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podémos añadir, que ni hasta el nuestro: Mas aora aun no vemos todas las cosas sometidas á él*. Si todavia no vemos sujetas á él todas las cosas; luego deberémos esperar otro tiempo en que lo sean: Porque no sometió Dios á los ángeles el mundo venidero, del que hablámos†: dice el mismo Apostol en el lugar citado.

270. Lo segundo que se debe observar en los lugares de la Escritura poco ha citados, es, que no solamente anuncian la fe en Cristo de todos los habitantes de la tierra, sino juntamente con la fe una justicia universal, nunca vista ni oida en nuestra tierra. Las vivísimas palabras y espresiones de que usan los Profetas de Dios, todo esto suenan, y significan obvia y claramente: v. g. serán benditos todos los linages de la tierra... le adorán... § da. rán alabanza...|| engrandecerán ¶... todo el dia le bendecirán... ** le servirán y obedecerán tt... y en el salmo cxliv. Rebosarán la abundancia de tu suavidad, y saltarán de contento por tu justicia. ¿Con qué palabras mas propias ni mas espresivas se pudiera describir una justicia universal? Esta fe y justicia universal en toda la tierra, inundada ya de la ciencia del Señor, así como las aguas del mar, que la cubren §§, es ciertísimo, cuanto puede estenderse esta palabra certidumbre, que no se ha visto jamás en nuestra tierra; antes se ha visto siempre todo lo contrario; luego si se cree á los Profetas es pre

* Nunc autem necdum videmus omnia subjecta ei. — Id. ib. ↑ Non enim Angelis subjecit Deus orbem terræ futurum, de quo loquimur. Ad. Hebr. ii, 5.

Benedicentur universæ cognationes terræ. § Adorabunt. Ps. lxxi, 11, et Joan. iv. 23. || Laudabunt.

- Isai. xxiv, 14.

Magnificabunt. Ps. lxxi, 17.

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Gen. xii, 3.

Memoriam abundantiæ suavitatis tuæ eructabunt: et justitiâ

tuâ exultabunt, &c. Ps. cxliv, 7.

§§ Sicut aquæ maris operientes. --Isai. xi, 9.

ciso decir y confesar, que se ha de ver alguna vez. ¿ Mas i cuando? Este es, ó mi Cristófilo, el gran trabajo, la grande é insuperable dificultad en vuestro sistema.

PARRAFO II.

271. No podéis ignorar, Cristófilo, que muchísimos doctores católicos (antiguos y no antiguos) han reconocido bien, han confesado y sostenido como una verdad innegable, este tiempo feliz, en que convertidas á Cristo todas las gentes de todo el orbe, reinará con él universalmente una fe, una religion, una justicia, una concordia, ó paz universal: cada uno debajo de su vid, y debajo de su higuera...y no habrá quien cause temor*. Es verdad que muchos otros con S. Jerónimo, divisando sin duda en esto algun gravisimo inconveniente para su sistema, ni lo confiesan espresamente, ni tampoco se atreven espresamente á negarlo; y no obstante, cuando llegan á ciertos lugares de los Profetas, de los Salmos, de los Evangelios y de S. Pablo, lo suponen así, y hablan bajo esta suposicion como si no hubiese en esto inconveniente alguno.

272. Aora bien: este tiempo felicísimo, nunca visto ni oido en nuestra tierra, ; donde se coloca? Seguramente debe colocarse en ol sistema vulgar antes de la venida del Señor, pues despues de esta no se admite espacio alguno de tiempo. Y en efecto así es. Unos lo colocan antes del Anticristo, otros despues, y unos y otros parece que se olvidan de tantas Escrituras que se oponen clara, espresa y evidentemente á su modo de discurrir. Antes del Anticristo no puede ser, segun la idea que nos dan los evangelios, y los escritos de los Apóstoles, como vamos á observar despues del Anticristo mucho menos, como queda demostrado en el fenómeno iv: luego nunca.

273. Démos no obstante por un momento, como una

Unusquisque sub vite sua, et sub ficu sua... et non erit qui deterreat. — 3 Reg. iv, 25, et Mic. iv, 4.

:

mera permision, que este tiempo feliz haya de ser antes de la venida gloriosa del Señor, y considerémos atentamente las consecuencias legítimas y necesarias que de aquí se deberán seguir. Primera luego antes de la venida del Señor (ó sea antes, ó despues del Anticristo) se habrán ya verificado plena y perfectamente todas las profecías poco ha citadas, y otras semejantes que pudieran citarse. Segunda luego antes de la venida del Señor ya se habrán convertido á él todos los pueblos, todas las naciones, todas las congregaciones, ó familias de toda la tierra. Tercera: luego antes de la venida del Señor se habrá llenado toda nuestra tierra de la ciencia, ó conocimiento de Dios, así como están llenos de agua todos los lugares que ocupa el Cuarta luego antes de la venida del Señor ya habrán sido todos los pueblos, tribus y lenguas y todos sus individuos, no solamente Cristianos, sino Cristianos exelentes (entrando tambien en este número todos los Judíos): por consiguiente la conversion de estos no puede dilatarse hasta el fin del mundo, como vulgarmente se piensa con tan poca ó ninguna razon. Quinta: luego antes de la venida del Señor ya habrá habido un siglo, ó un tiempo determinado ó indeterminado; pero muy grande, en que todos los habitadores de la tierra habrán servido y obedecido á Cristo, y todos habrán sido fieles, justos y santos, que es lo que anuncian las profecías. Sesta finalmente: luego en este siglo, ó tiempo feliz, ya no habrá en todo nuestra tierra ni idolatría, ni supersticion, ni falsa religion; ya no habrá heregías, ni cismas, ni escándalos, ni zizaña; no habrá siervos buenos y malos; no habrá vírgenes prudentes y necias; no habrá en la gran red peces buenos y malos; no habrá en fin lo que el mismo Cristo dice y asegura tantas veces que siempre ha de haber hasta que él venga: lo cual siempre se ha visto hasta el dia de hoy puntualísimamente verificado, sin faltarle ni un punto, ni un tilde*.

* Jota unum, aut unus apex.- Mat. v, 18.

PARRAFO III.

274. Para ver la dificultad en toda su luz, confrontémos brevemente unas profecías con otras, y veamos si pueden acordarse entre sí, en el sistema vulgar, los Profetas cou los Evangelios. Lo que anuncian los unos y los otros sobre el punto particular de que aora hablámos, se puede facilmente reducir á estas dos proposiciones :

PRIMERA PROPOSICION.

275. Antes de la venida del Señor, que esperámos, en gloria y magestad, se convertirán á él todos los pueblos, tribus y lenguas, todas las cognaciones y familias de toda la tierra: todas adorarán al verdadero Dios: todas entrarán en la iglesia de Cristo: todas serán benditas en él: todas lo amarán, lo obedecerán, lo servirán todas todo el dia le bendecirán*: todas saltarán de contento por su justicia: todas vivirán en mutua paz, y en concordia admirable, uniéndose finalmente y besándose la justicia y la paz, dos enemigos irreconciliables hasta aora: todas arrojarán de sí como del todo inútiles toda especie de armas ofensivas y defensivas: ni se ensayarán mas para la guerra: todas en suma compondrán una grey mansa, pacífica, inocente, bajo el cuidado y direccion de un pastor mismo.

276. No es esta la idea que nos dan las profecías que ¿ apuntámos en el párrafo primero? Veamos aora la idea que nos dan otras profecías, principalmente los Evangelios.

SEGUNDA PROPOSICION.

277. Antes de la venida del Señor, que esperámos, en gloria y magestad (y en todo el tiempo que debe mediar

* Totâ die benedicent ei.- Ps. lxxi, 15.

+ Exultabunt justitiâ ejus. Vide Ps. cxliv, 7.

Nec exercebuntur ultrà ad prælium. - Isai. ii, 4.

entre su primera y segunda venida) aunque se predicará el evangelio por todo el mundo*; mas no todas las gentes lo recibirán, sino pocas, comparadas con la muchedumbre. Aun entre estas pocas que recibirán el evangelio, no todas lo observarán, cayendo frecuentemente el buen grano, una parte... junto al camino... otra... sobre piedra... otra... entre espinas: habrá entre ellas sin interrupcion grandes y terribles escándalos, habrá herejías, habrá cismas, habrá apostasías formales: habrá odios mutuos, emulaciones, envidias y guerras sangrientas, é interminables: habrá costumbres antievangélicas, muchas de ellas, cuales ni aun entre los gentiles, y no pocas sentadas pacíficamente y miradas como justas, ó á lo menos como indiferentes habrá siempre una gran oposicion y una guerra formal y continua entre la justicia y la paz: habrá sin cesar ya por una parte, ya por otra, ya por muchas à un tiempo vientos furiosos y tempestades horribles, con que la nave de Pedro será combatida de las ondas §, y será necesario clamar diciendo: Señor, sálvanos, que perecémos||: habrá casi siempre una gran prosperidad en los caminos de los malvados, y una casi continua adversidad, tribulacion y persecucion (en aquellos), que quieren vivir piadosamente en Jesucristo¶: pues como anuncia el mismo Señor: Si á mí han perseguido, tambien os perseguirán á vosotros**. En una palabra: habrá siempre zizaña que oprima y no deje crecer ni madurar el trigo; y todo esto hasta la siegatt.

In universo orbe.· Mat. xxiv, 14.

+ Aliud... secus viam... aliud... supra petram... aliud... inter spinas. Luc. viii, 5, 6, et 7.

12.

‡ Nec inter gentes.—1 ad Cor. v, 1.

§ Jactabatur fluctibus.— Mat. xiv, 24.
|| Domine, salva nos, perimus.

Mat. viii, 25.

¶ [In iis], qui piè volunt vivere in Christo Jesu.-2 ad Tim. iii,

** Si me persecuti sunt, et vos persequentur. -Joan. xv, 20. ++ Usque ad messem.- - Mat. xiii, 30.

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