó muerte, tu victoria? ¿donde esta, ó muerte, tu aguijon §?

PARRAFO VII.

181. Todo lo que acabamos de observar en el testo de S. Pablo, lo hallamos de la misma manera y con el mismo órden, aunque con alguna mayor estension y claridad, en el capítulo xx del Apocalipsis. Hagámos brevemente el confronto de todo, ó paralelo de ambos testos, que puede sernos de grande importancia para aclarar un poco mas nuestras ideas. Primeramente S. Pablo habla en este

* Omnis anima potestatibus sublimioribus subdita sit: Non est enim potestas nisi à Deo: quæ autem sunt, à Deo ordinata sunt. Ad Rom. xiii, 1.

↑ Subjecti igitur estote omni humanæ creaturæ propter Deum : sive regi, quasi præcellenti: sive ducibus.... Deum timete; regem honorificate &c.-1 Ep. Pet. ii, 13, 14, et 17.

Novissima autem inimica destruetur mors.-1 ad Cor. xv, 26. § Fiet sermo, qui scriptus est:... ¿ Ubi est mors victoria tua? ¿ubi est mors stimulus tuus? -1 ad Cor. xv, 54, et 55.

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