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aquellos santos? Y las almas de los degollados por el testimonio de Jesus, y por la palabra de Dios, y los que no adoraron la bestia, ni á su imagen, ni recibieron su marca en sus frentes, ó en sus manos, y vivieron, y reinaron con Cristo mil años. Los otros muertos no entraron en vida, hasta que se cumplieron los mil años. Esta es la primera resurreccion *. V. nos dice: Se lee en este capítulo, que los buenos vivieron y reinaron con Cristo mil años. Nó, mi Sr.: no dice esto el testo? léalo V. bien y verá que dice, que los que vivirán entónces y reinarán con Cristo por los mil años, serán, no los buenos en general, sino solo los mártires que derramaron su sangre en testimonio de la verdad, y los que no adoraron la bestia, ni llevaron su carácter. Estos, y no mas. ¿De donde, pues, saca V. el salvo conducto para todos los buenos? Buenos son todos los justos: pero una cosa es vivir aora en la gracia, y despues reinar en la gloria; y otra mui diversa vivir y reinar en aquel reino privilegiado del Señor en su segunda venida. Lo primero es de todos los buenos: lo segundo, solo de aquellos que Cristo, soberano dueño de aquel reinado, juzgará dignos de aquel feliz siglo, y de la primera resurreccion +. V., para poderlo acomodar de algun modo al reino espiritual de la presente Iglesia, querría que fuesen todos los buenos ; pero el trabajo, y trabajo grande es, que S. Juan claramente dice, que no serán todos, sino solo aquellos dignos ya nombrados; y que los demás no resucitarán ni vivirán hasta que sean pasados los mil años. Junte V. estas cosas. Una resurreccion no del pecado á la gracia, sino de la

* Et animas decollatorum propter testimonium Jesu, et propter verbum Dei: et qui non adoraverunt bestiam, neque imaginem ejus, nec acceperunt caracterem ejus in frontibus, aut in manibus suis; et vixerunt, et regnaverunt cum Christo mille annis. Cæteri mortuorum non vixerunt, donec consummentur mille anni. Hæc est resurrectio prima.-Apoc. xx, 4 et 5.

+ Qui digni habebuntur sæculo illo, et resurrectione ex mortuis.Luc. xx, 35.

muerte á la vida: una resurreccion no de todos, sino de algunos pocos: una resurreccion no para reinar en un reino eterno, sino en un reino milenario: no allá en el cielo, sino acá en la tierra: no despues de la universal resurreccion, sino mucho antes en una primera resurreccion: y bien combinadas y consideradas estas cosas, dígame, ¿ si puede ser otro este reino, que el temporal de Jesucristo despues de su segunda venida? Querer entenderlas del reino espiritual de la Iglesia, sería lo mismo que entender las cosas de España del reino del gran Turco. No se empeñe V. inútilmente en lo que han trabajado sin fruto por tantos siglos tantos hombres de gran mérito. Entienda, pues, este capítulo literalmente como está escrito, del reino milenario del Señor en su segunda venida; y hallará, que todo lo que parecía dificil y oscuro, se hace claro, llano, fácil y coerente á otras Escrituras y vaticinios proféticos. Para que no tenga V. en que tropezar, le prevengo, que por época de la segunda venida del Señor, entiendo todo aquello que inmediatamente le precederá, acompañará y seguirá. Cuando digo temporal reino de Cristo, lo entiendo en el sentido que esplicarémos en el numero 102. Hechas estas dos advertencias por obviar escrúpulos, vamos adelante.

93. Pero para que no se entienda literalmente, continúa V. diciendo (numero 53) en su impugnacion: "que si en los mil años se han de cumplir todas las profecías que literalmente no se han cumplido, se deberán ver en ellos cosas rarísimas. 1. Que el Verbo divino se vuelva á encarnar: porque hasta aora no se ha llamado Manuel, sino Jesus, y que no sabemos haya comido miel y manteca como está profetizado en Isaías: He aqui que una virgen concebirá y parirá un hijo, y será su nombre Emmanuel,... y comerá miel y manteca*. 2. Que se encarne de nuevo, no en carne humana, sino en ovína, segun está escrito en

Ecce virgo concipiet et pariet filium, et vocabitur nomen ejus Emmanuel... butyrum et mel comedet.

el mismo Isaías: Envia, Señor, á tu cordero dominador de la tierra*. 3. Que dejando toda carne sensitiva, tome forma vegetativa y se deje ver en figura de una flor; como lo vaticinó el mismo profeta: Saldrá una vara de la raiz de Jessé, y se alzará una flor de su raizt. 4. Que aparezca con una vara de hierro en las manos, dando con ella golpes á los hombres, y haciéndolos tiestos como si 'fueran ollas, como lo vió David: Los dominarás con vara de hierro y los romperás como un vaso de barro ‡.

5. Arremetiendo á puñadas á los pecadores para vaciarles y quebrarles los dientes, como lo cantó el salmista. 6. Chiflando á las moscas, pelando á los hombres, rapando á las mugeres, &c. &c."

94. Confieso á V. cándidamente, que al ir copiando estas cosas se me caía la pluma de las manos, no sufriéndome el corazon una profanacion tan indecente de las palabras de Dios, y un uso y abuso tan indigno de los libros santos y así no estrañe que haya pasado tan por encima como gato por brasas, reduciéndole á breve lo que V. trae largamente. Concluye V. diciéndole en el número 55: "Estas son locuras (y por esto decía yo, habría sido mejor que un hombre de juicio las hubiera pasado en silencio para no ofender los oídos aun menos piadosos) locuras y estravagancias disonantísimas; pero necesariamente debe tragarlas nuestro Milenario si quiere llevar consecuencia... Para no verse obligado á defender estas bestialidades (nadie negará que el terminito es castizo, de buen pelo, y de buena raza) y otras semejantes, confiese que las profecías"... Proseguirémos con lo que se sigue, despues de una ú otra breve reflexion sobre lo que V. acaba de decir. ¿Con que, por haber entendido el autor literalmente el capítulo 20 del Apocalipsis, y otras profecías que dicen lo mismo, debe por necesidad y sin remedio, tragarse sin mascarlas todas las locuras que V. le saca? Menos mal es

* Emitte Agnum, Domine, dominatorem terræ. + Egredietur virga de radice Jessé, et flos de radice ejus ascendet. Reges eos in virga ferrea, et tamquam vas figuli confringes eos.

que V. le infiera estas locas consecuencias del antecedente de haber entendido literalmente estos testos: peor fuera que se las sacára, porque entiende literalmente este otro: El verbo se hizo carne y habitó entre nosotros*. Pues qué ¿no es regla general que todas las palabras de Dios se deben entender en el sentido literal en que están escritas, siempre que de entenderlas así no se siga algun inconveniente? Y cuando sea el verdadero sentido literal, ciertamente nunca se seguirá. Cuando V. quisiera impugnar al autor, debia mostrarle con buenas razones, que no era el que él daba el sentido literal, ¿ pero sin mas razon que porque él entendió literalmente las profecías, quererle sacar todas estas locuras? Pues qué ¿ pensó V. que estas locuras eran el sentido literal de esos testos? Sería en mí locura imaginarlo de V. Sabe V. mui bien que ese no es, ni puede ser, el sentido literal teológico y escritural á que Dios miró, cuando por sus secretarios los profetas escribió sus divinas palabras. Cuando mas podemos decir, que ese es el sentido gramatical, material de las letras; y letras bien gordas. Este sentido que es no el de Dios, sino el que nosotros por nuestra ignorancia 6 malicia nos forjamos, es el que únicamente nos puede llevar, ó mejor diríamos lo llevamos por los cabezones, para caer en error; como lo hicieron aquellos que V. cita en su número 71, con el testo: si no os conducis como niños, &c. y así lo han hecho otros, señalándolos para nuestro escarmiento la triste historia de los desbarros del humano ingenio.

95. Para que se verifique literalmente el primer testo que V. trae de Isaías, no es menester esperar á los mil años, habiéndose ya verificado desde que el Verbo eterno se hizo hombre en su primera venida. Luego que encarnó en las purísimas entrañas de María Vírgen y habitó entre nosotros, antes que se llamase Jesus en su nacimiento, ya desde su concepcion se llamó Manuel, id est: Dios con nosotros. Se dice que comerá miel y manteca, que eran las

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* Verbum caro factum est, et habitabit in nobis.

cosas con que destetaban á los niños en la Palestina, para mostrarnos, que era verdadero hombre, y que tenía un cuerpo, no fantástico, sino real y de carne, alimentándose como los demas hombres. Tampoco es necesario que en los mil años se haga cordero; flor; que empuñe una vara de hierro en las manos; que rompa los dientes, &c.: todas estas son unas locuciones metafóricas, y se han verificado literalmente desde su primera venida (algunos de ellos tendrán su perfecto cumplimiento en la segunda), porque el Señor, desde que se dejó ver, fué manso como un cordero; hermoso como una flor, ante los hijos de los hombres; justo, santo, recto para corregir y castigar á los malos. Ni se me diga, que si este es el sentido metafórico, no será el literal; porque muchos testos no tienen otro sentido literal, que el mismo metafórico: tales son, por ejemplo, aquellos de David en sus Salmos: Los montes saltaron como carneros, y los collados, como los corderos de las ovejas : los rios aplaudirán con la mano, &c.*; para significarnos la alegría por la salida de Egipto de los Israelitas, y la venida del Señor á la tierra. Frecuentemente usámos un tal modo de hablar. Si yo digo de V. que os un pozo de ciencia, un río de elocuencia, un nectar de dulzura, todos me entienden, que no quiero decir otra cosa, sino que es un hombre grandemente sábio, elocuente y dulce. Ya veo que hablando con quien hablo, pudiera haber omitido estas cosas, que son por demás para V., y así prosigámos con la cláusula que dejámos arriba suspensa.

96. "Confiese el Milenario (así prosigue V. su cláusula en el citado número 55) que las profecías que hablan del reinado del Salvador, enteramente se han cumplido en el espiritual reino de Jesucristo en su Iglesia. Este reino, y no el soñado de mil años, significan los proféticos anuncios. Las profecías que el autor cita, son acerca de la primera venida de Jesucristo al mundo, á fundar el reino espiritual

* Montes exultaverunt ut arietes et colles sicut agni ovium; flumina plaudent manu.

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