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cido este finalmente y hechas varias preguntas, le decia el consagrante: » quia er"go omnium in te vota conveniunt, hodie abstinebis, et cras, Deo annuente, conse» craberis. . Electus præcepisti: tunc dis" cedunt in loca sua, et abstinet illa die conse"crandus in pane et aqua, nisi nisi per consecrato"rem cum eo fuerit dispensatum." La bendicion del báculo precede á la comunion, á la qual se sigue la de la mitra.

En la bendicion Abbatis Monachorum se expresa siempre la regla de S. Benito. Paso en silencio otras cosas notables, que ocuparán un digno lugar en la historia de nuestros ritos. Basten estas noticias; estoy preparando otras de mas entidad, que ilustrarán juntamente la historia eclesiástica, por la conexion que con ella tiene la materia que principalmente se me ha encargado.

Dios te guarde muchos años. Valencia á 24 de Noviembre de 1802.

NOTAS Y OBSERVACIONES.

(1) En las naves se diga misa sicca. Esta clase de misas, anteriores quando menos al siglo XIII (Thiers Superst. t. II. p. 374.), sin consagracion ni sumpcion del sacratísimo cuerpo de Christo, se celebraban aun el siglo xvi en varias Diócesis de Occidente con aprobacion de la

Silla apostólica, como consta del libro sacerdotal, aprobado por Leon X, é impreso en Venecia el año 15 23, Y segunda vez en 1560 (c. XXXIV.), y de Juan Burchardo, maestro de ceremonias de la capilla pontificia, en su ordo missæ, impreso en Roma el año 1559 (rubric. XVI. pág. 40.); y no solo en las naves, sino aun en tierra por causas justas á juicio de los Prelados, y con su autoridad. Thiers (ib. p. 381.) asegura que nunca fuéron autorizadas estas misas por Papas ni Concilios, ni regla ninguna eclesiástica, y que naciéron ab indiscreta et pridata quorumdam devotione, como decia Bona (Rer. liturg. l. I. c. XV. n. 6.). Genebrardo (Liturg. apost. c. XXX.) cuenta haber él asistido en Turin el año 1587 `á una de estas misas, que se celebró por la tarde solemnemente, y con ministros revestidos de sus ornamentos, en las exêquias de una persona noble de aquella ciudad. A esta licencia pudiera haber dado ocasion el orígen de estas misas. Si fuera cierto, como creen algunos, que fuéron instituidas por el Concilio III de Cartago (capit. XXIX.) en favor de los difuntos que se enterraban por la tarde (Bocquillot Liturg. sacræ lib. II. c. VII. p. 393. sig.), de donde dicen haberse propagado despues á la administracion del viático á los enfermos, y para consuelo de otros legítimamente impedidos que no podian acudir al santo sacrificio. Sea de esto lo que fuere, en algunas Diócesis se toleraban en el siglo xvII, y aun despues se han permitido á los Cartuxos en sus celdas, como aseguran Martene y Bocquillot, y consta del breviario cartuxano de 1587, donde se conserva la misa seca de nuestra Señora, que le celebraban despues de los maytines y laudes del oficio parvo.

El decirse la misa seca en las naves, como supone este ritual valentino, pudo nacer de la devocion de San

Luis, de quien escribe Nangis el Monge de San Dionisio, que la hacia celebrar en su barco á su vuelta de Tierra Santa. De aquí tomó el nombre de misa náutica ó naval, cuya descripcion puede verse en el citado libro sacerdotal, aprobado por Leon X, y en la obra de Bona (loc. laud. V. Merati observ. in thes. sacror. rit. part. I. 1.38).

La ceremonia prescrita en este ritual de decir tres veces Padre nuestro y Ave María en vez del cánon, es singularísima. Lo único que se practicaba en otras Iglesias era no omitir el Pater noster. En algunas partes se mostraban reliquias de Santos al tiempo en que debia hacerse la elevacion de la sagrada hostia. Por estas y otras notables variantes puede colegirse la parte que tuvo en las misas secas la privada devocion del pueblo.

CARTA VII.

Observaciones sobre el oficio antiguo de Passione imaginis. Crucifixo devotísimo venerado en la parroquia de S. Salvador. Si es el de Berito: si vino á Valencia el Turia. Preces del Señor Orbe á Benedicto XIII.

por

Mi querido hermano: Sin exemplar y sin que sirva de título de posesion va hoy esta carta, quando apenas habrás recibido la otra. Hágolo así, porque se pasa el mes de Noviembre, y no quisiera que se me olvidara lo que he leido y reflexionado con motivo

de la fiesta que he visto celebrar aquí el dia 9 del mismo al Santísimo Christo de S. Salvador. Por lo que se dirá luego verás que esta es la fiesta que anuncian los códices antiguos de esta Iglesia en el mismo dia con el título de Passione imaginis. Lo que en esto se propusiéron nuestros mayores es lo mismo que se habian propuesto los Prelados de otras Iglesias del Oriente y Occidente, que fue desagraviar al Señor de los ultrajes que á su imágen hicieron los judios en Berito. Pero á este objeto ha sabido dar mayor extension el amor de la patria mal entendido, adoptando especies inciertas, con que saca el partido que puede la mentira, y la piedad queda expuesta á la burla de la irreligion. De esto juzguen otros: á mí solo me toca poner en tu consideracion mis observaciones sobre esta fiesta para quando te se ofezca hablar de ella.

Hay pues aquí una célebre Iglesia parroquial con el título de S. Salvador, donde se venera un crucifixo verdaderamente devotísimo, del qual creen algunos del pueblo, y aun aseguran varios escritores (a)

(a) V. Escolano lib. V. 'cap. IV., Juan Bautista Ba

llester, Identidad del Christo de S. Salvador con el de

que siendo Obispo de esta Iglesia D. Fr. Andres Albalat en el año 1250 vino por el mar, y entrando por el Turia, y subiendo contra su corriente hasta la vista de la ciudad, permaneció inmóvil hasta que los fieles, sacándole del agua, le colocáron en el altar mayor de dicho templo, al qual con este suceso se le mudó el título que tenia de S. Jorge en el de S. Salvador. Otros dicen que esta venida fué rio abaxo. En el año 1738 se erigió un monumento en el pretil del rio que repre

senta este suceso.

Añaden tambien algunos que esta es (1) la misma imágen tan celebrada de Berito, cuya fiesta se propagó por casi toda la christiandad por encargo del Metropolitano de aquella Iglesia. Dexando aparte la verdad de este hecho, que tengo por averiguado, pesar de las dudas de los hereges, y aun de algunos historiadores católicos; lo cierto es que la fiesta de Passione imaginis pudo tener principio en esta Diócesi, como en otras, del encargo de aquel Prelado, ó del exemplo de otras Iglesias; pero de ningun mo

Berito. Valencia 1672. El
P. Antonio Juan Andreu,
Descalzo de San Francis-

co,
co, Relacion del Christo
del Rescate, c. X. Valen-
cia 1625.

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