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desde el mar... Desde los términos de la tierra oímos alabanzas, la gloria del justo*.

284. De este solo testo de Isaías, aunque no hubiesen tantos otros que lo confirman y aun lo aclaran, como verémos á su tiempo, se colige evidentemente, que todo este residuo de las gentes, que quedarán dispersas acá y allá, en todos los paises ó términos de nuestro orbe, no quedarán en adelante en la misma ignorancia ó distraccion en que antes estaban, respecto del verdadero Dios y de su Hijo el justo; sino que creerán en él, lo alabarán, lo desearán y se sujetarán á su dominacion con sumo gozo y complacencia, diciendo como el Apostol, despues de humillado y postrado en tierra: Señor, ¿qué es lo que debo yo hacer? Esta misma idea sustancial se lee en Jeremías: En aquel tiempo llamarán (dice) á Jerusalén Trono del Señor; y serán congregadas á ella todas las naciones en el nombre del Señor en Jerusalén, y no andarán tras la maldad de su corazon pésimo †. La misma idea se registra en Tobías: y todas las gentes se convertirán verdaderamente, para temer al Señor Dios, y enterrarán sus ídolos, y todas las gentes bendecirán al Señor. La misma en toda la Escritura.

285. La primera noticia (despues de concluida la vendimia y la gran borrasca) que tendrán estas felices reliquias, de haber llegado á nuestra tierra, despues de haber

Cùm fuerit finita vindemia. Hi levabunt vocem suam, atque laudabunt: cùm glorificatus fuerit Dominus, hinnient de mari... A finibus terræ laudes audivimus, gloriam justi.— Isai. xxiv, 13, 14, et 16.

↑ Domine, quid me oportet facere?— Vide Act. 16, 30.

In tempore illo vocabunt Jerusalem Solium Domini: et congregabuntur ad eam omnes gentes in nomine Domini in Jerusalem, et non ambulabunt post pravitatem cordis sui pessimi.-Jerem. iii, 17.

§ Et omnes gentes convertentur veraciter, ad timendum Deum Dominum, et defodient idola sua, et benedicent omnes gentes Dominum.-Version. Septuag. sup. xiv, 8, Tob.

recibido el reino el sábio y pacífico Salomón, 6 el sumo Rey, les será intimada verosimilmente por aquellos ángeles veloces, ó nuncios ligeros, de que hablámos en la cuestion 5 del cap. vii, cuya mision 6 su asunto general se apunta en el mismo Isaías (cap. xxiv, ver. 15), y mas claramente en el Salmo xcv: Anunciad entre las naciones su gloria, en todos los pueblos sus maravillas... Decid en las naciones, que el Señor reinó: Porque enderezó la la redondez de la tierra, que no será conmovida: juzgará los pueblos con equidad. Alégrense los cielos, &c.*

286. Pues estos ángeles veloces, 6 nuncios ligeros, segun yo sospecho (dejando libre el campo á cualquiera otro que quisiere trabajar en él) irán libre y espeditamente á todas partes, sin necesidad de carruage, ni de las naves, é instruirán perfectamente en el misterio de Dios á estas simples y felices reliquias de todas las naciones, que se hallarán llenas de temor y temblor por lo que acaba de suceder en nuestro orbe, y por eso mismo en óptima disposicion para recibir y abrazar la palabra de Dios. Las instruirán perfectamente en la historia antigua desde Adan hasta Noé, desde Noé hasta Abrahán, desde Abrahán hasta Moisés, desde Moisés hasta la primera venida del Hijo de Dios en carne pasible, con todas sus circunstancias y misterios y resultas, segun las Escrituras, y desde esta hasta su segunda venida en gloria y magestad, que acaba de suceder, como tambien estaba anunciado en las mismas Escrituras. Estos mismos nuncios ligeros (y tal vez juntamente con ellos muchos de los santos ya resucitados) con autoridad del supremo Rey y sumo Sacerdote, constituirán en todas partes, no solamente obispos ô pastores para lo espiritual y religioso, sino tambien príncipes, ó reyes, ó jueces, ó magistrados, para el buen órden y

Annuntiate inter gentes gloriam ejus, in omnibus populis mirabilia ejus... Dicite in gentibus, quia Dominus regnavit. Etenim correxit orbem terræ, qui non commovebitur: judicavit populos in æquitate. Lætentur coeli, &c. - Ps. xcv, 3, 10, et I1.

quietud, en todo lo que toca á lo civil: mas todos súbditos, subordinados y dependientes del Supremo Rey y de su córte, &c. Estos en fin intimarán las leyes inmutables, así antiguas, v. g. el Decálogo, como nuevas y propias de aquel tiempo, con que el Señor quiere ser servido uniformemente de todos.

287. Y veis aquí con esto solo (aunque propuesto con tanta generalidad) renovada enteramente toda nuestra tierra y todo el mísero linage de Adan. Veis aquí tiradas todas las lineas y puestos todos los fundamentos para establecer sólidamente aquí en nuestra tierra el reino de Dios, que esperámos y pedímos, ó el quinto reino incorruptible y eterno, el cual como se lee en Daniel: ...quebrantará y acabará todos estos reinos: y él mismo subsistirá para siempre*. Este residuo de las gentes, instruido perfectamente, santificado y como criado de nuevo, no menos que el residuo de Israél, compondrá junto con él, aquel un solo aprisco, y un pastor† del evangelio: se multiplicará pacíficamente y llenará otra vez la tierra, pasando de generacion en generacion por muchos y muchísimos siglos (que S. Juan esplica con el número perfecto de mil), la fe, la simplicidad, la inocencia, el temor y conocimiento del Señor. Esto último os parece dificil de creer, considerando lo que ha pasado siempre entre los hombres, desde el principio hasta la presente; mas á esta consideracion debéis oponer estas otras: que no todos los tiempos han sido iguales y uniformes: que Dios ha dado mas en estos tiempos que en otros: que siempre ha dado mas despues, que lo que habia dado antes: que su misterio para con los hombres siempre ha ido creciendo de dia en dia que este misterio llegará alguna vez hasta el dia perfecto... (porque) la mano del Señor no se ha

:

* Comminuet autem, et consumet universa regna hæc et ipsum stabit in æternum. - Dan. ii, 44. + Unum ovile, et unus pastor. ↑ De die in diem. — 2 ad Cor. iv, 16.

Joan. x, 16.

encogido...* porque no hay cosa alguna imposible para Dios... (porque) Fiel es el Señor en todas sus palabras, y Santo en todas sus obras...‡ (porque) es imposible, que Dios falte... § en suma: que él predijo el misterio de la vocacion de las gentes, con todos sus efectos buenos y malos que actualmente vemos plenísimamente verificados. ¿No basta la esperiencia de la veracidad de Dios en lo pasado, y en lo presente, para creerlo tambien en lo futuro?

*

Usque ad perfectam diem... [quia] non est abbreviata manus Domini. - Prov. iv, 18. et Isai. lix, 1.

+ Quia non erit impossible apud Deum omne verbum. — Luc. i, 37.

[Quia] Fidelis Dominus in omnibus verbis suis: et Sanctus in omnibus operibus suis.- Ps. cxliv, 13.

§ [Quia] impossible est mentiri Deum.

-

· Ad Hebr. vi, 18.

CAPITULO XI.

MEDIOS O PROVIDENCIAS ESTRAORDINARIAS PROPIAS DE AQUELLOS TIEMPOS, PARA CONSERVAR EN TODA LA TIERRA LA FE Y LA JUSTICIA.

PARRAFO I.

288. UNA fe y justicia tan grande y tan universal, anunciada tantas veces á la nueva tierra, y con espresiones tan magníficas en la escritura de la verdad, no puede ciertamente concebirse, sin algunos medios ó providencias nuevas, grandes, estraordinarias, así positivas como negativas y generales para todo el orbe. Cuando hablo de medios nuevos, no pienso por eso escluir del todo los que aora tenémos; mucho menos los que son de institucion divina, como los siete sacramentos, la gerarquía eclesiástica, la doctrina, los preceptos y consejos de Jesucristo, contenidos en los evangelios, la doctrina de los Apóstoles, y generalmente hablando toda la moral de las Escrituras. Estas cosas no hay duda que son suficientes, y mas que suficientes para nuestra perfecta santificacion, para aquel que usa de ellas legítimamente *; como lo han sido para tantos santos, ni faltarán jamás mientras hubiere viadores. Mas fuera de estos medios que aora tenémos en consecuencia de la muerte del Hombre Dios, de su resurreccion y de la efusion del Espíritu Santo, hallámos todavia otros en la Escritura santa que aora ciertamente no tenémos, y que están evidentemente reservados para el siglo venturo, ó para la nueva tierra que esperámos; así como tenémos aora tantos nuevos, que no tuvieron los antiguos,

* Si quis ea legitimè utatur.—1 ad Tim. i, 8.

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