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pone entre ellas os quoddam magnum s. Christophori. De esta ciudad son casi todas las reliquias de s. Christóbal, que envió al real monasterio de s. Lorenzo Guzman de Silva, embaxador de Felipe II. El mismo Breydenbach hace memoria de un grande alfange de s. Christóbal (ap. Theophil. Rayn. symbol. anton. §. I. n. 3).

Melchor Incoffer (in mantissa ad opus pro epistolâ Deiparæ not. 76), por testimonio de un obispo de Bosnia, refiere que tomada Constantinopla por los Turcos, se traxo á occidente con una escritura pública (6 auténtica) del patriarca Genadio un pie de s. Christóbal, y la pierna entera hasta la rodilla con su carne y piel, todo de extraordinaria magnitud. Acaso pudo conservarse esta reliquia en la capilla donde se celebraba su fiesta en Constantinopla, como consta de los menologios de los griegos (menea IX Mai p. 86).

De otros dientes y huesos muy grandes de s. Christóbal que se conservan en varias catedrales y monasterios de Europa, traen un largo catálogo los sabios editores de las actas de los santos el dia 25 de Junio (comm. præv. §. 11. III.), asegurando (§. V. n. 53. 54.) que de nada de esto puede colegirse la estatura gigantesca de s. Christóbal, mientras no se aleguen á favor de ella otros documentos, y que las razones de Serario á favor de la opinion contraria, solo prueban que no es imposible, siendo cierto que ha habido gigantes.

No es ageno de nuestro propósito advertir con esta ocasion la antigüedad del culto de s. Christóbal en España. En el oficio muzárabe tiene oficio y misa. San Eulogio hace memoria de la iglesia y monasterio antiquísimo que habia ya en su tiempo en Córdoba dedicado á san Christóbal. El rey de Leon don Ramiro II, hácia los años 934, entre otros monasterios fundó el de s. Christóbal á

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la ribera del rio Cea, cerca de Duero (Mariana 1.VIII. c. 5, Mabillon annal. ord. s. Bened. t. III. p. 509).

Escolano (p. I. lib. V. c. 10. col. 959) dice que por consejo de s. Vicente Ferrer fue expuesta en Valencia en varios lugares la imágen de s. Christóbal; » aconsejados, » dice, los regidores por s. Vicente Ferrer del remedio » que debian tomar para defenderse de una pestilencia que » corria, mandáron asentar en muchas esquinas de calles »y plazas de Valencia la imágen del santo, sustentando » el niño Jesus en proporcion de gigante: avisados por él » que bastaba para cerrar y tomar los pasos » trase el mal."

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Estos y otros documentos hicieron decir á Baronio: frequens erat ac religiosus in Hispaniis Christophori martyris cultus.

(6) Santa Anglina vírgen y mártir.... de quien se cree fue compañera (de santa Ursula), y una de las once mil que la siguieron en el martirio. A la relacion del hallazgo de este santo cuerpo, publicada por Antist y Marieta, deben añadirse las juiciosas reflexîones con que Nicolas Antonio (cens. de hist. fabul. lib. VI. c. 4. §. 2 y 3) desvanece la ficcion de los supuestos Luitprando y Juliano, donde se insertó el nombre de esta santa vírgen y mártir, añadiendo que fue una de las compañeras de santa Ursula.

La facilidad del que forjó estos cronicones fabulosos poco tiempo despues de haberse descubierto el cuerpo de santa Anglina, se demuestra por las razones que tienen algunos sabios y piadosos católicos para poner en duda no la existencia de santa Ursula, sino la historia de su martirio en toda su extension, esto es, la agregacion de las once mil compañeras, las idas y venidas de toda esta multitud de doncellas de Lóndres á Colonia, á Roma,

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á Basilea, y otra vez á Roma y á Colonia, como se refiere en sus actas. Nadie tiene esto por imposible, sino por inverosímil, mayormente quando unos hechos tan señalados no se prueban con documentos antiguos y auténticos. El primero que desconfia de la autenticidad de estas actas es el cardenal Baronio: » accidit, dice (in not. martyrol. rom. ad 21 Octobr.), ut deperdita verâ ger» manaque earum virginum historia, quisquis (ut libuit) » sive quæ suo ingenio commentatus fuerit, » aliis levi quodam vulgi rumore acceperat, scripturæ » monumentis commendarit, non sine magno veritatis » detrimento, cum gravissimam historiam commentitiam penè reddiderint." En los anales (ad ann. 383. n. 4.) añade que á excepcion de lo que sobre esto dexó escrito Geofredo, obispo de s. Asaph, en el reyno de Inglaterra, todo lo añadido por los demas está lleno de ficciones y fábulas: reliqua quæ edita habentur acta, plurimis constant cuique prudenti refecta esse figmentis.

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Este juicio de Baronio se funda en la misma variedad y aun oposicion de los escritores de este martirio, de la qual resulta una multitud de contradicciones, que desdice de la simplicidad de las actas legítimas de otros mártires. Sigeberto en su cronicon (ad ann. 453.) dice que santa Ursula y las once mil vírgenes padeciéron el año 453. Pedro de Natalibus (in catal. lib. IX. c. 87.) anticipa su martirio al año 450. Baronio (loc. laud.) la fixa en el año 383.

Sigeberto (cron. ad ann. 453. c. 21 Octobr.) suponoble ne que santa Ursula era hija única de Nothus, príncipe de la Gran Bretaña, al qual el antiguo autor de las actas de estas santas (tract. de reb. britann. in bibliot. vatic. n. 944.) llama Deonotus: y el obispo Geofredo Dionocus, rey de Cornwallis. Pedro de Natalibus

asegura que era hija única de Maurus, rey de Escocia: Geofredo, que fue dada por esposa á Commano: Pedro de Natalibus á Ethereo, hijo del rey de Inglaterra. Surio, refiriéndose al antiguo escritor de sus actas, conviene en muchas cosas con Sigeberto, en otras se diferencia de Geofredo y Pedro de Natalibus, y en otras añade especies que no trae ninguno de estos tres escritores.

Baronio da mas crédito á Geofredo que á los otros. Mas como supone en sus anales que en la historia que escribió Geofredo de la Gran Bretaña mezcló varias fábulas: multa de aliis auctor habet fabulosa, quæ veris non nihil fidei detrahunt: y que por lo mismo debe leerse con suma discrecion: magno delectu liber ille legendus est: parece regular que ponga en este número las actas de que tratamos.

Sin embargo, es casi general la opinion de que hubo una santa Ursula vírgen y mártir, y aun se cree que España conserva su cabeza en el monasterio de Valvanera, como consta del catálogo de las reliquias de aquella casa, publicado por Bravo en su historia; de lo qual hablan tambien Tamayo (á 8 de Septiembre p. 115), Y Nicol. Ant. (censura de hist. fabul. lib. VI. c. 4. §. 3. p. 322). Mas que esta santa hubiese tenido once mil compañeras en la corona, quisieran Baronio y otros piadosos críticos que se dixese con mas sólido fundamento. Es digno de atencion que la santa Iglesia nunca haya fixado este número de las compañeras de santa Ursula. El martirologio romano dice: Ursule et sociarum ejus: lo mismo se repite en la oracion del oficio. Esto es general aun en los misales y breviarios anteriores á s. Pio V. Solo el martirologio de Wandelderto se extiende al número de mil: millia mactavit....

Tratando algunos doctos católicos de apurar el orígen

de esta persuasion popular, se han dividido en varias conjeturas. Algunos hallan que pudo haber dimanado de la equivocada inteligencia de algunos martirologios antiguos, donde se lee s. Ursul. et XI. M. V. Santa Ursula y once mártires y vírgenes. Pues siendo fácil haber dado á la M valor de mil, pudo leerse santa Ursula y once mil vírgenes.

Otros juzgan que no fuéron las compañeras de santa Ursula sino una sola llamada Undecimila, de cuyo nombre creen haberse formado los dos vocablos: undecim millia; de suerte, que hallando en algunos martirologios MSS. SS. VRSVLA. ET. VNDECIMILLA V. M., esto es: sancta Ursule et Undecimilla virgines martyres, creyéron que undecimilla con la V y la M siguientes denotaba el número de once mil compañeras de santa Ursula. De esta opinion fue el padre Sirmondo, y maestro de Valois (valesian. p. 48. seq.), adoptándola y dándola por segura, da en rostro á los doctores de la Sorbona que no hubiesen tenido presente esta manifiesta equivocacion ó ficcion, quando eligiéron á santa Ursula y las once mil vírgenes por patronas tutelares de su iglesia (V. Thiers des superst. t. II. p. 2. lib. 3. c. 7. §.10 seq.).

España está llena de reliquias de las once mil vírgenes. En las iglesias de Jaen y Baeza, y en la parroquia de santa Cruz de Baeza, dice Vilches, que se veneran diez cabezas de estas santas vírgenes. Supone este escritor que santa Ursula y muchas otras de sus compañeras son oriundas de Baeza (Vilches ss. y santuarios del obispado de Jaen y Baeza p. I. c. 28. p. 66).

Don Martin de Ximena (anales eclesiásticos de Jaen pág. 161), haciendo un catálogo de las reliquias que se veneran en aquella catedral, dice al fin: » sin estas hay » otras muchas reliquias, de las quales son la mas princi

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