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tambien al infierno, y ver por sus propios ojos esta horrible vision. Bajar al infierno? Sí, Cristófilo, deberán bajar personalmente al infierno. No penseis por esto, que habrán de bajar al centro de la tierra, ó segun la espresion de S. Pablo á los lugares mas bajos de la tierra*: el infierno de que hablo estará entónces bien visible, aun con los ojos materiales, sobre la superficie de la tierra. El testo de Isaías, con que pone fin á toda su profecía (fuera de lo que ya queda observado en la cuestion 7, cap. vii, que sería bien tenerlo aquí presente), este testo, digo, de Isaías, no admite otra inteligencia por mas que se busque ó se desee. En él vuelve á tocar la nueva tierra y nuevo cielo, de que habló difusamente en el capítulo antecedente: y enderezando la palabra primeramente á las reliquias de Israél, les vuelve á asegurar de parte de Dios todo cuanto está escrito en su favor, y todo cuanto él mismo les ha anunciado en toda su larga profecía: Porque como los cielos nuevos y la tierra nueva, que yo hago subsistir delante de mí, dice el Señor: así subsistirá vuestra posteridad, y vuestro nombret. Atended aora y considerad lo que se sigue inmediatamente: Vendrá toda carne para adorar ante mirostro, dice el Señor. Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres, que prevaricaron contra mí: el gusano de ellos no morirá, y el fuego de ellos no se apagará; y serán hasta hartura de vista á toda carne ‡.

322. Por estas palabras parece claro: lo primero, la peregrinacion de todas las gentes á Jerusalén. No digo yo de todos los individuos, que esto parece no solo moral

In inferiores partes terræ.— Ad Ephes. iv, 9.

+ Quia sicut cœli novi, et terra nova, quæ ego facio stare coram me, dicit Dominus: sic stabit semen vestrum, et nomen vestrum. Isai. Ixvi, 22.

Veniet omnis caro ut adoret coram facie mea, dicit Dominus. Et egredientur, et videbunt cadavera vivorum, qui prævaricati sunt in me: vermis eorum non morietur, et ignis eorum non extinguetur : et erunt usque ad satietatem visionis omni carni- Isai. lxvi, 23 et

sino fisicamente imposible; sino de todas las gentes por medio de algunos enviados de cada gente, ó país, ó reino, fuera de los que quisieren ó pudieren ir por su propia devocion ó curiosidad, que no dejarán de ser innumerables: vendrá toda carne para adorar ante mi rostro. Lo segundo: la vision horrible del infierno y de sus condenados de que vamos hablando: y serán hasta hartura de vista á toda carne. Lo tercero que el lugar donde estarán encarcelados estos insignes delincuentes resucitados entonces para oprobrio*, no estará distante, sino muy vecino á Jerusalén. Esto suenan obvia y naturalmente aquellas palabras: saldrán, y verán.

323. Yo sospecho vehementemente por otro lugar del mismo Isaías, que esta horrible carcel no será otra cosa que el valle sombrío de Tofét, vecino á Jerusalén y contiguo al valle de Cedrón. Este valle de Tofét fué bien célebre en otros tiempos, por los horrores que allí se ejecutaron y que tanto deshonraron al pueblo de Dios: esto es, que los padres y madres sacrificaban sus propios hijos párvulos de un modo cruelísimo al ídolo de Moloc. Dice Tirino citando al Abulense y á S. Jerónimo: que en unas estátuas huecas de metal hechas ascua por el fuego que las aplicaban, metian vivos á los niños los sacerdotes, cantando entre tanto en voz muy alta, y tocando con el mayor ruido varios instrumentos músicos, para impedir con este artificio que el clamor y llanto de aquellos miserables infantes fuese oído de sus padres y parientes, á quienes persuadian, que por medio de esta muerte, pasaban aquellos niños á mejor vida. Este Tofété infernal carnicería estaba en Geennon ó valle Ennon, que es parte del valle Cedrón: y del nombre Geennon se tomó la palabra latina GEENNA, que significa el INFIERNO. De este valle habla algunas veces Jeremías

* In opprobrium. — Dan. xii, 2.

+ Siquidem cavæ æneæ statuæ, sed intus ab igne substructo candenti puerulos in manus dabant, sacerdotibus interim psallentibus altissima voce, tubisque tympanisque... perstrepentibus, ne misero

como de un lugar el mas abominable del mundo, y parece que estas abominaciones se efectuaban ya desde los tiempos anteriores á David, pues de ellas habla en el Salmo cv, y que duraron hasta los tiempos del santo rey Josías; del cual dice la historia sagrada: Profanó asímismo á Tofét, que está en el valle del hijo de Ennom: para que ninguno consagrára su hijo ó hija por el fuego á Molóch*.

324. Pues de este valle dice Isaías estas palabras: Porque aparejado está Tofét desde ayer, aparejado por el Rey, profundo, y espacioso. Sus cebos, fuego y mucha leña: el aliento del Señor como torrente de azufre es el que lo enciendet. Para tomar á estas palabras todo su gusto, y conocer de qué suceso hablan y de qué tiempo, sería convenientísimo leer atentamente todo este capítulo xxx de Isaías: á lo menos desde el verso 18, desde donde se empieza á hablar manifiestamente de la conversion y estado futuro de los Judios, y tambien de la venida gloriosa del Señor. Despues de esto seria del mismo modo convenientísimo confrontar un testo con otro, esto es, el versiculo ultimo del capitulo xxx con los dos últimos versiculos del capitulo lxvi del mismo Profeta, con que pone fin á toda su profecia. Confrontad un lugar con otro, y considerado el contesto de ambos, se veria ya como con los ojos, que en el uno se anuncia la sustancia del suceso ciertamente futuro, y en el otro se señala el lugar. Co

rum puerorum ejulatus audiri posset à parentibus vel affinibus, quibus persuadebant, infantes hac via à diis ad æthera rapi. Porro Topheth istud, et infernalis carnificina erat in Ge-Ennon, id est in valle Ennon veteris cujusdam Jebusæi, quæ pars est vallis Cedron. Unde gehennæ nomen desumptum ad infernum designandum.Tirin. in lib. iv; Reg. xxiii, 10.

Contaminavit quoque Topheth, quod est in convalle filii Ennon: ut nemo consecraret filium suum aut filiam per ignem, Moloch. - 4 Reg. xxiii, 10.

+ Præparata est enim ab heri Topheth, à rege præparata, profunda, et dilatata. Nutrimenta ejus, ignis et ligna multa: flatus Domini sicut torrens sulphuris succendens eam. - Isai. xxx, 33

téjense el ver. último del capítulo xxx con el ver. último del capítulo lxvi de dicho Profeta: vendrá toda carne para adorar ante mi rostro, dice el Señor. Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres, que prevaricaron contra mí: el gusano de ellos no morirá, y el fuego de ellos no se apagará; y serán hasta hartura de vista á toda carne.

325. Mas sea lo que fuere del lugar de esta carcel ó de este Geennon, ú de esta Geenna, á lo menos parece indubitable, que estos insignes, é infelicísimos delincuentes como resucitados únicamente para oprobrio*, estarán en aquellos tiempos puestos á la vergüenza, ó á la vista pública de toda carne; y que este horrendo espectáculo deberán ver con sus propios ojos todos los que fueren á Jerusalén, á adorar al Rey, que es el Señor de los egércitos para que se vea alguna vez patente en la superficie de nuestro globo la providencia y la justicia de Dios, y la infinita diferencia que hay entre el justo y el injusto: y entre el que sirve á Dios, y el que no le sirve‡. Del mismo modo parece indubitable, que esta horrible vision hará temblar á toda carne, produciendo en todos cuantos la vieren y en cuantos la oyeren de estos testigos oculares, todos aquellos efectos saludables, que produce siempre el religioso y verdadero temor de Dios.

326. Con la memoria é imagen viva de esta horrible vision (bien dificil de borrarse del todo) y con la memoria é imagenes igualmente vivas de todo cuanto habrán visto y oido en Jerusalén, segun apuntámos antes, volverán estos religiosos peregrinos á sus respectivos paises, erutando todos aquellos sentimientos y afectos saludables que el Espíritu Santo quiso que quedasen escritos en el Salmo cxliv. La generacion y generacion alabarán tus obras, y publicarán tu poder. Hablarán la magnificen

* In opprobrium. - Dan. xii, 2.

+ Ut adoret Regem, Dominum exercituum. — Zachar. xiv, 17. Inter justum et impium: et inter servientem Deo, et non servientem ei. — Malach. iii, 18,

TOMO III,

cia de tu santa gloria, y contarán tus maravillas. Y dirán la virtud de tus cosas terribles, y contarán tu grandeza. Rebosarán la abundancia de tu suavidad, y saltarán de contento por tu justicia... La gloria de tu reino dirán, y de tu poder hablarán: Para hacer conocer á los hijos de los hombres tu poder, y la gloria de la magnificencia de tu reyno*.

327. ¡Qué medio tan escelente y tan eficaz en sí mismo es esta peregrinacion á Jerusalén, para conservar en toda su perfeccion la fe, el temor de Dios, la justicia, la paz y la inocencia en todos los habitadores de la tierra! Mientras esta ley se observare, no hay que temer quiebra alguna de consideracion, ó de dificil remedio; no hay que temer, digo, ni herejias, ni cismas, ni apostasías, ni ninguno de aquellos grandes escándalos que han sido tan frecuentes en la Iglesia de Cristo desde su principio hasta la presente, y que deberán continuar sin interrupcion hasta la siega. Mas el gran trabajo es, que la observancia de esta ley fundamental no será perpétua, seguu verémos á su tiempo. Entre tanto nos es necesaria aquí, para llenar algunos vacios, una especie de digresion.

Generatio et generatio laudabit opera tua: et potentiam tuam pronuntiabunt. Magnificentiam gloriæ sanctitatis tuæ loquentur : et mirabilia tua narrabunt. Et virtutem terribilium tuorum dicent: et magnitudinem tuam narrabunt. Memoriam abundantiæ suavitatis tuæ eructabunt: et justitiâ tuâ exultabunt... Gloriam regni tui dicent et potentiam tuam loquentur: Ut notam faciant filiis hominum potentiam tuam : et gloriam magnificentiæ regni tui. — Ps. cxliv, à 4 usque ad 7, et 11, 12.

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