CAPITULO XIII. SE SATISFACE A VARIAS CUESTIONES Y DIFICULTADES. PARRAFO I. Es 328. Lo que queda escrito en esta tercera parte (os oigo decir con cierta especie de disgusto) parece muy pobre; ni corresponde á nuestra espectacion, ni es capaz de llenar nuestra curiosidad. Esperábamos cosas grandes y maravillosas sobre el reino de Jesucristo en nuestra tierra. Esperábamos noticias claras é individuales no solamente sobre la sustancia, sino tambien y mucho mas, sobre las circunstancias y modo de este reino de Jesucristo. perábamos que este modo y circunstancias particulares, no solo se tocasen (dejándolas luego á la consideracion de los lectores) sino que se esplicasen y alcarasen con ideas claras: Mas nosotros esperábamos...* Esperábamos v. g. ver y entender perfectamente la economía y gobierno de un reino tan grande, que debe comprender el orbe de la tierra todo entero: Y el Señor será el Rey sobre toda la tierra:... la piedra que habia herido la estátua, se hizo un grande monte, henchió toda la tierra‡. Su gerarquia así eclesiástica como civil, sus leyes civiles y eclesiásticas, su liturgia, sus ceremonias en el rito esterno, su disciplina, los verdaderos límites ó confines entre la potestad eclesiástica y civil. Si ambas potestades estarán entonces en perfecta armonia y amistad, ayudándose mútuamente y dándose sin interrupcion ósculo de verdadera paz. Si estarán unidas en una sola persona, de modo que el pastor sea al mismo tiempo el rey de toda aquella porcion de pais, que comprende su diócesis. Cosa, decis, que no es inverosimil, pues han de unirse perfectamente en el * Nos autem sperabamus. Luc. xxiv, 21. + Et erit Dominus Rex super omnem terram. - Zachar. xiv, 9. Lapis autem qui percusserat statuam, factus est mons magnus, et implevit universam terram. Dan. ii, 35. supremo Rey y sumo Sacerdote Cristo Jesus, así como estuvieron unidas en su tiempo en Melquisedec, que fué al mismo tiempo rey de Salém, y sacerdote del Dios Altísi mo*. 329. De estas preguntas podeis hacer cuantas se ofrecieren á vuestra imaginacion, pues el campo es ciertamente amplísimo; mas la respuesta á todas ellas me parece á mí tan facil como breve y compendiosa. Si yo respondo que todas estas cosas las ignoro, porque no las hallo en la revelacion; ; quedareis por eso en derecho de negarlo todo? PARRAFO II. Parábola. 330. Pocos años antes del nacimiento de Jesucristo, cuando ya todo el imperio romano, acabadas las guerras civiles con la muerte de Antonio y de Cleopatra, habia quedado en paz bajo Augusto, un pequeño Rabino, reputado con razon por el ínfimo, ó por uno de los ínfimos, se puso á leer y estudiar con estudio formal los libros sagrados añadiendo para su mejor inteligencia el estudio no menos principal de cuantos escritores ó lejisdoctores le fueron accesibles: habiendo perseverado en este estudio mas de veinte años, entendió finalmente entre otras cosas tres puntos capitales, 6 tres misterios gravísimos, que ya instaban, ó que no podian tardar mucho tiempo segun las Escrituras. Entendió lo primero con ideas claras, sin poder ya dudarlo, que venido el Mesías (cuya venida ya instaba, conforme á las semanas de Daniel, cap. ix) que el pueblo de Dios, el pueblo santo, el pueblo hebreo, que tantos siglos lo habia esperado y deseado, seria su mayor enemigo que lo perseguiría, que lo reprobaria, que lo trataria como á uno de los mas inicuos delincuentes. poniéndolo al fin en el suplicio infame y doloroso de la cruz +. 331. Entendió lo segundo: que por este sumo delito, y mucho mas por su incredulidad y ostinacion, Israél seria reprobado de Dios, por la mayor y maxima parte: que el * Sacerdos Dei Altissimi. Gen. xiv, 18. ↑ Ps. xxi; Isai. liii; Dan. ix. Mesías seria respecto del mismo Israél, en piedra de tropiezo, y en piedra de escándalo á las dos casas de Israél, en lazo y en ruina á los moradores de Jerusalén * : que dejaria en fin de ser pueblo de Dios +. 332. Entendió lo tercero: que en lugar de Israel inicuo y por eso incrédulo, que no querria congregarse, ni se congregaria †, llamaria Dios á todas las gentes, tribus y lenguas, de entre las cuales (las que oyesen y obedeciesen al evangelio) sacaria otro Israél, otro pueblo, otra iglesia suya sin comparacion mayor y mejor: que en esta iglesia ó pueblo suyo, esparcido sobre la tierra (y al mismo tiempo congregado en un solo cuerpo moral, y animado y gobernado de un mismo Espíritu de Dios) se le ofreceria por todas partes § un sacrificio de justicia limpio, y puro, é infinitamente agradable al mismo Dios ||: y que este sacrificio no seria ya segun el órden de Aaron... sino segun el órden de Melquisedec ¶. 333. Sobre estos tres puntos capitales que habia entendido con ideas claras en la leccion y estudio de los libros santos, escribió nuestro Rabino un opúsculo pobre y simple; mas por eso mismo tan convincente, que aun los mas doctos y eruditos, que parecian ser las columnas **, no hallaron modo alguno razonable, aunque lo buscaron con todo el empeño posible, de impugnarlo directamente. ¿Por qué? Porque citaba fielmente en todo su contesto lugares clarísimos de la Escritura santa, comenzando desde Moisés, y de todos los Profetas ++. Porque combinaba unos lugares * In lapidem autem offensionis, et in petram scandali duabus do mibus Israël, in laqueum, et in ruinam habitantibus Jerusalem.Isai. viii, 14. ↑ Dan. ix; Ose. i et 2; Isai. vi. Et Israël non congregabitur. - Isai. xlix, 5. § In omni loco.— Malach. i, l·l; et 1 ad Thes. i, 8, &c &c. Malach. i, 11. ¶ Secundùm ordinem Aaron..... sed secundùm ordinem Melchisedech.-Ad Hebr. vii, 11; et Ps. cx, 4. ** Qui vibantur columnæ este. - Ad Galat. ii, 9. ++ Incipiens à Moyse, et omnibus prophetis. Luc. xxiv, 27. con otros y con esta combinacion hacia mas patente la verdad de Dios. Porque con esta verdad de Dios clara é innegable convencia de arbitrarias, de impropias, de violentas, y por consiguiente de falsas las inteligencias que se pretendian dar á dichos lugares clarísimos de la Escritura santa. Porque...... 334. No obstante; como estas ideas, aunque concordes perfecta y manifiestamente con las Escrituras, parecian diametralmente opuestas á las ideas vulgarmente recibidas, fué como una consecuencia natural que se alborotasen no pocos (unos mas, otros menos, segun el talento y erudicion de cada uno.) Decian los mas (y los menos cuerdos); no es este el ínfimo, ó uno de los ínfimos entre todos nuestros escribas? Pues es creible que este infimo haya venido á descubrir unos misterios tan grandes y tan nuevos, que hasta aora se habian ocultado á nuestros doctísimos? Y se escandalizaban en el*. Otros, mas cuerdos ó mas sagaces, conociendo bien la dificultad de combatir directamente la sustancia de aquel escrito (en el cual no hallaban otra cosa que la Escritura misma fielmente citada y combinada) se convirtieron enteramente á las circunstancias. 335. Empezaron desde luego á oprimir al pequeño autor con preguntas no menos importunas, que irrisorias, á que ni él, ni otro alguno era capaz de responder. Le preguntaban v. g. ¿cómo sería este nuevo pueblo de Dios, este nuevo Israél, ó esta nueva Iglesia compuesta de tantas gentes, pueblos y lenguas? ¿Cual su órden, ó su gerarquía cual seria su ciudad capital, ó el centro de unidad de una iglesia tan vasta: cuales sus leyes, sus costumbres, su disciplina, su culto esterior, su sacerdocio, sus sacrificios, sus ceremonias, &c. Le instaban algunos fuertemente. (y no pocos, tentándole, para poderle acusar†), que se esplicase mas sobre la inteligencia literal que pretendia dar á aquel testo de Malaquías: no está mi voluntad en voso * Et scandalizabantur in eo. - Mat. xiii, 57. + Tentantes cum, ut possent accusare eum, --- Joan, viii, 6. tros,... ni recibiré ofrenda alguna de vuestra mano. Porque desde donde nace el sol hasta donde se pone, grande es mi nombre entre las gentes, y en todo lugar se sacrifica y ofrece á mi nombre ofrenda pura: porque grande es mi nombre entre las gentes, dice el Señor de los egércitos*. 336. Le pedian, que esplicase con ideas claras, qué sacrificio sería este: con qué ritos ó ceremonias se ofrecería al verdadero Dios: si habria en todas partes + templos tan magníficos como el de Jerusalén: si habria sacerdotes tomados indiferentemente de todos los pueblos, tribus y lenguas, ó de alguna tribu 6 familia particular: qué vestidos usarían estos, así en los templos como fuera de ellos: si sería obligado el nuevo Israél de Dios á circuncidarse efectivamente y á observar toda la ley de Moisés: si en lugar de esta ley se daría otra y cual, &c. &c. 337. El pequeño escriba ó Rabino, apenas digno de este nombre, se sentia no solo embarazado, sino oprimido con tantas preguntas. Su respuesta á todas ellas era general (ni podia ser de otra manera); pues el modo y las circunstancias particulares de nuestra Iglesia presente no se hallan ciertamente en la relacion, no obstante que se halla clarísima toda la substancia de este gran misterio. Así decía á grandes voces, sin temor de la tempestad de piedras, que veía en las manos de la ínfima plebe: la cosa sucederá puntualmente así como está escrita, pues como dice el Señor, aunque á otro propósito: Mi consejo subsistirá, y toda mi voluntad será hechat. Israél dejará de ser pueblo de Dios por su incredulidad, y las gentes serán llamadas á Non est mihi voluntas in vobis,... et muuus non suscipiam de manu vestra. Ab ortu enim solis usque ad occasum, magnum est nomen meum in gentibus, et in omni loco sacrificatur, et offertur nomini meo oblatio munda: quia magnum est nomen meum in gentibus, dicit Dominus exercituum. Malach. i, 10 et 11. † Consilium meum stabit, et omnis voluntas mea fiet. xlvi, 10. |