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no empuñará espada gente contra gente; ni se ensayarán mas para hacer guerra. Y cada uno se sentará debajo de su vid, y debajo de su higuera, y no habrá quien cause temor: pues lo ha pronunciado por su boca el Señor de los egércitos.*.

297. Querer ya dar por verificadas todas estas cosas, en la primera venida del Mesías, ó en la Iglesia presente, aún despues de haber visto todo lo contrario en todos los diez y ocho siglos que nos han precedido, parece lo sumo á que puede llegar el despotismo y la violencia, ó dirémos mejor: el miedo ó pavor del fantasma milenario. De este asunto tratámos difusamente en todo el fenómeno décimo, al cual nada ocurre por aora que añadir ni quitar. Examínese este con mayor atencion.

298. El cuarto medio conducentísimo para la unidad de fe, de costumbres, de union y fraterna caridad entre todas las gentes y familias de la tierra, será sin duda la uniformidad en el idioma ó en la lengua: esta será entonces una sola en todo nuestro orbe, al que restituirá Dios la lengua primitiva que se habló desde Adán hasta Noé, ó la que se habló desde Noé hasta la época de la confusion ó multiplicacion de lenguas, que sucedió en la construccion de la torre de Babél, cuando todavia era la tierra de un solo lenguage, y de unas mismas palabras... Y por esto fué llamado su nombre Babél, porque allí fué confundido el lenguage de toda la tierra; y desde allí los esparció el Señor sobre la haz de todas las regionest. Pues esta confusion ó esta innumerable multitud y diversidad de len

* Et judicabit inter populos multos, et corripiet gentes fortes usque in longinquum: et concident gladios suos in vomeres, et hastas suas in ligones: non sumet gens adversùs gentem gladium; et non discent ultrà belligerare. Et sedebit vir subtus vitem suam, et subtus ficum suam, et non erit qui deterreat: quia os Domini exercituum locum est.-Mich. iv, 3 et 4.

Labii unius, et sermonum eorundem... Et idcircó vocatum est nomen ejus Babel, quia ibi confusum est labium universæ terræ: et inde dispersit eos Dominus super faciem cunctarum regionum.— Gen. xi, 1 et 9.

guas, que hasta aora divide y separa unas gentes de otras, como si no fuesen todas hijas de un mismo padre y de una misma madre, esta digo, cesará del todo, se acabará, se aniquilará, y no habrá memoria de ella en el siglo venturo: quedando solamente una, elegida del sumo Rey, que en breve hablarán espeditamente todas las reliquias de todos los pueblos, tribus y lenguas, y consiguientemente toda su posteridad ó descendencia.

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299. Es ciertísimo que esta noticia no se halla clara y espresa, sino solamente en un Profeta, que es Sofonías: mas esto¿qué importa? ¿Será menos cierto lo que el Espíritu santo habló por un Profeta, que lo que habló por muchos ? Será menos cierta la venida de los magos á Belén y la muerte cruelísima de los inocentes, porque un solo evangelista refiere este suceso? Ved aquí, pues, el testo todo entero de Sofonías, por el cual parece indubitable, así la promesa de Dios, como los tiempos de que habla: Por tanto espérame, dice el Señor, en el dia venidero de mi resurreccion (ó, como leen conocidamente mejor Pagnini y Vatablo, para del dia del dia que yo me levantaré para despojar) porque mi sentencia es recojer las naciones, y reunir los reinos: y derramaré sobre ellos mi indignacion, toda la ira de mi furor: porque con el fuego de mi celo será devorada toda la tierra. Porque entonces daré á los pueblos lábio escogido, para que todos invoquen el nombre del Señor, y le sirvan con un solo hombro (ó bajo un yugo, como leen los LXX: ó con un solo ascenso, como lee Pagini*) tres modos de esplicar una misma cosa.

300. Decís aqui, aunque confusa y oscurísimamente,

Quapropter expecta me, dicit Dominus, in die resurrectionis meæ in futurum [sive ad diem qua consurgam ad spolia], quia judicium meum ut congregem gentes, et colligam regna: et effundam super eos indignationem meam, omnem iram furoris mei: in igne enim zeli mei devorabitur omnis terra. Quia tunc reddam populis labium electum, ut invocent omnes in nomine Domini, et serviant ei humero uno. [Seu jugo uno: sive consensu uno.]—Sophon. iii, 8

que toda esta profecía se puede bien acomodar á la vocacion de las gentes que sucedió despues de la resurreccion de Cristo: pues ácia los principios de esta gran época cuando apenas habian pasado cuarenta años, congregó Dios contra los Judios las gentes y los reinos: esto es, las legiones romanas, con Vespasiano y Tito, y derramó sobre ellos: esto es, sobre los Judios, no sobre las gentes y reinos, su indignacion, toda la ira de su furor: porque con el fuego de su celo será devorada toda la tierra: esto es, toda la tierra de Judea, &c. Aora, en esta inteligencia violentísima ¿qué sentido pueden admitir aquellas palabras del mismo contesto daré á los pueblos lábio escogido, para que todos invoquen el nombre del Señor, y le sirvan con un solo hombro?

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301. A esta pregunta bien incómoda, respondeis, lo primero: que el verdadero sentido de estas palabras puede ser este: en el dia de mi resurreccion, ó desde este dia para adelante * yo volveré á los pueblos, ó les daré (¡ ó Cristófilo!); Es lo mismo dar que volver? Es lo mismo dar que restituir? Del verbo reddo dice y prueba Faciolati (que propiamente significa restituir lo que se habia tomado ó quitado +) un lábio electo: esto es, puro y santo, para que todos invoquen unánimemente el nombre del verdadero Dios, lo sirvan, lo alaben, y lo magnifiquen; y esto cada uno en su propia lengua. Optimamente: mas yo veo, que vos mismo no quedais satisfecho de esta inteligencia, pues inmediatamente añadís otra, la cual debe suplir los defectos de la primera. Por tanto respondeis inmediatamente lo segundo: que este lábio electo, ó lengua ó idioma, se verificará plenamente allá en el cielo empíreo, despues de la resurreccion universal, pues en aquel pais felicísimo todos los pueblos, ó todos los individuos de toda tribu, y pueblo, y lengua, y nacion que entraren

In futurum. -Sophon. iii, 8.

+ Reddo propiè est rem acceptam, vel ablatam restituere. - Diccionar Faciolet. litt. R.

TOMO III.

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en él, hablarán enteramente una misma lengua: esto es, la electa, ó la que dió Dios en el Paraiso á nuestros primeros padres.

302. El Tirino (autor sapientísimo) añade sobre este lugar cuatro palabras, las cuales aunque las deja sueltas, solas y como aisladas, sin esplicarse mucho ni poco; no obstante, se conoce por ellas mismas, aunque en medio de su oscuridad, que penetró bien, ó á lo menos sospecho vehementemente todo este misterio: pues confiesa espresamente, que este lábio electo, ó esta lengua universal en toda la tierra, se verificará plenamente antes de acabarse el mundo. Sus palabras son estas: Mas ácia el fin del mundo se perfeccionará completamente (el idioma) en la general conversion á Cristo de todos los Judios*. Lo que este sábio dice y confiesa con tanta brevedad y oscuridad (pues en su sistema no podia esplicarse mas), esto mismo en sustancia es lo que yo digo, sin otra diferencia que poner despues del fin del siglo el mismo suceso que él pretende poner sin razon alguna ácia el fin del mundo.

303. Lecd, ó Cristófilo, seguidamente el testo sagrado, y proseguid leyendo hasta el fin del capítulo. No hallareis en él otra idea, que la vocacion futura de todo Israel, y juntamente con este gran suceso, anunciado en casi todas las Escrituras, hallareis tambien el fin de esta tierra presente, ó lo que es lo mismo, el fin del dia de los hombres, que el Señor llama tantas veces la consumacion del siglo; y luego despues de este dia, el dia del Señor, el siglo venturo, el reino de Dios, ó la tierra nueva y nuevo cielo, que esperamos segun sus promesas... en los que mora la justicia para cuya justicia, paz, caridad, y uniformidad en la misma fe, en el mismo culto, en las mismas leyes y costumbres, &c., deberá servir y ayudar infinitamente la

Sed plenè perficietur sub finem mundi in generali omnium Judæorum ad Christum conversione. - Tirino.

+ Secundùm promissa ipsius expectamus, in quibus justicia habitat.-2 Pet. iii, 13.

uniformidad de la lengua en todos los pueblos, tribus y familias de toda la tierra.

304. Nos queda que considerar otro medio propio y peculiar de aquellos tiempos, el cual, ó se mire en sí mismo, ó tambien y mucho mas en las circunstancias que lo deben acompañar, parece de suma importancia, y por tanto pide una observacion particular, ó un capítulo separado.

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