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pal la cabeza de una de las once mil vírgenes, de la qual santa se reza en la misma iglesia con oficio doble » á 21 de Octubre con comemoracion de s. Hilarion abad y de santa Ursula y sus compañeras." Y en la p. 163 dice que en el convento de s. Francisco de aquella ciudad, fundado en el siglo xiv, se venera otra cabeza de una de las once mil vírgenes.

En s. Lorenzo el real entre las reliquias dadas á Guzman de Silva, embaxador de España en Venecia el año 1574 por el reverendo Jacobo Marino, rector de la iglesia parroquial de santa Eufemia en la Judeca de Venecia, se halla parte de hueso de una de las once mil vírgenes de una pulgada. Tambien dió al dicho Guzman de Silva el reverendo fr. Daniel Venetus, prior del monasterio de santa María de los siervos de Venecia: una parte de la cabeza de una de las once mil vírgenes, es un casco de tres dedos de largo y dos de ancho. El reverendo Cipriano Tramesino, de la iglesia parroquial de s. Agustin:

· parte de hueso de santa Ursula y sus compañeras, son quatro huesos todos juntos como una nuez. El M. Adrian de Padua, del convento de s. Juan y s. Pablo de la órden de santo Domingo: tres huesos de las compañeras de santa Ursula de varios tamaños. Y últimamente se traxo á este monasterio con el cuerpo de la reyna doña María, primera muger de Felipe II, una cabeza de una de la compañía de las once mil vírgenes (catálogo MS. de las reliquias de s. Lorenzo el Real).

(7) Aquellas tres faces que dicen haber dexado el Salvador estampadas en el lienzo de la Verónica. Hácia la mitad del siglo xv comenzó á extenderse la opinion de que una muger de Jerusalen, llamada Verónica, presentó un lienzo ó pañuelo á nuestro Señor Jesuchristo,

en el qual, enxugándose el sudor, dexó estampado su sagrado rostro. Añadieron que esta muger tenia su casa en aquella ciudad, distante quinientos y treinta pasos de la de Pilato. Esto dice Bernardo Breydenbach en su viage á la tierra santa del año 1483, é impreso dos años despues en Maguncia. Sus palabras son estas procedentes per viam illam longam, per quam et Christus de domo Pilati usque ad crucifixionis locum ductus est, ad subscripta ex ordine devenimus loca. Item, ad domum sancta Veronica quæ ad passus quingentos et quinquaginta distat à domo Pilati, ubi Christus ejus peplo imaginem faciei suæ impressit, quæ hodie Romæ habetur.

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Sobre la palabra del obispo Metodio, citado por Mariano Escoto (in cron. ad an. 39), dice Baronio (ad an. 34. n. 138), que esta muger se llamaba Berenice, 6 Verónica, Berenice qua et Veronica dicta habetur. Si el Metodio citado por Escoto fuera el santo obispo de Tiro y mártir, que floreció en el tercer siglo de la Iglesia, y no Metodio el patriarca de Constantinopla, que floreció en el ix, seria gravísimo este testimonio á favor de la exîstencia de esta santa muger; supuesto que á Metodio el monge de Constantinopla, no pudo referirse Escoto, que le precedió cerca de dos siglos.

San Antonino (I. p. cron. tit. VI. c. 25. §. 2.) añade que esta muger era amiga íntima de la santísima Vír gen: que casó con s. Amador, que fuéron ambos primero á Roma, y de allí á las Galias con s. Marcial, y que muerto su marido siguió Verónica á s. Marcial en el territorio de Bourdeaux, donde permaneció. Martialis venit cum beato Petro apostolo Romam, et per eum missus fuit in Galliam habens in comitatu Amatorem et conjugem ejus Veronicam, que familiaris et præcordia

lis amica fuit Virginis Maria. Sanctus verò Amator in rupe, quæ modo Amatoris dicitur, solitariam vitam egit, ibique obiit. Veronica autem sanctum Martialem prædicantem secuta est in territorio Burdegalensi, ibique consenuit.

Felipe de Bergamo (in supplem. chron. lib. 8. ad ann. 32.) dice: Veronica mulier hierosolymitana Christi discipula matrona siquidem sanctitate ac pudicitia insignita his temporibus à Tiberio Cæsare per Volusianum necessarium suum virum strenuum à Hierosolyma cum sudario Christi Romam accersitur. Detinebatur quippe idem Cæsar magno infirmitatis morbo, qui cum primum mulierem sanctam suscepisset, et Christi imaginem contigisset, ab omni infirmitate curatus est. Ob quod miraculum ipsa Veronica ab ipso Casare magno in pretio deinceps habita est. Ibidem enim usque ad mortem cum Petro et Paulo apostolis atque Clemente pontifice ecclésiam Dei constituens, perseveravit. Hæc ipsa est quam Dominus à sanguinis fluxu fatigatam, ut sacra evangelii habet historia, vestimenti ejus fimbriam tangendo, sanaverat, atque etiam passionis ejus tempore eadem imagine, vultus sui in signum amoris donata fuit. Ipsa autem imago panniculo sic impressa Clementi pontifici et successoribus ejus ab eadem ex testamento declarata, nunc usque ibidem in beati Petri templo à Christi fidelibus magna cum religione revisitur.

El año 1685 se imprimió en Paris una vida de santa Verónica, en la qual se da por seguro : 1.o que vivió mucho tiempo con Jesuchristo y su santísima Madre: lo 2. que se llamaba Berenice ó Verenice, mas que el uso ha introducido la voz Verónica, y en algunos lugares la de Vénica ó Venisa: 3.o que casó con s. Amador doméstico de la santísima Vírgen y de s.Joseph: 4.° que nues

que

tro Señor la curó del fluxo de sangre: 5.° que quando iba al calvario con la cruz acuestas salió de su casa, que estaba al paso, y viéndole bañado en sudor y cubierto de sangre, se quitó el velo blanco de la cabeza, y se lo presentó para limpiarle el rostro, y que en él dexó esculpida el Señor una perfecta imágen de su rostro, y se le devolvió para dexarle esta muestra de su amor : 6.° recibió el Espíritu Santo con los apóstoles el dia de Pentecostes: 7.° que despues se fue á Marsella con s. Amador, s. Lázaro y santa Marta, de donde pasó á Roma hácia el fin del imperio de Tiberio: 8.° que dexó en testamento el santo sudario del rostro del Salvador á s. Clemente: 9.° que por último murió en Roma en Febrero del primer año del pontificado de s. Clemente.

Todo esto que se dice sin documentos antiguos ha dado ocasion á que se arraigue la opinion de que hubo tal muger llamada Verónica, cuya fiesta se ha celebrado mucho tiempo en algunas iglesias el mártes de carnaval, á lo que aparece, con el santo fin de oponer á las máscaras de este dia la imágen del Salvador bañada en sangre, y estampada en un lienzo por el mismo Señor quando iba á dar la vida por nuestra salud.

Otras iglesias fixáron la fiesta de la Verónica en el dia 4 de Febrero, en el qual recogió God. Henschenio casi todos los monumentos que exîsten sobre su historia, á excepcion del MS. del vaticano. No se sabe qué escrito es el de Juan Raynoldo sobre la Verónica, citado por Casaubon, ni si es impugnacion ó defensa de la tradicion popular (Tillem. sur J. C. not. 33).

Juzga Tillemont que Verónica pudo ser el mismo nombre Berenice, comun entonces entre los judíos, sobre lo qual merecen leerse las observaciones de Franc. Quaremio, (elucidar. terræ sancta lib. IV. peregrin. 6. c. 14. §. 4.

seq.) Bzovio (annal. eccles. an. 1216. n. 15 y 16), y Ducange (gloss. V. Verónica).

Lo que hay en esto de probable es que Verónica es palabra derivada por trasposicion y por síncope de Vera iconica, ó Vera icona ; siendo cierto, como notan Vosio y otros buenos latinos, que en la baxa latinidad icona ó iconica es lo mismo que imágen: de suerte que no debe aplicarse la voz verónica á una muger (cuya exîstencia no consta), sino á una imágen del Salvador esculpida en un lienzo.

En prueba de esto cita Mabillon en su viage de Italia á Pedro de Mailli, que floreció en el siglo xır, en el pontificado de Alexando III, y romano, canónigo de s. Pedro de Roma, que escribió ha casi seiscientos años, cuyas palabras son sudarium Christi quod vocatur Veronica &c. oratorium sancta Dei genitricis virginis Mariæ quod vocatur Veronica, ubi sine dubio est sudarium Christi, in quo ante passionem suam sanctissimam faciem, ut à majoribus nostris accepimus, extersit, quando sudor ejus factus est sicut gutte sanguinis decurrentis in terram. (Mabill. itiner. ital. t. I. p. 88).

Por estas palabras se echa de ver que en aquellos tiempos se creia haber sido estampada esta imágen del Señor en el huerto, y no en la calle de la Amargura, como despues se ha dicho.

Esto mismo confirma Pedro Diácono, bibliotecario de Monte Casino, en el siglo XII, el qual en su itinerario de la Tierra santa dice: sudarium cum quo Christus faciem suam extersit, quod ab aliis Veronica dicitur, tempore Tiberii Cæsaris Romam delatum est (ap. Mabill. itiner. italic.)

La ocasion de esta traslacion de la imágen de Christo á Roma en tiempo de Tiberio la cuenta Metodio, ci

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