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cualquiera que quisiere hacer una buena impugnacion, hemos tambien propuesto, examinado y probado algunos otros puntos bien importantes, relativos á este mismo espacio de tiempo, unidos con él estrechísimamente, ó que evidentemente le suponen. Seria hacer injuria á los lectores sensatos, que son los que únicamente buscámos, el repetirles aquí lo que debemos suponer que ellos han leido y considerado atentamente todos los fenómenos que quedan observados, y aun los preparativos de la primera parte.

Aora, este espacio grande de tiempo, despues de la venida gloriosa del Señor, una vez admitido y concedido, sin poder razonablemente negarlo, ni aun dudarlo, parece naturalísimo el deseo de acercarse á él, de conocerlo con alguna distincion y claridad; y si esto no es posible, de divisar á lo menos, aun de lejos, algunos sucesos principales y mas notables de este siglo venturo. Esto es lo que ya vamos á proponer, segun las noticias que hallámos en la Escritura de la verdad.

No se trata ya de probar el reino de Cristo aquí en nuestra tierra, ó lo que es lo mismo, el reino de Dios que ha de venir, y que pedimos que venga, segun el mandato del mismo Cristo. No se trata de probar su venida gloriosísima entre millares de sus santos*, ni la resurreccion de estos millares de santos, que serán juzgados dignos de aquel siglo, y de la resurreccion de los muertos †, mucho antes de la general resurreccion. No se trata de probar el juicio ó reinado de Cristo sobre los vivos, ni el tiempo que requiere este juicio segun las Escrituras. Estas cosas quedan ya probadas con toda la evidencia que puede caber en estos asuntos.

Se trata únicamente del modo y circunstancias con que todo esto debe suceder. Este modo de ser de una cosa

* In sanctis millibus suis.- Ep. Juda 14.

+ Qui digni habebuntur sæculo illo, et resurrectione ex mortuis.Luc. xx, 35.

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grandísima ciertamente, aunque por otra parte probada, no hay duda que es dificil, y aun imposible en el estado presente concebirla bien con claridad de ideas. No alcanza á tanto el ingenio ó la razon humana: mas el no poder concebir con claridad de ideas el modo y circunstancias particulares de un suceso futuro, grande y estraordinario, que anuncia de mil maneras el que solo sabe lo futuro, y el que solo dice verdad, ¡podrá mirarse jamás como una buena y suficiente razon para negar dicho suceso, ó para atreverse á dudarlo? Aun en cosas puramente fisicas se reputára por inepto y aun como insufrible tal modo de concebir ó discurrir.

No obstante, si buscamos por todas partes, aun con la mas escrupulosa diligencia, otra buena y sólida razon, nos hallámos con el disgusto de haber perdido nuestro trabajo. No hallámos en la realidad otra buena razon, sino sola esta: (parece imposible que no se hallase otra en tantos escritores sapientísimos y eruditísimos, si fuese posible hallarla en la natureleza.) Lo que hallámos únicamente (como tantas veces hemos observado, y como no pueden ignorar aun los novicios en la teología espositiva en punto de profecía) es la espresion, esto es, que todo lo suple, lo ajusta y lo compone con la mayor facilidad. Por ejemplo: reino de Dios: reino de Cristo: trono de David: Jeru salén: Sion: casa de Juda: casa de Israel, &c. *: se entiende cuando se habla conocidamente, no en contra, sino en favor, y en favor estraordinario, singular é inaudito: esto es la iglesia de Cristo (la presente iglesia) la iglesia de las gentes, la iglesia, digo, ya militante en la tierra, ó ya triunfante en el cielo †.

Si pedimos aora la razon inmediata y precisa de este esto es, ó no hallámos quien nos responda una sola palabra ;

* Regnum Dei: Regnum Christi: Solium David: Jerusalem : Sion: Domus Juda: Domus Israël, &c.

+ Id est: ecclesia Christi, ecclesia præsens, ecclesia gentium, ecclesia, inquam, sive militans in terris, sive triunfans in cœlis.

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ó á lo menos, no hallámos quien nos responda al caso. que algo responde, responde por la misma cuestion, diciendo por toda respuesta, que otros muchísimos doctores lo han entendido así, y así lo han esplicado: mas esto es evidentemente lo mismo que se les pide. Estos muchísimos doctores (se pregunta una y mil veces) ¿con qué razon y sobre qué sólido fundamento lo han entendido así? En cosas de futuro solamente accesibles á la ciencia de Dios, ¿qué otro fundamento puede ser bueno, sino sola su autoridad, ó lo que llamamos revelacion divina, auténtica y clara? ¿Qué sabe, ni qué puede saber el hombre de lo futuro, aun cuando fuese de una ciencia perfecta*, si Dios no habla, ó si él no atiende, ó no quiere atender á la voz de Dios? Mas dejando estas reflexiones tan obvias, como fáciles á cualquiera que tenga sentido comun, y no les cierre absolutamente las puertas; vengamos ya á proponer y aclarar con toda llaneza y simplicidad, algunas cosas que nos quedan todavia que proponer y que aclarar en el gravísimo asunto de que tratamos.

* Etiam cùm perfectæ fuerit scientiæ ? —Job xxii, 2.

CAPITULO I.

EL DIA MISMO DE LA VENIDA DEL SEÑOR, SEGUN LAS

ESCRITURAS.

1. DE este dia hemos hablado no poco en varias partes de este escrito, segun ha ido ocurriendo. Por tanto, apenas tenémos que hacer aquí otra cosa que un brevísimo resumen de esto mismo, no para añadir algo á las claras y vivísimas espresiones de los Profetas y de los Evangelios; sino para tomar el hilo y seguir la corriente de tantos misterios desde su principio.

2. Este dia se llama en las Escrituras: el dia grande y tremendo del Señor *. Se llama dia de la venganza del Señor... dia de la ira de su furor +. Se llama dia de Madián, aludiendo á la célebre batalla de Gedeon. Se llama dia de ira, aquel dia, dia de tribulacion y de congoja, dia de calamidad y de miseria, dia de tinieblas y de oscuridad, dia de nublado y de tempestad, dia de trompeta y de algazára§.... Se llama grande aquel dia ni hay semejante á él||. Se llama aquel dia repentino ¶ ; el cual dia,...así como un lazo vendrá sobre todos los que están sobre la haz de toda la tierra**. Se llama el

Dies Domini magnus, et horribilis. — Malach. iv, 5,

+ Dies ultionis Domini...dies iræ furoris ejus.-Isaí. xxxiv, 8, et vide Isaí. xiii, 13.

In die Madian-Isat. ix, 4.

§ Dies iræ, dies tribulationis et angustiæ, dies calamitatis, et miseriæ, dies tenebrarum et caliginis, dies nebulæ et turbinis, dies tubæ et clangoris.-Soph. i, 15, et 16.

|| Magnan dies illa, nec est similis ejus.-Jerem. xxx, 7.

¶ Repentina dies illa.-Vide Luc. xxi, 34.

Tamquam laqueus enim superveniet in omnes, qui sedent

super faciem omnis terræ.-Luc. xxi, 35.

grande dia de la ira de ellos... sí por cierto, dia del Dios Todopoderoso...y de la ira del Cordero*. Se llama en suma, por abreviar, dia del Señor†: y se dice en Isaías: Porque el dia del Señor de los egércitos será sobre todo soberbio, y altivo, y sobre todo arrogante; y será abatido... Y entrarán en las cavernas de las peñas, y en las profundidades de la tierra por causa de la presencia formidable del Señor, y de la gloria de su magestad, cuando se levantare para herir la tierra. Todo lo cual lo comprende Daniel en estas breves palabras: cuando sin mano alguna se desgajó del monte una piedra : é hirió á la estatua en sus pies de hierro, y de barro, y los desmenuzó§: como queda suficientemente esplicado en el Fenómeno I, y tambien en el X.

3. Pues concluidos los tiempos y momentos, que puso el Padre en su proprio poder || estando todo el orbe de la tierra, y la Iglesia misma, exeptuando algunos pocos individuos, ...y asi como en los dias de Noé... y como fué en los dias de Lot, llegará finalmente aquel dia de que tanto se habla en los Profetas, en los Evangelios, en los escritos de los Apóstoles, y mas de propósito, y con noticias y circunstancias las mas individuales, en la última profecia canónica, que es el Apocalipsis de San Juan : volverá, digo, del cielo á la tierra el Hombre Dios, y se

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* Dies magnus iræ ipsorum... scilicet, dies iræ Dei Omnipotentis, et ira Agni.-Apoc. vi, 17; xix, 15; vi, 16.

+ Dies Domini.-Vide infra.

Quia dies Domini exercituum, super omnem superbum, et excelsum, et super omnem arrogantem: et humiliabitur... Et introibunt in speluncas petrarum, et in voragines terræ à facie formidinis Domini, et à gloria majestatis ejus, cùm surrexerit percutere terram, &c.- Isaí. ii, 12, 19.

§ Donec abscissus est lapis de monte sine manibus : et percussit statuam in pedibus ejus ferreis et fictilibus, et comminuit eos.— Dan. ii, 34.

|| Quæ Pater posuit in sua potestate.-Act. i, 7.

Sicut autem in diebus Noë,... et sicut factum est in diebus Lot.

- Mat. xxiv, 37; Luc. xvii, 28.

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