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cion in unitate Sancti Spiritus, benedicat vos Pater et Filius: la oracion Aperi, Domine, os meum antes del Te igitur; y otras muchas, que por lo que se halla en los códices anteriores, se ve que las conservó la tradicion de los tiempos antiguos.

No sé si merecerá toda la atencion que yo creo la figura de la casulla, con que en varias letras iniciales del misal de 1509, se dibuxó vestido el Sacerdote en ademan de celebrar el incruento sacrificio. Es cerrada enteramente, y doblada sobre los brazos, en todo igual á la planeta antigua. Tal vez pudiera conjeturarse que este era el uso de esta Iglesia por aquel tiempo; pero yo mas bien diré que los impresores venecianos quisiéron expresar la costumbre de la suya. Como quiera, se echa de ver que en una ó en otra parte duraba aun en el siglo xvi (6) la casulla talar redonda, sin otra cisura que la necesaria para la cabeza.

Igual figura se observa en las no des preciables y bien conservadas miniaturas de un ceremonial de Obispos. Parece del siglo xiv, y no de esta Iglesia. Los Diáconos nunca se pintan sino con túnica talar blanca cerrada del todo, con mangas has

ta la muñeca. Los Obispos con planeta, y la mitra mucho mas abierta que ahora, y las dos cúspides mas baxas, aunque no tanto como las que se ven en el sepulcro del IV Obispo de esta Iglesia D. Jasperto de Botonach, que murió en 1288. La corona de los Ministros mas parece de los Monges de ahora que del clero secular.

Se conservan tambien en esta Iglesia tres libros de evangelios impresos en Valencia en 1520 por Jorge Costilla, Cordo bes. Otros tres de epístolas MSS. del siglo xv, y varios misales hasta el número de veinte y cinco á treinta. Hallé tambien un tomito en 4 impreso en Valencia por Juan Jofre en 1529 intitulado: Forma calendarii, con tablas para un calendario perpétuo, y varias reglas para los cómputos &c. del uso de los Religiosos menores de San Francisco de la provincia de Aragon; y otro breviario en 4° MS. en vitela del siglo xv para uso de la misma Orden.

Se me olvidaba dar noticia de un collectario, ó como llaman capitula, MS. en 80 del mismo tiempo, en el qual se hallan algunas antiguallas. Entre otras la Benedictio sagittarum, para preservar á los que las lleven consigo de heridas de todas clases, y

la Oratio pro declaratione Regis Aragonum. Juzgo que fue del uso de algun convento de Religiosos de nuestra Señora de la Merced ó de los Trinitarios por las oraciones y preces que hay en las primeras y últimas hojas pro fratribus redeuntibus à redemptione captivorum, y tambien in captivorum advenientium receptione.

Marcha el correo, y no puedo concluir hoy esta descripcion. Algo queda para el siguiente. Dios te guarde. Valencia 20 de Noviembre de 1802.

NOTAS Y OBSERVACIONES.

(1) Wets-Minster...... famosa y antiquísima Abadía de Benedictinos. Este insigne monasterio no fue fundado en el primer siglo de la Iglesia por S. Pedro Apóstol, cuya invocacion tiene, como aseguran algunos escritores ingleses de estos últimos siglos, sino en el VII por el Monge Melito, que despues fue Obispo de Londres, y adelante Arzobispo de Cantorbery, con el auxîlio del Rey Sebertho, á exemplo, y tal vez á instancia de S. Agustin el Apóstol de Hibernia, como juzga Mabillon. Tomó el nombre de Wets-Minster de la situacion occidental, donde se edificó, para que correspondiese á la Iglesia Catedral de S. Pablo, poco an. tes edificada al oriente de Londres por el Rey Ethelberto.

Deteriorada esta casa por la injuria del tiempo, hácia la mitad del siglo XI la restableció y reedificó magnífica

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mente en diez y seis años el santo Rey Eduardo (Mabill. Annal. Bened. ad ann. 1049. t. IV. p. 5 10). En su Iglesia fuéron sepultados este santo Rey y su esposa Etgith, desde cuyo tiempo, en que Guillermo su sucesor le concedió tambien muchas posesiones, ó acaso desde el reynado de Henrique III, que la reedificó á principios del siglo XIII al estilo gótico, se destinó para sepultura de la Casa Real, con cuyo motivo hizo en ella Henrique VII un rico panteon para sí y sus sucesores. Del deplorable estado de este templo despues de las turbaciones religiosas de aquel Reyno habla Ponz en su Viage fuera de España (t. II. pág. 10. y sig.)

De los célebres escritores que floreciéron en este monasterio desde su fundacion, y de otros señalados servicios que á sus Monges debió la religion antes de Henrique VIII, tratan S. Anselmo en sus cartas (lib. I. Ep. XIII. XVI. XXXVI.), Userio en las Antigüedades británicas (p. 128.), y Mabillon en los Anales Benedictinos (t. III, p. 546. y t. V. p. 434. 435.)

(2) Seqüencia para cada Domingo de Adviento. Para muestra de estas seqüencias pondremos solo la de la Dominica IV de Adviento, que dice así:

Jubilemus omnes unà

Deo nostro qui creavit omnia,

Per quem cuncta condita sunt sæcula:

Cælum quoque plurima luce coruscat, et diversa sunt sidera

Sol mundi stema, noctium decus luna, cæteraque splendentia,

Mare, solum, alta, planaque, profunda flumina,

Aeris alta spatia quò discurrunt aves, venti, atque pluvia,

Hæc simul cuncta tibi soli Deo Patri militant,

Nunc et in ævum sine fine per sæcula laus eorum tua gloria,

Qui pro salute nostra prolem unicam

Pati in terra missisti sine culpa ob nostra delicta.

Te Trinitas, precamur, ut corpora et corda nostra Regas et protegas, et dones peccatorum veniam.

(3) Cosa.... rara respecto de un tiempo en que por lo comun cesa toda señal de alegria. No es extraño que en los misales haya seqüencias para cada Domingo de Adviento. Hállanse tambien exemplares de esto en nuestros misales antiguos. Porque durante el Adviento y lo demas del año, á excepcion de los ayunos y de la Quaresma, por antigua tradicion se cantaba en España el Alleluia, como dice S. Isidoro (de Div. offic. lib. I. c. III.), al fin de la qual solia alargarse sin palabras ni sílabas el canto con el aliento ó respiracion prolongada, ó voz sostenida, que eso quiere decir pneuma, sonus quidam lætitiæ sine verbis, como dice S. Agustin (in Ps. XCIX. n. 4.), que son las notas multiplicadas sobre la última a de Alleluia, por cuya causa en algunas Iglesias la llamaban balido V. de Vert. Expl. des cerem, de l'Eglis. p.1. c. IV t. III. p. 107.) para manifestar el gozo del alma quando alaba á Dios, y para elevarla á la contemplacion de su gloria. Dum vero, decia Ruperto, psallimus Alleluia, jubilamus magis, quàm canimus, unamque brevem digni sermonis syllabam in plures pneumas protrahimus, ut jucundo auditu mens attonita repleatur, et rapiatur illuc ubi sancti exultant in gloria (Rupert. de Offic. div. lib. I. cap. XXXV.). Estas neumas ó expresiones de júbilo, segun advierte el órden romano, sé llamáron seqüencias, como si dixésemos, seqüelas de la Alleluia: sequitur jubilatio, quam sequentiam vocant. A algunos les pareció mejor, dice Grancolas (les Ancien. liturg. pág. 507.), suprimi

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