Obrazy na stronie
PDF
ePub

tado por Escoto, diciendo que este emperador gravemente enfermo de lepra, oidas las maravillas que obraba el Salvador, le envió legados rogándole viniese á curarle. Mas como á su llegada á Palestina hubiese ya muerto y resucitado, entendiendo que una muger conservaba su retrato, llevándola consigo á Roma, la presentáron al emperador, el qual con la presencia de la santa imágen recobró la salud (Scot. ad an. 39).

Molano dice que Tomas Stapleton le contó haber leido en la biblioteca vaticana una antiquísima historia de esta traslacion de la imágen de Christo á Roma en tiempo de Tiberio Cesar: del qual códice habla tambien Baronio en sus anales, y es el MS. que diximos no haber visto Henschenio. Tal vez le viéron Sigeberto, que flore ció en el tiempo de Escoto, y Constantino Porfirogénito, anterior á entrambos mas de un siglo, los quales cuentan esta historia casi en los mismos términos (V. Honor. à sancta Maria animadv. in reg. et us, crit. l.IV. diss. 8. art. 1). Como quiera es antiquísimo en Roma.

Agustino Patriarca en la descripcion de la llegada de Federico III á Roma en tiempo de Paulo II dice: re divinâ peractâ pontifex cum imperatore et omni pompâ ad Salvatoris nostri faciem adorandam in sudario expressam, quam Veronicam appellant processit. El mismo nombre se daba á la imágen del Señor en Roma en los tiempos de Inocencio III, Inocencio IV y Nicolao IV.

Entre las misas votivas del misal de Maguncia de 1493 hay una con este título: de sancta Veronica, seu vultu Domini. En el de Paris: de sancta Veronica Christi Domini, sive facie Jesu patientis.

En el misal antiquísimo de la iglesia de Jaen se lee otra misa semejante con una seqüencia muy devota alu

siva al santo rostro del Salvador, que copiarémos en su lugar.

En el procesional de la misma iglesia de Paris, entre varias comemoraciones de la corona del Salvádor, del sepulcro &c. hay una con este título: de sancto vultu Lucensi, item et de s. Dominici Veronicâ, cuya antífona Y versículo alude al rostro del Salvador, y mas claramente la oracion: concede quæsumus, omnipotens et misericors Deus, ut qui filii tui Domini nostri Jesu Christi faciem propter peccata nostra in passione deformatum &c.

En el gradual de la misma iglesia de Paris entre las misas votivas: missa de sancta Veronica Domini, seu de vultu Christi patientis quæ celebratur feria tertia quinquagesima,

En la iglesia 'de s. Eustaquio de Paris, donde se celebraba la fiesta de la santa Verónica á 9 de Septiembre, todo el oficio era de nuestro Señor Jesuchristo, padeciendo en su sagrado rostro, y nada de la santa muger que se supone.

Don Martin de Ximena en los anales eclesiásticos de Jaen p. 160 dice lo siguiente:

[ocr errors]

Hay en esta santa iglesia muchas reliquias de santos. "La principal de todas y que de tiempo inmemorial se guarda en ella.... es la santa Verónica, que es uno de » los retratos que nuestro Señor y redentor Jesuchristo » en el dia de su sacratísima pasion, yendo con la cruz »acuestas por la calle de la Amargura.... dexó impresos » de su sacratísimo rostro en un lienzo que le ofreció la piadosa y santa muger Verónica."

Donde se ve como á pesar de la verdadera significacion que se daba vulgarmente en aquella tierra á la palabra verónica, denotando con ella el sagrado retrato del Salvador, todavía se habia introducido en ella la opinion

de que este retrato se estampó en un lienzo ofrecido al Señor por la muger llamada Verónica. Esto se confirma por una oracion del antiguo misal de Jaen, dirigida á Dios por intercesion de esta santa, que dice así:

Deus, qui nobis signatis vultus tui memoriale tuum ad instantiam beata Veronica imaginem tuam sudario impressam relinquere voluisti: presta quæsumus per sanctam crucem et gloriosam passionem tuam, ut qui te heic in speculo et ænigmate veneramur in terris, desiderabilem ac veram faciem læti ac securi videre mereamur in calis. Qui vivis &c.

Esta opinion se extendió á varias iglesias aun de fuera de España en el misal ambrosiano de 1560 se lee tambien misa de santa Verónica, donde hay las siguientes

oraciones:

Prasta nobis, quæsumus misericors Deus, ut qui beata Veronica festivitatem devotis obsequiis celebramus, ejus intercessionibus per tuam clementiam adjuvemur, et de præsentis seculi fluctibus liberemur. Per &c.

Da quæsumus, sancte Pater, ut beata Veronica, quæ in conspectu majestatis tuæ existit gloriosa, suis orationibus nos per fidem integram, et sanctæ vitæ munditiem gratos tibi reddat et devotos. Per &c.

En otros misales, como en el de los cartuxos de 1669, se lee en la fiesta de santa Verónica la misa Cognovi: la oracion: Exaudi nos, Deus salutaris noster, ut sicut de beata Veronica festivitate gaudemus &c. La espístola, Mulierem fortem. El evangelio, del milagro obrado por el Señor con la muger que padecia fluxo de sangre; por donde se colige haberse creido lo que tenia asegurado Felipe de Bérgamo, que esta fue la muger llamada Verónica que le dió el lienzo quando iba á ser crucificado (V. Thiers superst. p. II. lib. 4. c. 6. p. 437. seq.)

[blocks in formation]

(8) El hallarse esta historia tan desnuda de fundamentos en sus principales puntos. No hay documentos que den por averiguado este milagroso suceso de la Verónica, y así algunos dudan de esta historia y aun de la exîstencia de esta santa muger.

» De veritate tamen ejusdem historiæ non quidem » quod attinet ad sudarium, sed quod spectat ad piam » illam feminam Veronicam nonnulli dubitare cœperunt » tum quia tota retro antiquitate Veronica nomen ig» notum est, et primi qui historiam vulgarunt sæculo duodecimo non Veronicam, sed Venicem aut Ve»ronicem aut Berenicem appellant, tum quia licet Ve>>ronicæ tamquam piæ et sanctæ feminæ nomen repe»riatur in martyrologio galesinii non reperitur tamen in martyrologio romano correcto et ampliato per cardi»nalem Baronium. Bollandani idcirco ab ea, quam com» probare tentaverant sententia, in subsequentibus libris recedendi animum præsetulerunt, uti videri potest t. » VII, mensis Maii p. 358. n. 26. Cumque ipsum suda» rium Veronica nomine fuerit appellatum à Nicolao IV.... et complures præterea pontifices, Clementem videlicet » VI, VII, VIII et Gregorium XIII aliosque sacrosanc» tum sudarium appellantes Veronicam referat Jacobus » Grimaldus.... ex his nonnulli in eam devenerunt sen» tentiam, verosimile admodum esse, quod Vera Icon exigua litterarum transportatione facta sit Veronica."

"

"

[ocr errors]

(Benedict.XIV. de serv. Dei beatif. et canoniz. l. IV. p. II. c. 30. n. 12).

Dudan de la existencia de esta piadosa muger Tillemont, Serry (exercit. 53. núm. 4): Thiers (superst. loc. laud.): Papebrochĵo (mens. Mai. t. VII. p.356. n. 126, et in responsione ad P. Sebastianum à s. Paulo art. I. §. 4. n. 47. seq., et art. XI. §. 2. n. 11), que cita

tambien en su favor á Lúcas Holstenio: Mabillon (iter. italic, p. 86.87): Foggini (en la defensa de lo que enseñó contra las actas de s. Rómulo pág. 66). Fúndanse 1.o en la variedad de los nombres dados á esta muger: en el silencio que guardan en órden á ella Eusebio, Sócrates, Sozomeno, Teodoreto y otros historiadores de los primeros siglos de la Iglesia: en el testimonio de los que dicen que esta imágen se esculpió estando el Salvador en el huerto, y no en el camino del calvario: en que la iglesia de san Pedro del vaticano, que hubiera sido la primera en hacer fiesta á esta santa muger, no hace memoria de ella en sus martirologios ni en ninguno de sus oficios. Atque hujus quidem basilica exemplum, dice Trombelli (de cultu ss. dissert. IX. CXXXV. §. 2): opponi debet exemplis ecclesiarum illarum qua in divinis officiis, mulieris hujus Veronica dicta meminerunt et preces illi ac sequentias recitant: en que el mismo Baronio (ad ann. 34. §.113) pareció inclinarse á la exîstencia de la Verónica, no inxirió su nombre en el martirologio publicado por el de la iglesia romana, no obstante que se hallaba ya en el martirologio de Galesinio.

Y aunque es cierto, dice Trombelli (ib. §. 5), que Urbano VIII inclinó á la exîstencia de esta pia muger en la inscripcion que puso en la capilla del santo sudario; fue esta una opinion suyà privada, que no ha tenido influxo en esta controversia, nå sus sucesores la han tenido por suficiente para que de la Verónica se haga oficio ó memoria en la iglesia vaticana. Y así es que pesar de este hecho impugnó Papebrochîo á Henschênio teniendo por fingida la historia de la Verónica, y otros católicos la impugnan. Mas no porque estos hechos sean inverosímiles o menos probables, debe calificarse de necia la opinion popular que los da por ciertos, diciendo s. Agustin:

á

« PoprzedniaDalej »